La Entrevista

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Ya llevábamos más de media hora en la entrevista, entre risas del público y comentarios tanto de Seijirou Kikuoka como de Asuna y yo, que hacían que todos los que estaban ahí presentes brincaran de la emoción y rieran al escuchar algo gracioso (ósea todo les causaba gracia).


No podía apartar los ojos de mí pequeña Asuna:


El hermoso vestido azul turquesa que llevaba puesto se ceñía exquisitamente a la perfección a las curvas de su cuerpo dándole una apariencia estilizada y perfecta, sus labios tenían un color carmesí que me invitaban a probarlos cada vez que ella hablaba y un precioso rosa pálido aparecía en sus mejillas cada vez de que se sonrojaba. El brillo especial de su mirada era el último toque perfecto para a completar su belleza que me dejaba anonadado casi durante toda la entrevista, realmente estaba lo que le seguía de preciosa...ni siquiera ese término era suficiente para expresar lo hermosa que lucía, era como estar casi cerca del sol pero mucho mejor.


Sin darme cuenta la entrevista finalmente estaba tomando un rumbo un poco más serio...


—Bueno chicos permítanme decirles que nos sentimos contentos de tenerlos de nuevo por aquí y debo admitir que nos honran mucho con su presencia, hoy ustedes brillan más que una estrella aquí en el Capitolio ¿No es así?— La voz de Seijirou retumba por todo el lugar animando a toda la audiencia a vitorearnos y aplaudirnos.


—Bueno Seijirou es un gran honor en realidad para nosotros estar nuevamente aquí, realmente es una emoción que no se puede expresar con palabras— Respondí lo más emocionado que podía sonriendo para las cámaras y el público en general.


La verdad es que siempre había tenido un don para las palabras pero era estresante tener que fingir frente a las cámaras que me sentía dichoso de estar en este lugar en donde casi acaban con la vida de Asuna y la mía por lo que trataba de mantenerme sereno y bajo control, pues un paso en falso haría que inmediatamente nos mandara a ejecutar a todos sin importar el precio.


—Si ya lo creo que si Kazuto y dime Asuna. Sí no te molesta ¿Puedo llamarte así? ¿Puedo?— Decía  Seijirou con voz melosa, rogándole como niño a Asuna.


—Hay  Seijirou claro que puedes— Dijo mi chica regalándole la sonrisa más falsa que haya visto jamás en toda mi vida. Sabía perfectamente que por dentro ella estaba más que incomoda y a punto de explotar, tanto era así que podía notar que intentaba contener las ganas de golpear a Seijirou   hasta romperle la nariz.


—Jajaja bien Asuna, cuéntame ¿Cómo les ha estado yendo en la Aldea de los Vencedores? Por lo que puedo notar la vida ahora los ha estado tratando bien, porque ambos lucen ¡¡Fabulosos!!


—Sí. Para serte honesta, somos muy afortunados y la verdad es que gracias a la generosidad del Capitolio no ha estado yendo de maravilla y tanto Kazuto como yo nos sentimos feliz mente a gusto en nuestro nuevo hogar, ahora mi familia tiene una mejor lugar donde vivir y la comida no nos hace falta, pero lo mejor de todo es que tengo a Kazuto a en mi vida, quien se ha convertido en mi mayor felicidad cada día más y más— Suspira y sonríe volteándome a ver y cuando veo sus ojos noto que todo lo que dirá a continuación viene desde el fondo de su corazón:


—Quiero a Kazuto con todo mi alma y me hace tan feliz tenerlo junto a mí, de no haber sido por él y las tantas veces que ha salvado mi vida yo probablemente estaría muerta ,me siento...me siento realmente afortunada de tener a un hombre tan perfecto, dulce y tierno como él a mi lado...lo amo con todo mi ser— Al momento de decir lo último se sonrojo demasiado (pues para ella era más difícil expresar lo que sentía) y a su vez soltó una risita nerviosa, que hizo aún más tierna la situación.


Fueron tan sinceras su palabras que mi corazón brinco de la emoción y que por un momento me olvidara en donde estábamos, un espacio en donde solo existimados ella y yo y todo a nuestro alrededor no importara en lo absoluto, solo Asuna y yo.


—¡¡Aaaaawww, que lindos!!


—Que tiernos...


—Que lindos...


Se podían escuchar suspiros y cursilerías de todo el público por todo el lugar. Yo solo me dedicaba a estrechar a Asuna en mis brazos, acariciando su hermoso cabello suelto, que le caía en ondas con una bonita horquilla atorada en este, depositando besos su cabeza, su carita, sus mejillas y por último en sus labios, que a su vez expresaba todo lo que sentía por ella.


—¡¡Oh dios!! Chicos, van a hacer llorar a este viejo sentimental. Es simplemente adorable realmente adorable ver a una pareja de enamorados trágicos como ustedes dos...que ternura...que ternura en verdad!!— Dijo  Seijirou secando un pañuelo para limpiarse las lágrimas de forma teatral, seguido de todo el público que suspiraba y lloraba de la alegría.


—Bueno ahora toquemos un tema importante que yo creo que a todos nos encantaría escuchar.— Dijo reponiéndose en su asiento, tomando una postura un poco seria.


—Dime Kazuto ahora que tienes a nuestra querida "Chica en llamas" en tu vida y que a ambos les está yendo muy bien en el Distrito 12, incluyendo a sus familias ¿Qué sigue para ambos? Es decir ¿Tienen planes para el futuro?. De ahora en adelante ¿Qué es lo que crees que les depare el destino? Cuenta cuenta!!!— Decía el presentador  Seijirou Kikuoka muy emocionado; el público había guardad completo silencio, casi aguantando la respiración, atentos a todo lo que fuera yo a decir.


Justo en ese momento había llegado la hora de dar un paso hacia un nuevo comienzo, un cambio en la vida de Asuna y la mía. Momento para también mantener a salvo a nuestras familias y seres queridos. Si esto no convencía y calmaba a la gente en los demás distritos, Snow sería capaz de hacer cualquier cosa por eliminarnos a todos.


Ahora era el momento de usar las palabras correctas y dar una excelente actuación que a su vez se convertía en una maravillosa noticia, rogándole a dios por que Snow terminara por convencerse de que nuestro romance era real.





////// Esta Historia Continuará //////

El Renacer De Una EsperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora