declaración de guerra

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Rezaba por qué ella no pudiera sentir mis latidos a través de mis dedos, mi pulso estaba vuelto loco.

Haciendo lo mejor que pude para mantener una respiración estable, llegué a la pista de baile.

Pronto, encontré un lugar abierto en el anillo de parejas bailando, una vez nos colocamos en el sitio, extendí mi brazo derecho a su espalda mientras ella extendía su mano a mi hombro, ahora, solo faltaba aprender a bailar viendo a las demás parejas.

Aiz parecía estar pensando lo mismo que yo, puesto se encontraba viendo a todos lados.

Respiré profundo....y comencé a bailar con ella.

Algo lo cual fallo de manera casi inmediata.

-nnh"

-uwah!"

Casi nos caemos, nos estábamos tropezando cada que intentabamos bailar, estábamos batallando solo para mantener el equilibrio.

Pero poco a poco, nos acostumbramos, dejamos de mirarnos nuestros pies y nuestros ojos conectaron.

Fue solo una mirada, la cuál se mantuvo, los bellos ojos color amarillo de la bella espadachina no paraban de verse preciosos, nuestros pies comenzaron a adivinar y anticipar los movimientos del 'rival' cómo si de un combate se tratara.

-izquierda?"

-derecha porfavor"

Aún teníamos nuestros pequeños fallos, pero eran normales para ser nuestra primera vez bailando.

El tiempo se alargó y cuando me di cuenta mis pies estaban un poco adoloridos, aún así no quería parar de bailar.

Cuándo pasaban segundos me deleitaba de su belleza, los minutos pulian mis movimientos haciendome más experimentado en el baile, pudiendo hacer giros y movimientos más vistosos y difíciles, y cada hora, la gente más nos notaba.

No sé cuándo fue, pero kami se encontraba platicando con una Loki malhumorada, pero aún así no venían hacia nosotros para separarnos.

Paso algo?, Kami-sama normalmente es bastante celosa, normalmente intentaría taclear a Aiz-san y tomar mi mano para decirme algo parecido a "ahora bailaras conmigo".

Pero este par de diosas celosas, nos estaban mirando de lejos sin querer interrumpir, claramente celosas y Loki al borde de cometer un crimen de odio, pero se encontraban quietas.

Y cuando mis pensamientos cesaron, encontré de nuevo el hermoso rostro de Aiz, ella me sonrió.

-esta es mi primera"

-..mh?"

-esta es mi primera vez bailando"

Mire los labios de Aiz moverse, estábamos a la misma altura así que comunicarnos era fácil.

Se sentía raro, pero una sonrisa nació en mi rostro al escuchar esto.

-siempre había querido...incluso de pequeña"

Un murmuró que pude escuchar llegó a mis oídos, pero ella siguió.

-asi que estoy feliz, gracias"

Ella miró tímidamente hacia abajo.

Y la imagen que ella me regaló fue puramente hermosa.

Mi cerebro se atrofio, y cuando volví en mi, mis palabras salieron de mi cara color rosa.

-de nada...."

Cuando lo dije, pude notarlo, su cara que siempre tenía, de aquella dura espadachina la cuál se forjó en los lugares más peligrosos del calabozo, aquella que me entreno con mano Espartana, se había ido para dejar el rostro sonriente de una niña.

El <Último Héroe> Donde viven las historias. Descúbrelo ahora