La casa era una desastre cuando Allison llegó. Su familia la esperaba hasta el día siguiente, así que no podían estar más sorprendidos por verla cruzar la puerta esa mañana. Liam, su hermano, se enredó con la serie de luces que no parecía tener fin y su padre casi dejó caer la estrella del árbol que sostenía como si temiera que alguien pudiera arrebatársela. Ambos se volvieron al escucharla y pasado el asombro, se abalanzaron sobre ella para darle la bienvenida.
Hacía meses que no se veían, desde el verano en que la chica acudió a la presentación de chelo que su padre ofreció en uno de los teatros de la ciudad, de modo que tenían mucho de qué hablar para ponerse al día con sus vidas. Así se les fue la tarde, charlando en la sala, rodeados de un montón de adornos navideños que aguardaban a decorar el pino y más risas de las solían resonar entre las paredes de la casa.
Ya que no sería una visita prolongada, pues Allison debía volver a Múnich para los ensayos finales del ballet que estaba próximo a estrenarse, los días que pasó en casa de sus padres con los hombres que la criaron e hicieron de ella la mujer que era hoy día, se le antojaron cálidos y brillantes. La mañana de Nochebuena, visitaron la tumba de Faith y brindaron por adelantado con ella, quien nunca había estado ausente en las fiestas.
Más tarde, Liam los convenció de dejarle a él preparar el pavo con su receta especial y los otros se lo concedieron aunque una parte de ellos temía acabar cenando pollo frito del restaurante de comida rápida. No fue necesario, sin embargo, el asado salió a tiempo del horno y el sabor los dejó a todos impresionados. Entonces llegó la hora de abrir los regalos y como no podía ser diferente en una familia de músicos, hubo cuerdas, partituras, entre otras cosas, ocultas bajo las envolturas.
Su padre había sacado el chelo para interpretar algunas piezas y mientras lo preparaba, Allison se disculpó para hacer una llamada. Tomó tres tonos, pero Genzo respondió y a juzgar por lo animado que sonaba, le daba gusto que lo hubiera contactado.
—¿Lo están pasando bien allá? —preguntó, distinguiendo el ruido de una fiesta al otro lado de la línea.
—Vinimos al festival de Tollwood, ya imaginarás que Sho y Karl parecen niños en dulcería —Genzo explicó.
—Date un respiro, gorritas, no es bueno fanfarronear en exceso. Tú también has de estar pegando brinquitos con las atracciones y los shows musicales.
—Es divertido, hay varios juegos que valen la pena. La música no está mal, pero me quedo con los conciertos que ofrece cierta pulga —dijo y antes de que le pesara la vergüenza, añadió:— Ya he descifrado la segunda canción.
—¿Ah, sí? —Allison se interesó, volviéndose apenas al escuchar a su hermano llamándola para que se uniera a ellos—. ¿Y cuál es?
—La música de El castillo ambulante. No puedo creer que me confundieras enviando un fuego y un nabo como pistas.
—Lo que yo no creo es que no lo adivinaras con sólo esos dos emojis —se mofó—. Como sea, tengo que irme. Salúdame a todos y dales un abrazo de mi parte.
—No abrazaré a Schneider.
Allison sabía que lo haría, esos dos podían tener una de esas relaciones amor-odio en que a ratos se adoraban y en otros no se aguantaban, pero eran buenos amigos y seguro que la euforia del momento les ganaba para compartir un cálido abrazo.
—Feliz Navidad, Genzo.
—Feliz Navidad, Allison.
Y colgó. El portero se quedó mirando el teléfono algunos segundos después de que la llamada hubiera terminado, una sensación cálida extendiéndosele en el pecho, como si en pleno invierno pudiera sentir la calidad de los rayos del sol que hacían brotar algo hermoso. No sabía bien lo que era, si tenía nombre o eran sólo locuras suyas, pero así como le agradaba sentirlo también le asustaba y es que era la primera vez en su vida que venía a experimentar algo igual.

ESTÁS LEYENDO
Del odio al amor [Captain Tsubasa]
Fanfiction❝A veces se necesita más coraje que romance para llegar al corazón de las personas y Genzo Wakabayashi habrá de enfrentarse a la chica de sus sueños... o a la fiera de sus pesadillas. Dos humores explosivos, un arquero orgulloso y una chica sin pelo...