Luz de Sangre

Capítulo 3

Observaba tranquilamente como los pétalos de las flores caían y eran llevadas por el viento, sacudiendo al mismo tiempo sus largos cabellos azabaches; revolviendo su flequillo levemente.

La joven estaba inmersa en sus pensamientos, tanto, que era ignorante a su alrededor.

No podía dejar de pensar en lo dicho por aquel demonio, a pesar de que fue incompleto. Sabía a que se refería claramente, pues no era la primera vez que le sucedía.

Todo había comenzado hace unos meses, cuando su rango cambió a Kinoe y por lo tanto sus misiones eran diferentes. Aunque, eso implicaba situaciones como la de ese demonio hace una semana.

Flash Back

La joven azabache acariciaba tranquilamente los pétalos de una flor, rodeada por un hermoso campo de cultivo junto a sus compañeros; relajándose bajo la sombra de un árbol.

Acababan de culminar otra misión en total éxito, cada vez estaban más cerca de cumplir sus metas; alegrándose orgullosamente por ello. Recordando todas las noches y madrugadas que entrenaban con esfuerzo para lograr lo que tanto han deseado.

Sin embargo, su querido cuervo Ryu se posó en su hombro para entregarle otra misión; haciéndola soltar un suspiro cansada y sus amigos una pequeña queja.

El cuervo de plumaje negro graznó una vez más antes de alzarse y terminar sobre su cabeza, picoteando suavemente esta; divirtiendo a la azabache. Todos emprendieron el viaje, pues, el ave les guiaba gustoso.

Llegaron a una zona montañosa, donde un pequeño pueblo existía en medio de estas; obteniendo información de aquel demonio que los aterrorizaba. También, se toparon con otro grupo de cazadores de su misma generación.

Ellos se preparaban para la noche, ideando más de un plan por si las cosas empeoraban; lo que siempre tenían claro, era exterminar la maldad que se escondían tras la oscuridad de las noches.

Cuando llegó la hora, sigilosamente se introdujeron en el frondoso bosque colina arriba; atentos a todo a su alrededor, cuidándose unos a otros las espaldas.

El ceño de la azabache se frunció ligeramente al igual que su nariz ante el olor putrefacto que había, llevando una mano a su rostro para disminuir el desgradable olor. Un estremecimiento se produjo en cada uno por el sonido del crujir o el partir de las cosas, al irse acercando cada vez más.

Se detuvieron en seco ante la cantidad de muertos que había reunidos en un solo lugar, sintiendo un ligero temor al haber solo alguien sobre todo ellos comiendo algo; pues la oscuridad no permitía mucho la visión.

Se miraron unos a otros, asintiendo para comenzar el plan A; distribuyéndose en 5 dúo. Estudiaron el área cuidadosamente, extrañándose que hubiera solo un demonio; sintiéndose un poco seguro, al creer que ellos lo acabarían.

Sin embargo, el crujir se detuvo; alarmando a los presentes.

-¿Así que osan venir aquí a interrumpirme? - una voz masculina llamó la atención de todos; inundando el lugar - eso debería molestarme - soltó una pequeña risa; estremeciendo el interior de cada uno de ellos.

En aquel numeroso grupo, solo habían 2 mujeres, estas estaban más cerca del espectro, observaban detrás de una enorme roca su figura musculosa; ignorando cierta cosas en el suelo, que podrían ayudarles.

Ese demonio siguió alardeando libremente hasta que aparecieron solo 2 dúos, siguiendo con la parte del plan. Distraer.

Aunque, en el instante que sacaron sus espadas no esperaban que la velocidad de ese monstruo fuera mayor; esquivando milagrosamente su ataque. Rodaron por el suelo el primer par mientras los otros le atacaban, pero no era suficiente; alejándose de su alcance.