Volviendo de la prueba 1

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La oscuridad volvió a invadir todo de repente. Y poco después despertamos todos en frente de la puerta y esta desapareció. Me sorprendí y me llevé la mano a la cabeza pues había sentido mareo.

Bajamos al salón y nos sentamos, estábamos agotados. Hablamos de la experiencia del laberinto.

-Pensaba que no iba a salir de ahí. Lo peor fueron las serpientes.-dijo el de los ojos castaños.

-¿Serpientes?-pregunté extrañada.

-También había un montón de cuchillas en un tramo. Me corté pero no se cómo no me hicieron pedacitos.-comentó el de los ojos azules enseñando los cortes que llevaba por todos sus brazos.

-Y tramos del laberinto daban a unos acantilados, casi me caigo varias veces.-habló el de los ojos miel.

-Pues yo no he visto ningún obstáculo.-me encogí de hombros, supongo que había tenido suerte.

Observé el reloj, iban a ser las ocho de la mañana puesto que asomaba luz en la ventana. Sonaron las campanadas del reloj de péndulo y con cada campanada un chico iba cayendo y perdiendo la conciencia hasta que me tocó a mi que estaba yendo directa al suelo pero perdí la visión y la conciencia antes de chocar contra él.

AtrapadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora