Una Felicidad Única

159 128 0
                                    


Me sentía dichosa. Sentía como miles de mariposas revolotearan en mi estómago y por primera vez en mi vida me permití disfrutar de esta maravillosa sensación.


A mi mente viajaron los recuerdos incontables de los buenos momentos que he tenido a lo largo de mi vida:


Silica, mí padre y mi madre juntos sonriendo, Eugeo mí mejor amigo,pero sobre todo el más valioso de todos mis recuerdos era el de Kazuto, cuando niños. El día en que me había dado la esperanza de seguir con vida y todo gracias a ese par de hogazas de pan, de las que siempre le estaré eternamente agradecida .Todo esto nos lleva aquí y ahora en mi habitación, el lugar en donde me había entregado en cuerpo y alma al hombre que yo amaba tanto.


Es extraño como en un abrir y cerrar de ojos las cosas cambian. Por primera vez en mi vida, aceptaba la realidad, aceptaba el amor incondicional de un hombre al cual yo también amaba y al cual jure proteger con mi vida de ser necesario.


Lentamente fui abriendo mis ojos percibiendo la tenue luz que se colaba por la habitación.


Me encontraba acurrucada en el pecho de Kazuto y al sentirlo debajo de mi respirando acompasadamente (señal de que aún seguía durmiendo) sonreí al recordar lo que había sucedido anoche.Todos y cada uno de esos momentos vinieron a mi mente he hicieron que me sonrojara.


Poco a poco levante mi cabeza de su pecho y pude verlo durmiendo tranquilamente, se veía tan adorable con esa apariencia de niño pequeño.


De pronto me encontré hechizada observando su rostro detalladamente: Sus largas pestañas, sus cejas, sus mejillas aun sonrojadas, sus labios y la sonrisa que, sin saberlo, él esbozaba. Todos estos lugares que tanto me tenían hipnotizada, había comenzado a tocar con las yemas de mis dedos muy suavemente queriendo no despertarlo.


—Eres hermoso y eres solo mío, tanto como yo soy solo tuya— Dije susurrando y aun embobada observándolo dormir totalmente embelesada con mi mejilla recostada sobre mi mano que se encontraba recargada sobre su pecho, mientras con mi otra mano acariciaba su rostro.


Al pasar el lado contrario de mi mano por su mejilla él se removió un poco murmurando algo que no alcance a escuchar y lentamente fue despertándose abriendo perezosamente sus ojos, dejándome ver el mar azul de su mirada que tanto me tenía embelesada.


—Buenos días preciosa— Dijo regalándome una tierna sonrisa.


—Buenos días— Le respondí acercándome y depositando un beso en su frente-Perdón por despertarte pero es que no lo pude evitar...Te veías muy tierno durmiendo- Dije sonriendo a lo cual el me regreso la sonrisa.


********************************************************************


Así fue como como mi día inicio de buena manera y con una enorme sonrisa de oreja a oreja y un brillo especial en los ojos, no solo en mi sino en los de Kazuto también, ambos nos dirigíamos al comedor a desayunar con Fanatio, Yuna, la estilista de Kazuto , todo el equipo de preparación y Bercouli quien al notar nuestra mirada de tontos enamorados y nuestras manos entrelazadas se dio cuenta de lo que había sucedido por lo que nos sonrió socarronamente.


—Muy buenos días niños... ¿Durmieron bien ambos anoche, preciosa?— Dijo burlonamente guiñándome un ojo con una sonrisa medio macabra y moviendo sus cejas sugestivamente hacia nosotros.


—No molestes Bercouli — Dije algo irritada por la reacción de mi mentor.


—¡Oh vamos cielito!...Desde lejos se nota que lo han pasado de lo más lindo anoche.


—¿Cómo así Bercouli ?— Pregunto inocentemente y algo confundida Fanatio,

-Ohh... ¿Porque no le cuentan a Fanatio a lo que me refiero chicos?

*Juro que lo voy a matar, no lo torturare primero y luego lo matare...¡¡Maldito borracho!!* Pensé por dentro apretando mis puños y echándole a mi mentor la mirada más asesina de todas las que le había lanzado desde que lo conocí.

—Cállate . Bercouli No nos molestes he incomodes a Asuna— Dijo Kazuto tratando de calmarme y hacerme sentir mejor apretando mi mano y acariciando con el pulgar la parte de enfrente de esta a lo cual nuestro mentor se partió de risa haciendo que me pusiera roja de la pena y el enojo.

—¿Qué?... ¿De qué me perdí?...— Decía una y otra vez la pobre de Fanatio cruzándose de brazos indignada por la reacción de Bercouli y el que nadie le respondiera a su pregunta.

—¿Saben qué? No tenemos tiempo para juegos.Iré a preguntar cuanto falta para que lleguemos al Capitolio. Hoy tenemos una larga lista de actividades por cumplir desde la tarde hasta caer la noche y ... ¡Aaaayyy!... Casi se me olvida...¡Felicidades chicos!— Dijo corriendo a abrazarnos a Kazuto y a mí que habíamos pegado un salto por el gritito de emoción de Fanatio.

-¡Su boda será la mejor del año,ustedes déjenmelo todo a mí!....¡¡Uuuii, serán la envidia de todo Panem!!- Dijo dando saltitos y abrazándonos, llenándonos de besos a Kazuto y a mí.

Mi chico del pan miraba divertido a Effie por su loca y rara emoción por nosotros y nuestro compromiso mientras que yo solo podía fulminar a Bercouli con la mirada, quien se estaba agarrando la barriga doblándose de la risa al ver mi expresión, ,es decir... ¡¿Cómo se atrevía a decirle a Fanatio que me casaría con Kazuto?!... Todavía no lo anunciabamos frente a todo Panem y Fanatio  ya sabía de nuestro compromiso y a su vez los demás hay presentes se habían enterado del asunto incluyendo a nuestros estilistas que nos sonreían pícaramente y con emoción.

—Asuna...

—¿Qué?...aaa si perdona...¿Qué me decías Fanatio?

—Les estaba preguntando a ti y a Kazuto que si tendrían hijos— Al escucharla decir esto di un saltito del susto tapándome la boca, tratando de ocultar un grito de asombro.

—¿Qué?....q....q....q.... ¿Qué has dicho Fanatio?— Pregunte algo nerviosa y con las mejillas rojas como tomates.

—¿Que cuando pensaban tener hijos?— Dijo sin una pisca de humor y muy seriamente lo cual hizo que me pusiera pálida y me recorriera un horrible escalofrío por la espalda.

—¡¡Nooo!!...aaaa....quiero decir.... todavía somos chicos para eso y además aun no lo hemos pensado y...no creo...no creo que sea el momento para preguntar eso Fanatio— ¡Dios! No puedo creer que la gente se emocione tanto con los bebes y ese tema y para ser sincera yo jamás tendría hijos.

Sabía perfectamente bien lo que les pasaba a los hijos de otros vencedores y me aterraba la idea de que me arrebataran a mis hijos.Puede que me case con Kazuto pero de ahí en fuera no pensaba tener hijos nunca.

Tan solo de escuchar a Fanatio hablar sobre tener hijos prácticamente fue más que suficiente para mí y comencé a temblar y a palidecer. Me había mareado por lo que estuve a punto de desmayarme y si no hubiera sido por Kazuto que me sostuvo antes de perder el equilibrio, lo habría hecho.

—¡Hey!...Tranquila Asuna. Estas muy pálida solo había sido una pregunta nada más.

—Lo...lo siento me mare un poco...es todo...estoy bien, no te preocupes— Le dije a Kazuto sonriéndole tratando de tranquilizarlo.




////// Esta Historia Continuará //////



El Renacer De Una EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora