Dos: Sr. y Sra. Bridge

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-E-Espera

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-E-Espera...- me sujeto de sus hombros

-¿No quieres?..-

-Es.. solo...-

¿Que era?...

El calor abrazador que emanaba cada centímetro de mi cuerpo no dejaba espacio para que mis acciones sean cuerdas.

Es más, "su" calor me embriagada a más no poder.

Tener a este hombre así de cerca debería ser un delito penal. Ambos transpirabamos ansiosos, si, literalmente como si se tratara de dos animales en celo.

Sus dos brazos me arrinconaban en la puerta, nuestros rostros estaban a escasos centímetros que rozaban nuestras narices, la vista para mí era un deleite.

Un par de pupilas violetas dilatadas, su perfecto cabello ahora "no tan perfecto" con mechones que caían por doquier haciendo que el calor en en mis mejillas y todo mi cuerpo alcanzará niveles que jamás creí que fuera posible, eso y rematando que su rodilla separaba mis piernas, justo allí, a un solo movimiento de tocar "ese lugar"

-Lo repetiré...¿Estas segura?..- pregunta esta vez muy cerca de mi oreja.

Grave error.

Su maldita voz ronca hace que el último pedazo de cordura que aún quedaba en mi se esfumara.

De un solo movimiento con mi pierna izquierda la levanto para rodear su cadera y apegarlo a mi, presionando su latente erección en mi centro.

Juro y si juro.

Que escuche un jadeo proveniente de él.

-¿Esto responde tu pregunta?- digo con una sonrisa satisfecha

Agradezco haber elegido una falda larga esta noche. ¿Quien hubiera imaginado que esto pasaría? Que estaría a punto de acostarme con un total desconocido que considero mi "salvador"

En respuesta a mi solicitud, me toma de la cintura, me di un momento para sentir sus grandes manos varoniles hacer un recorrido hasta que llegara a mis muslos, con su rostro ahora oculto en el hueco de mi cuello da un ligero apretón a mi muslo debajo de mi falda, efecto que hacer erizar mi piel y gemir levemente.

Pero sin duda no me esperaba que me tomara debajo de las rodillas para cargarme ahora con las piernas abiertas rodeando su cintura.

El cuarto oscuro con el reflejo de una farola afuera y el sonido de una música ligera en el comedor y una botella de licor en el piso dejó de ser parte de nuestro entorno, mi visión se distorsionaba poco a poco, ya no sabía que era real o si era efecto de mi imaginación que un hombre como él este tocándome.

Para asegurarme que era real tomo su rostro entre mis manos, él me miraba con curiosidad, creo que esperaba a que lo besara ya que cierra los ojos.

Mis pulgares acarician sus mejillas tan suaves, de niño debió haber sido muy adorable, que lindo.

Bad Liar- Ran HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora