Magnolia +18 JJK

Capitulo Cuatro.

Me detuve adolorida del alma frente a las ruinas de lo que un día fue mi hogar.

Frío, solitario... sanguinario como sea, eso no importaba. Este lugar no solo fue mi hogar, también fue hogar de las personas que salvaron mi vida, esas doce personas que sobrevivieron a mi lado para darlo todo por mí, aquí reímos y lloramos, sufrimos hambre por unos meses mientras encontrábamos el dinero que Papá tenía oculto y renacimos de la obscuridad. En un día lluvioso y frío donde el alcohol barato nos brindaba calidez descubrí la fortaleza y dureza de estos hombres que sin pedirlo me dieron la valentía para aferrarme a vivir y no suicidarme como lo planeaba cada noche.
Siempre fuí un niña mimada, lo tuve todo a mi alcance y eso me molestaba, recuerdo cuanta rabieta por una vida "Normal" hasta que aprendí a valorar el esfuerzo y sacrificio de mi gente, de mi nueva familia.

1 año antes.

Deberíamos parar. Susurre en su cuello.

Las ilusiones que rondaban en mi mente me jugaban sucio y es que para que tener ese afán de ilusionar mi corazón a sabiendas de lo que eso significaba; Un trágico amor con un trágico final y para ser sincera por más que luchara por esto, lo que sea que teníamos el único final seguro que tendremos en esta tragicomedia es la muerte de uno de los dos y la desdicha de que uno sobrevivirá para ser patéticamente infeliz cada día de su vida.

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-------Shhh. cubrió mis labios con sus largos dedos.--------Déjame hacerte el amor. Besó con ternura mi cuello.

Mis ojos cristalinos y entrecerrados observaban con dulzura su anatomía, la forma ancha de sus hombros y el rosado en sus orejas que resaltaban entre su negra cabellera. Sus brazos bien trabajados pero no musculosos y un sin fin de venas rodeándolos, parecía asfixiante.

Una gota de sudor calló en mi frente sacándome del trance hipnótico del que había sido presa topandome con sus obscuros y gatunos ojos.
Tan lento, tan pausado, tan insano sabía la forma en la que me penetró por primera vez esa noche.
-----------Eres tan linda. Acarició mi mejilla.
El ritmo con el que me penetraba era tan lento y suave que lo único que lograba era que quisiera sentirlo más, la dulzura de sus caricias en mi cuerpo y la miel que esparcía con sus tiernos besos me estaban llevando al borde de la locura y mi corazón sentía morir. A mis veintitrés años era la primera vez que me hacían el amor, era la primera vez que me sentía amada en la cama. Él me miró fijamente y me sonrió... sus ojos se achicaron y sus mejillas se abultaron dejándome ver lo tierno que el hombre que quería asesinarme podría llegar a ser.

Era la primera vez que me sentía expuesta, totalmente vulnerable ante cualquier persona, me sentía una tonta enamorada en sus brazos, le besé le besé con veneración y con todo el amor que podría ofrecerle. El día de hoy quería adorar no sólo su cuerpo si no también sus preciosos labios y el amor que demostraba hacía mí que no le quedara duda alguna de que esto es mutuo.

Mordió mi cuello y no pude aguantar más, me moví sigilosamente hasta quedar encima suyo dejándo mi cuerpo desnudo por completo a sus ojos, una de tantas veces más... siempre he sido devota de mi cuidado personal, ¿Por que? sencillo, tuve que acostarme con muchísimos hombres y un cuerpo bien definido, piernas largas y buen culo es una oferta tentadora. No lo hacía por gusto hasta que la relación si es que así se le puede llamar, entre Min Yoongi y yo surgió, en ese entonces supe que debía parar y no por otra cosa en especial si no por la simple razón de que quería entregarme única y exclusivamente a él. Para que me engaño... Estaba locamente enamorada de Él, lo he estado desde el inicio... lo he amado desde el primer momento que lo vi, desde el primer momento en que él me observo de pies a cabeza... desde ese día le pertenecí. No hubo hora y día después de sentirlo dentro por primera vez no quisiera estar con él me juré darle la exclusividad y me prometí que nadie más nunca tocaría mi cuerpo por supuesto haciendo más difícil los negocios. pero una cosa que entendí es que si me encaprichaba con algo lo conseguía a base de esfuerzo, trabajo, sangre y no por que un par de tetas al aire cooperaran en este medio. Me volví fría y sanguinaria ganándome el respeto y veneración de los socios dentro del negocio, pero como toda empresa hay rivales, envidia, machitos con aires de grandeza que no toleran que una "mujercita" tenga los huevos mejor colocados que ellos, no soportan que una "Niña" como yo pueda cerrar tratos en las fronteras.