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Capítulo 64

Capítulo 64

Ha llegado el día de ir a Papilio, la capital del Reino de Saruman. Sarubia también empacó su equipaje entre la gente ocupada de la mañana.

"Ten un viaje seguro." Sarubia también".

Linnell instó, cargando todo su equipaje y alcanzando a Elaine que estaba a punto de irse. Sus ojos estaban llenos de preocupaciones.

"Sí, no te preocupes".

respondió Elaine, acariciando su mano. Entonces, Dianna apareció detrás de Linnell. En sus brazos dormía un niño muy pequeño y de aspecto lindo.

"Date prisa y saluda a tu sobrino".

"¿Cómo puedo saludar cuando estoy durmiendo? Regresaré a salvo. Lucy Bell".

Dianna asintió con satisfacción ante el saludo de Elaine. Luego movió con cuidado al niño a los brazos de Muton como si tuviera una idea y lentamente se acercó a Sarubia.

"Ten un viaje seguro."

"Diana, volveré sano y salvo".

"No es gran cosa, y traje un poco de medicina para hacer".

Dianna sacó algo de su bolsillo y se lo entregó a Sarubia. Era un paquete pequeño.

"Aún no soy bueno en la medicina mágica... Puse medicina de emergencia y una herramienta mágica."

Sarubia abrió el paquete y revisó el interior. Luego hubo una pequeña cuenta y medicina.

"Es una cuenta con magia plateada. Si algo sucede, rompe la cuenta. Luego, el hechizo de ocultación se activará durante aproximadamente una hora".

"Gracias."

A Sarubia le hormigueaba la nariz, tal vez por lo emocionado que estaba. Diana sonrió con picardía y agitó la mano para un viaje seguro.

Elaine se acercó a Sarubia y le hizo señas para que subiera al carruaje. Era su primera vez fuera del imperio. Mi corazón latía con fuerza y comenzó a latir. La tensión hizo que me sudaran las palmas de las manos.

"Está bien, te protegeré".

Elaine susurró, con un ligero toque en su espalda. Cuando su voz baja se escuchó en su oído, su mente extrañamente nerviosa se calmó rápidamente.

"Entonces volveré".

Los dos saludaron a sus familias e inmediatamente subieron al carruaje. La puerta se cerró y el carruaje corrió lentamente hacia la puerta.

"¿Estas esperando por ello?"

Elaine, sentada enfrente, miró los ojos chispeantes de Sarubia y preguntó. Sarubia no pudo responder la pregunta por un momento, pero pronto asintió suavemente.

"Sí."

Mirando a la ventana, añadió.

"Me siento como todo lo que he estado esperando por alguna razón".

Su rostro sonriente parecía algo sereno.

* * *

El carruaje corrió y corrió, llegando a la frontera con el Reino de Saruman. Había una montaña áspera en la frontera. Aun así, no fue difícil porque el camino por donde circulaba la carreta estaba abierto.

"Vaya, hace frío".

Mientras subía la montaña en un carruaje, una energía fría me invadió. Se instalaron en el último pueblo de la frontera e inspeccionaron el carruaje. El vagón estaba en buenas condiciones para andar sin parar.