Capítulo XIII

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Sasuke sostenía suavemente a su hijo recién nacido en sus brazos. A ningún otro macho se le permitió acercarse a Sakura, estaban solos en su casa. El parto era una experiencia muy privada la mayoría de las veces. Sakura no necesitaba la ayuda de ningún otro. Sasuke no se sorprendió cuando el escudo del bebé lo envolvió en lugar de empujarlo como era normal en la mayoría de los nacimientos. Sasuke se movió para mostrarle a Sakura su limpio y serpenteante hijo. Ella sonrió de oreja a oreja.

- "Estoy tan viva por dentro, Sasuke. Tan feliz. Desde que nuestro hijo te protegió, todo ha ido muy bien. Tal vez la conexión era todo lo que necesitaba".

También lo estaba Sasuke, aliviado de que todo hubiera ido bien en los últimos meses, excepto que Cobra mantenía las distancias. Nadie necesitaba proteger a Sasuke mientras estuviera con Sakura. Estaba apesadumbrado, pero se pasaron el tiempo conociéndose de una manera diferente. Sasuke enterró su cara en el dulce cuello de su hijo. La presión de dos punzantes y afiladas picaduras le sorprendió. Sasuke se alejó y se puso la mano en la garganta. Había sangre en las yemas de sus dedos. El efecto fue inmediato. Rápidamente puso al bebé en los brazos de Sakura y regresó volando de una fuerte ráfaga de energía.

- "Sasuke" - gritó Sakura. - "¿Qué ha pasado? "

Sasuke sintió que la sonrisa dividía sus rasgos. Se levantó y cerró los puños. Pulgada a pulgada, el gris de un escudo se deslizó sobre su cuerpo cubriéndolo de pies a cabeza. El poder lo envolvió. Era cada centímetro el guerrero que había sido.

Hola, amigo mío.

Era su escudo.

- "Sakura, es mi escudo. El polvo del escudo debe habernos seguido a casa y se ha instalado en nuestro hijo. No estaba muerto después de todo, el escudo no murió. El escudo esperó el momento oportuno. No me extraña que nuestro hijo pudiera protegerme. Todo este tiempo mi escudo ha estado con nosotros, conmigo, con él".

- "Esto es increíble".

Una mentira falsa sigue siendo una mentira.

Sasuke se rió. Mintió para deshacerse de su escudo. Cuando el escudo se separó, creció, nada muerto podía crecer. Al igual que hacen las plantas, el escudo entró en hibernación esperando a volver a crecer.

- "¿Cómo lo llamamos?"- preguntó Sasuke.

Movió sus garras hacia su pequeño hijo desde unos pocos metros de distancia. Después de un tiempo, el escudo del bebé le permitiría volver al lado de Sakura. Primero ella debía dormir. Sasuke dejó caer su escudo y se sentó cerca del final de la cama en su habitación.

- "Daisuke"- Sakura sonrió mientras decía esto. - "Tal vez un día en un futuro lejano él y la próxima generación tendrán su propia historia que contar".

- "Recuperé mi escudo, Sakura, pero lo arrancaré de mí otra vez si no te apareas conmigo. Prefiero envejecer y morir contigo que permanecer joven y perderte".

- "De vuelta al apareamiento, ¿eh?".

- "Tu elección. Siempre ha sido tu elección".

- "Entonces, ¿podría amarte durante sesenta años o más o amarte por la eternidad?".

- "Sí. Pero en mi defensa aprendí a cantar 'Twinkle, Twinkle Little Star'".

Sakura se rió.

- "Tú también cantas una canción de cuna encantadora".

- "¿Nos apareamos?".

- "Sí, pero no veo cómo con nuestro pequeño mono manteniéndote a raya".

- "Dale algo de tiempo. Pronto tendremos todo el tiempo del mundo".

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