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Capítulo 10

Capítulo 10

Jenaden miró hacia la puerta por donde había desaparecido Sarubia. Pasó bastante tiempo y ella no mostró señales de su llegada. Le habló en voz baja al caballero que estaba junto a ella.

"Averigua a dónde fue la emperatriz."

El caballero inclinó la cabeza una vez y rápidamente abandonó el salón del banquete. Jenarden dejó escapar un pequeño suspiro y vio al duque y la duquesa de Bronard enfrente de sus ojos. Varios nobles ya estaban parados frente a ellos, rogando que les vea al menos una vez. Al ver esto, el ceño de Jenaden se arrugó.

Jenaden escupió una pequeña maldición para que nadie pudiera escuchar. Se dio la vuelta y trató de caminar hacia el otro lado. En ese momento, el caballero que había salido rápidamente entró al salón de baile y se arrodilló frente a Jenaden

"¡Su Majestad!"

"¿Qué está pasando?"

Jenaden levantó una ceja. El caballero lo miró con expresión de urgencia.

"... ¡Su Majestad la Emperatriz se ha desmayado!"

"¿De qué estás hablando?"

¿La emperatriz se desmayó?

Rápidamente salió del salón de banquetes con el caballero, dejando atrás el ruido de la multitud. Vió a los guardias al final del pasillo. Mientras se acercaba, vio a Sarubia con una tez pálida en los brazos de una asistente femenina.

"¡Sarubia! ¡Qué sucedió!"

"Escuché gritos en el pasillo, así que fui y miré y encontré a Su Majestad desmayada y a un hombre sosteniendo a Su Majestad."

"¿Un hombre?"

Cuando Jenaden preguntó, el guardia asintió. Miró directamente a un lado y ordenó.

"Tráelo aquí."

Dos guardias inmediatamente arrastraron a un hombre. El hombre arrastrado tenía la cabeza gacha. Jenaden escudriñó al hombre con ojos agudos. De dónde demonios salió Jenaden trató de regañar a los guardias, pero pronto se calmó y ordenó a los guardias que se pararan a su lado.

"Llama inmediatamente al médico del palacio imperial".

Se volvió y miró al hombre que estaba sentado sobre sus rodillas con ojos fríos.

"Levanta tu cabeza."

Movió los hombros ante las palabras de Jenaden. Dudó por un momento, luego levantó lentamente la cabeza. Jenaden, que lo había estado mirando con ojos helados, se quedó sin palabras en el momento en que vio la cara del hombre frente a él.

Se preguntaba por qué está frente a él el rostro del primer amor que ha estado buscando durante tanto tiempo.

Las yemas de los dedos de Jenaden temblaron.

Su cabello dorado ondulado. A diferencia de ella, tenía ojos esmeralda agudos, pero eran similares.

En el patio del conde, fue que conoció a su primer amor por primera vez, después de verlo, ella sonrió feliz y dijo: "¿Hola, Su Majestad?"

El hombre miró la expresión de sorpresa de Jenaden y luego sonrió. Miró directamente a los ojos de Jenaden y abrió la boca.

"Saludo a Su Majestad"

Se escuchó al doctor correr desde muy lejos. Jenaden solo podía mirarlo fijamente sin decir nada.

* * *

Un día, de repente apareció frente a Sarubia. Antes de darse cuenta, Elaine estaba al lado de Jenaden.

Sarubia no lo sabía. No, ella podría haberlo notado, pero podría haber tratado de fingir que no lo sabía. Sabía que esas miradas cariñosas iban y venían entre los dos sin que los demás lo sepan.