Distrito 12

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"Dime Kazuto ahora que tienes a nuestra querida "Chica en llamas" en tu vida y que a ambos les está yendo muy bien en el Distrito 12, incluyendo a sus familias ¿qué sigue para ambos? Es decir, ¿tienen planes para el futuro?... De ahora en adelante ¿qué es lo que crees que les depare el destino? ¡¡cuenta cuenta!!"...


Justo cuando Seijirou había llegado a la parte más importante de la entrevista todo el público comenzó a guardar silencio, atentos a lo que Kazuto estaba a punto de contestar, mi cuerpo comenzó a temblar de inmediato, a causa de los escalofríos que me recorrían entera y sentía un cosquilleo extraño en el estómago que a su vez era una rara mezcla de nerviosismo y felicidad.


Un sinfín de emociones chocaban entre si dentro mío, haciendo que mis manos sudaran y mis mejillas adquirieran un rosado tenue que gracias a la luz de los reflectores y de las cámaras no se alcanzaba a notar.Todo mi cuerpo sufría una extraña reacción que cada vez hacia que me impacientara y me sintiera algo inquieta e incómoda allí sentada en ese sillón, con Kazuto a mi lado.


—Bueno Seijirou he pensado mucho en el futuro que nos depara a Asuna y a mí y sabes... — Kazuto  suspira y se aferra mi mano con fuerza y, por increíble que parezca, tratando de ordenar su mente y sus ideas para decir las palabras correctas.


Cuando volteó a verme con esa expresión de ternura, emoción y nerviosismo en su cara provocó que tragara en seco, aumentando más mis nervios y lo inquieta que ya me sentía. Así que para que no se notara tanto mi inquietud le sonreí, oprimiendo levemente su mano para animarlo a continuar.


—Quiero decirles a todos los presentes en esta entrevista que mi vida no tendría sentido sin esta hermosa mujer que tengo a lado mío. Mi Asuna, a quien yo le debo más que mi vida, mucho más que mi propia existencia. Quiero decirle a todo Panem y quien me esté escuchando donde sea, que ella ha sido y siempre será mi fortaleza día con día, a cada segundo, a cada minuto, a cada instante.


Suspira y sonríe al verme a los ojos.


—Asuna, quiero decirte a ti, la niña de la quien yo he estado enamorado desde hace tiempo atrás, que pese a las circunstancias y todo lo que nos ha pasado, tú mi dulce mujercita has permanecido junto a mí en todo momento y por esa razón estoy eternamente agradecido con el destino por haberte puesto en mi camino. La vida no se mide en años sino en aquellas personas que forman parte de ella y mi vida, esta vida es maravillosa cuando te tengo a mi lado Asuna y no sé dónde estaría o que haría yo sin ti. Eres todo lo que siempre he soñado y lo que siempre he querido tener... eres más que perfecta. Eres mi mundo entero — Lo que Kazuta había dicho me llegó directo hasta el alma y... ¡¡Oh dios mío!!... Mis ojos comenzaron a picarme a causa de las lágrimas que estaban a punto de salir.


*Asuna ni siquiera lo pienses... No vayas a llorar, no vayas a llorar, a ver, respira, respira, respira... *Me decía a mí misma mentalmente, tratando de contener las lágrimas abanicándome el rostro con las manos.


*Maldita sea* Pensé. Por qué Kazuto tenía que ser tan dulce, tan... ¡Tan así!


Esto en verdad le estaba causando estragos a mis ojos, que intentaban contener por todos los medios las lágrimas y que a su vez el leve color rosado en mis mejillas se tornara rojo carmesí que ya en ese punto, no podían ocultar las luces de los reflectores...¡¡Oh si señores y señoras!!, Asuna Yuuki estaba a punto de llorar y se había sonrojado frente a todo Panem. ¡Que felicidad!, ¿No creen? (nótese el sarcasmo espontaneo).

El Renacer De Una EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora