PARTE 1 : EVERY LITTLE THING SHE DOES IS MAGIC

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-¡ Seokjinnie! Deja que les tome una foto ¡Se ven hermosos con sus hanboks! ¿Dónde está Esmi?

-Terminando de empacar las cosas para pasar las vacaciones de Seollal con halmeoni.

-Mamá se pone tan contenta cada vez que van a visitarla.

-Lo sé, abuelita adora pasar momentos con las niñas y Esmeralda.

-Tu esposa es una bendición de Dios y estos días son una buena oportunidad para agradecer a nuestros antepasados el haber permitido que Esmi llegará a nuestras vidas.

La aludida en la conversación llega vestida como el resto de la familia y al igual que nuestras hijas y mi madre se ve preciosa con el hanbok que mamá mandó a traer especialmente para ella desde Corea.

-¡Esmi hija llegas justo a tiempo! Vamos a tomarnos una foto para regalarsela a mamá.

-Disculpen por la demora estaba verificando que no se nos quede nada importante.

Esmi se para a mi lado, la tomo de la cintura y ella me mira con sus ojazos pardos donde siempre puedo encontrar mi lugar de paz y amor.

-¡Listo ya podemos irnos!

-¿Están seguras que no olvidan nada?

-Seguras papá hasta Motita tiene listo su equipaje.

El sobrenombre que le han puesto mis hijas a la imponente pastor alemán que brinca al lado de YeRim, la más pequeña del clan, hace que ría con ganas.

-Sukie "Motita" tendrá un serio problema de personalidad si siguen llamándola así. Su nombre es Sasha y aunque vive con nosotros no debemos olvidar que es una oficial canina del Cuerpo de Bomberos de Chicago.

-Ella es muy inteligente papá;mamá me ha dicho que Sasha es una superheroína y como la Mujer Maravilla o el Hombre Araña esconde su verdadera personalidad comportándose como nuestra mascota. Yo creo que como siempre, omma tiene razón.

No puedo refutar la lógica de la mayor del trío de Chicas Super poderosas Kim porque la valerosa Sasha del cuartel se pone en modo cachorra juguetona apenas cruza la puerta de casa.

-Es verdad MiSuk como siempre, omma tiene razón.

La sonrisa satisfecha de mi hija es cálida, plena y adorable gracias a las ventanitas que asoman en ella porque la belleza está en pleno proceso de muda de dientes.

Como en cada ocasión que vamos a visitar a abuelita la camioneta familiar adquiere la apariencia de una comparsa circense trasladando todos sus implementos y mundo mágico. Esta situación se multiplica por cinco en Seollal porque aparte del equipaje de las niñas, el de mi madre, Motita y la maleta que compartimos Esmi y yo (caso aparte es su estuche de cosméticos, cremas y botiquín) mamá contribuye al caos con los contenedores de comida que ha preparado en cantidades industriales para recibir a toda la familia que se reúne a celebrar esta fecha tan especial para los coreanos.

Mientras manejo con mis cinco sentidos puestos en la carretera que a Dios gracias no está cubierta de nieve como suele estar en esta espantosa época invernal sonrío escuchando la algarabía que llena la cabina con las canciones y juegos de las niñas: MiSuk de seis, Larissa de cinco y YeRim de dos años dirigidas por su mamá/maestra.

Motita participa con uno que otro ladrido y aullido que hace que las chicas mueran de la risa y con ellas Esmi, mamá y yo.

-Las pequeñas heredaron tu peculiar carcajada ¡Hasta Lari se ríe como tú! ¿No es asombroso?

-Lo es, fue lo primero que me llamó la atención cuando la vi por primera vez.

La alegría continua y Esmeralda invita a mamá a participar con alguno de los juegos tradicionales coreanos que mis chicas tanto disfrutan.

Por fin estamos llegando a la comunidad agrícola donde me crié y todavía reside una parte de mi familia. Un semáforo nos detiene y es aprovechado por Esmi para acariciar mi nuca desde el asiento trasero y asoma su rostro para ver si estoy bien.

-¿Cómo vamos teniente Kim? ¿Todo ok en la cabina de mando?

-Excelente como siempre aunque con un poco de tortícolis por la tensión de manejar en esa carretera que parecía pista de patinaje.

-Sabemos que estamos seguras en tus manos.

Debemos continuar y Esmeralda retira su mano no sin antes dar un ligero masaje a la zona adolorida.

Veo por el rabillo del ojo que mamá tiene un gesto de orgullo y complacencia en el rostro. Debo decir que mi madre es la fan número uno de Esmi y el detalle de Esmeralda de siempre cederle el asiento del copiloto aún cuando no vayamos con las niñas la hace más especial ante sus ojos.

El gesto de mi esposa hace que recuerde con nostalgia a JiYu, la madre de MiSuk que en alguna ocasión hizo un berrinche porque le pedí que se sentara atrás privilegiando el lugar a mi lado para su suegra que le perdonaba el desplante porque era muy joven y a pesar de tener ascendencia coreana desconocía muchos aspectos de la etiqueta de la tierra de nuestros ancestros que Esmi maneja a la perfección gracias a que se preparó como niña estudiosa cuando supo que conviviría con su futura madre política.

Hemos llegado a casa de la abuela y como siempre nos reciben mis hermanos NamJoon y TaeHyung.

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