Capítulo seis.

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Salimos de la frontera rumbo a Incheon.
Desinteresadamente antes de partir eché un ojo a la caseta y no estaba el Señor Park... supuse lo vería al anochecer.

El día de hoy tenía reunión con el alcalde, quería saludarle personalmente y llevarle un presente ya que ocuparé volar por su territorio sin problema alguno y su base militar me servía para ocultar mis vehículos así que Jeon organizó todo para llevarle algo discreto y vulgar... completamente igual a Él.

Durante todo el camino me dediqué a dar ordenes... odiaba los errores. Jeon memorizaba lo que tenía que hacer y ordenaba por radio los movimientos exactos que cada uno debía realizar.

Ajuste mis guates de cuero a mis muñecas sintiendolos demasiado ceñidos dándome seguridad al bajar del vehículo y dirigirme a la residencia del alcalde cerca de una base militar.

Vi llegar por mi costado izquierdo a Jeon el cuál miré de reojo. Asentí discretamente y Él extendió su brazo acercandome el móvil.

-----¿¡Creí que no responderías mi llamada preciosa!?. Escuché la asquerosa voz del alcalde Woo.
-----Mi voz se escucha mucho mejor en persona... ¿porqué no ordena a sus muchachos que nos abran la puerta y conversamos?. Una horrible carcajada resonó del otro lado del móvil.
Por supuesto que sabía que me encontraba frente a su residencia maldita basura.

-----Personalmente lo haré. habló extasiado dándole fin a nuestra llamada.

-----¿Jeon?. Giré el cuello a mi costado mostrándole lo repulsiva que había sido esa llamada------¿Sí mi señora?. Respondió.

-------No te apartes ni un sólo segundo de mí... este tipo es mano larga y yo muero por cortarselas.

La risilla de Jeon fue música a mis oídos devolviendome la cordura antes de cerrar el trato con la bestia asquerosa esa. Jeon saludó cordial y caballeroso a los guardias de la entrada.

------¡Bienvenida Señorita!. Una gran reverencia me hizo entender que sabían perfectamente a quién tenían al frente y lo que este trato costaba.  Eso me dejó un tanto tranquila y demasiado excitada al confirmar que temían a mi nombre.

Abrieron esas enormes puertas de metal por las cuales salió a recibirme el ser mas horroroso de esta linda ciudad.

-------Alcalde Woo... un gusto saludarlo.
Mis hombres hicieron reverencia a este hijo de puta y pude notar su aire de grandeza... ¡maldito cerdo!.

-------Eres más hermosa de lo que todos han logrado describir... el gusto es mío preciosa.

Hizo el intento de saludar de mano pero mis brazos cruzados fue la respuesta a sus modales neandertales. Apreté con fuerza mis dientes y sonreí... sonreí muy apenas sin apartar la mirada de la suya en un conflicto de egos.

-------¿No me invita a pasar... alcalde?
-------¡Éstas en tu casa preciosa!... ¡adelante!.

Llegue a una gran sala de estar con enormes sillones de piel en color negro y horribles cuadros familiares de madera costosa.
Que incómodo traerle un par de prostitutas con los rostros de sus hijos y esposa de fondo. Me dio repelús.

Tomé asiento en el enorme sillón y discretamente ordené a Jeon que se sentara junto a mí dejando al Alcalde sin otra alternativa que colocarse frente a nosotros.

-------No puedo dejar de admirar tu belleza... es usted... única en su especie.

Una palabra más y no podré disimular lo mucho que me repugna su voz y su maldita presencia.

Sonreí con falsedad haciéndole creer que sus halagos sufrían efecto en mí persona pero desvíe el tema a algo más importante... trabajo.

--------Se que es muy temprano pero he traído un obsequio para usted... si me lo permite, claro.

Magnolia +18 JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora