My Girl - Eddie Munson

012

-Bueno, van a tener que quedarse aquí hasta que ideemos un plan, es el lugar mas seguro- Dijo Dustin

-Mientras la policía no nos encuentre..- Dijo Eddie mirando hacia abajo.

-Hablando de eso.... tu tío me dijo que si te encontraba te dijera que sabe que ustedes no fueron- Exclamó Robin

Ninguno de los dos contestó

-Bien, trajimos algo de comer- Dijo Robin despues del silencio incómodo

Sacó algunos snacks y desesperadamente Eddie y yo comenzamos a comer. Ninguno de los dos emitio mas sonido que el de las frituras siendo maticadas.

-Es hora de irnos, hay que seguir haciendo cosas- Dijo Dustin -Volveremos, claro, pero tenemos cosas que hacer-

-Okey okey, vayan- Dije con una sonrisa algo falsa.

Se fueron todos, quedamos el y yo.

-No estoy bien- Me hundí en un abrazo de Eddie al decir eso.

-Lo sé linda-

Mis mejillas se sonrojaron y sentia el calor en ellas, menos mal que no me estaba mirando.

De repente me separo de su abrazo bruscamente y al verme sonrió.

-Sabia que eras un tomate debajo de ese abrazo-

-Eso por decirme linda- Dije tapandome la cara.

-Linda linda linda linda- Decia mientras me hacia cosquillas y no paraba de reír.

Yo se que intentaba hacerme sentir mejor, y en serio lo lograba.

-¿No hay nada para comer? No me alcanzaron las papitas- Dije mirando hacia los lados

Eddie levantó las cejas y sonrió señalándose a si mismo a lo que reí. Nos acercamos y justo antes de que nuestros labios se tocaran dijo -Voy a buscar algo para comer- con una sonrisa pícara

-No me dejes con las ganas- Dije con cara triste, Edds se dio vuelta y volvió conmigo.

Nos dimos un beso suave, un beso tierno, eran de mis favoritos.

-Ahora si, voy a ver si hay algo para comer- Me agarró de la mano y fuimos hacia la cocina.

No había mucho, tan solo unas latas. Me puse a buscar entre ellas, agarré una y mire a Eddie con una gran sonrisa.

-Lentejasssssss, las amo- Dije todavía sonriendo

-Lo sé-

Perspectiva de Edds

¿Como podía ser tan perfecta?

-Sos muy linda nena- Su sonrisa con dientes se convirtió en una sin dientes y sus cachetes se pusieron muy rojos.

-Basta, que parezco un tomate-

Buscó un abrelatas y abrió la lata de lentejas, encontró algo de sal y condimentos y lo puso en un plato de dudosa higiene.

-Mira este banquete- Sonrió y agarró dos cucharas

-Odio las lentejas- Dije agarrando una cuchara y guardandola nuevamente.

-Mentira-

-Verdad-

Abrió la boca haciendose la sorprendida y ofendida agarró su plato de lentejas y se fue al sofá.

-¿Tanto te vas a enojar?- Pregunté a lo que me miró y levantó las cejas.

Sonreí y me acerqué a hacerle cosquillas, al principio intentaba no reírse pero no se resistió.