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Los hombres de la compañía 13 avanzaban con dificultad entre los restos de lo que alguna vez fue una linda guardería parroquial.

Estaban llegando a la sala de sueño de los pequeños estudiantes cuando escucharon el débil sonido de una voz femenina pidiendo auxilio.

-¡Ayuda por favor! ¡Socorro!

-¡Apártese de la puerta vamos a entrar!

El teniente Kim y sus compañeros irrumpieron en el ambiente donde hallaron a las maestras de cinco años y a sus aterrorizados alumnos con las caritas cubiertas con toallas. En el piso y cerca de la puerta, sábanas y cobertores habían servido de barrera para evitar que el humo se colara en la habitación.

-¡Gracias a Dios! ¡Por favor hay que sacar a los niños!

-¡Min, Reyes, Jeon, Murphy!

Min y Reyes envolvieron a los pequeños en sábanas mojadas y cargaron con un par de niños cada uno mientras que Jeon llevaba a tres y el enorme Murphy llevaba en hombros a dos chiquillos y uno más en cada brazo.

-Capitán Kim el equipo está evacuando a los niños de cinco años y sus maestras preparen el auxilio de oxígeno. El oficial Jung y yo seguimos con la búsqueda.

-Deben apresurarse Jin el viento está alimentando el fuego y ya consumió más del 65% del complejo la guardería no tarda en colapsar.

-Entendido capitán.

-Por favor no tomes riesgos innecesarios, eres un profesional y sabes cuando debes retirarte.

-Ok Gillie hyung.

-No piensas obedecer a tu capitán ¿No es así Kim?

-Estás a tiempo de regresar con mis hombres.

-Vamos por tus chicas SeokJin antes de que terminemos como malvaviscos asados.



Esmeralda entró al baño de la sección de lactantes en busca de agua que afortunadamente encontró. Mojo su cara y cabello y luego se quitó la camiseta que llevaba para humedecerla y usarla como máscara improvisada.

Por primera vez en años agradeció usar el incómodo guardapolvo de jardinera que era una versión maxi de los adorables modelitos que usaban los niños de la escuela así que nadie notaría que debajo de la prenda se encontraba en ropa interior ¡Que verguenza pensar que podía toparse con SeokJin y sus compañeros y que la encontrarían prácticamente en topless!

-¿Es en serio Esmeralda? ¿Estás a punto de morir como hot dog en barbacoa y lo primero que viene a tu mente es que Kim te vea las chichis? ¡El humo ya empezó a afectarte!

También debía agradecer que como buena maestra de kinder su vestimenta era lo más antisexy del planeta pero a la vez la más cómoda así que su pantalón deportivo cumplió la función de brindarle protección y flexibilidad suficiente para avanzar a gatas por el piso de la escuela y escapar de la toxicidad de la nube negra.

Su mente se reactivó pensando ¿A dónde carajos corrió MiSuk con tanta premura? ¿Qué fue lo que recordó para salir como alma que llevaba el diablo?

Definitivamente no era una opción que haya regresado por sus cosas, la nena era muy inteligente y fue la primera que respondió las preguntas que su papá hizo a la clase sobre lo que debía hacerse y lo que no en caso de incendio.

¿Entonces? ¿Qué cuernos pasó en la cabecita de la tierna, amable y responsable Sukie?

RESPONSABLE... La palabra fue el rayo que las ideas de Esmi necesitaban para hallar la respuesta que necesitaba.

-¡Oh mierda! ¡Ya sé adonde fue MiSuk!




Un bombero corría esquivando escombros sintiendo que llevaba el corazón en la mano. Iba acompañado por un policía que fungía de su ángel de la guardia y cuya primera tarea era evitar que el tipo colapsara víctima de un ataque nervioso.

-¡Puta madre! ¡Hemos recorrido esta zona dos veces y no aparecen! ¡Ya no sé dónde más buscar!

-Kim tranquilo, nos falta revisar la zona de los baños y la sala de maestras.

-Tienes razón. Gracias HoSeok.

-Damelas cuando hallemos a las guapas.




La vía para llegar al aula de cuatro años estaba totalmente obstruida por ruinas en llamas pero Esmi conocía el probable camino que debía haber seguido MiSuk.

Las secciones de cuatro y cinco años estaban conectadas por los servicios higiénicos que tenían en común así que siguiendo su recorrido a gatas llegó al aula de los niños más grandes de la escuela cuyo ingreso si bien estaba bloqueado tenía un pequeño margen para circular.

Al ingresar verificó que el ambiente fuera seguro, cruzó por el sanitario y al entrar en su aula una onda de calor y humo hizo que tosiera y tratara de contener el aliento.

La puerta que daba al pequeño jardín entre las aulas estaba abierta y ella recordaba claramente haberla dejado cerrada antes de salir a la huerta con sus estudiantes.

Su corazón se llenó de esperanza, tal vez esa era la señal de que su presentimiento era correcto.

Avanzó unos cuantos pasos más y la sensación de alivio hizo que un sollozo cortara sus palabras.

-¡MiSukie cariño gracias a Dios!

MiSuk Kim se hallaba sentada sobre la alfombra que los niños usaban para leer y sujetaba entre sus brazos a Muffin, el conejo del aula. Al escuchar la voz de su maestra, sus ojitos se llenaron de lágrimas y respondió con una vocecita:

-Hoy me tocó cuidarlo y lo olvidé por el susto ¡No podía dejarlo solito, no quiero que se muera como mi mami!

-No morirá gracias a ti Misukie pero ahora debemos salir de aquí antes que nos atrape el incendio.

-Mi papi debe estar afuera apagándolo con sus amigos.

-Seguro que sí hijita pero también debe estar preocupado al saber que seguimos aquí adentro.

-¿Vamos a buscarlo?

-Ok MiSukie ¿Ya no volverás a escapar?

-No Esmi, lo prometo ¡Palabra de bombero!

Esmeralda sonrió al escuchar la frase al suponer de quien la había aprendido la pequeña valiente. 

HEART OF FIREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora