cuatro

665 100 16
                                    

Se sentía irreal todo esto.

Iván estuvo con pibes lindos, o más bien se besó con pibes lindos; pero Rodrigo era otra cosa. No mala, claramente no, Rodrigo era muy hermoso. Iván no podía evitar pensar que le parecía sumamente atractivo, mezclando sus emociones hormonales por lo que había pasado minutos atrás; diciéndose mentalmente que le gustaría ver más a detalle lo lindo que podría llegar a ser.

Pero sus ojos. Quería verlos, los anteojos se los impedía. Pero no se los quiso sacar; si Rodri no lo hacía primero, Iván no iba a meterse en eso.

Música fuerte de cualquier género musical que se te venga a la mente. Rodrigo e Iván bailando, o bueno, Iván intentando bailar.
Al principio se fue creando nuevamente esa burbujita de confianza, dónde sólo permanecían las manos en la cintura y las de Rodri en los hombros de Iván, mientras cantaban partes que se sabían de alguna canción y eran para bailar de chill, tranqui. Hasta que el ambiente y la música comenzó a cambiar después de unos minutos, llevándolos a intentar pegarse más y sonreír cuando se miraban.

Las manos de Iván eran como un especie de imán que no se despegaban de la cintura ajena, llegando a moverse al ritmo que Rodri; movimientos lentos de cadera chocando de a poco su pelvis en Iván, creando un ambiente tenso entre ellos dos. Las sonrisas habían desaparecidos y eran solos ojos caídos y miradas por parte de Iván queriendo insinuar algo.
Iván se le tiraba como podía al cuello, sin hacer algo más que besarlo suavemente. Rodrigo había cambiado las posiciones de sus manos, ahora estaban en la cintura de Iván, mientras este buscaba de forma traviesa entrometerse con su mano abajo de la ropa, para tocar su piel. Rodrigo mantenía sus ojos cerrados, sin pensar en nada, absorbiendo el aroma de Iván mezclado con un tal perfume rico.

Sintió apenas frío cuando Iván se separó, pero no por mucho, ya que nuevamente se le acercó para intentar besarle los labios y Rodri se apartó como siempre, tirando una leve risa.

Se casi abrazaron otra vez, comenzando por parte del más bajo esos nuevos movimientos de cadera al ritmo de la música que de a poco bajaba de intensidad.

— no me la podés complicar tanto.— murmuró en su oído, dándole escalofríos. Carre pensó en lo linda que se escuchaba esa voz.— ¿te podés siquiera sacar los anteojos?

Rodri no la pensó y se los sacó, alejandose apenas sin romper el abrazo, viendo los ojos de Iván. Sonrieron tímidos.

— boludo son muy lindos tus ojos.— sí, lo eran. No solo por el color sino por su forma. Iván admitió mentalmente que era la cosa más linda que pudo ver durante la noche, además de la sonrisa de Rodri.

Iván volvió a acercarse para besarlo, no quería parar, pero como siempre el contrario se alejó.

— vení, toi' re cansado.— dijo Rodri. Se lo llevó a la barra, sentandose en las sillas y pidió algo para tomar.

No podía sacarle la vista de encima. Era un pibe tan lindo. Quería besarlo de una buena vez.

Observó cómo Rodri tomaba un shot, dejando el vasito en la mesa. Lo miró para después decirle algo.

seguí intentando, lindo.

sobre vos | rodrivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora