𝗟𝗨𝗩𝗦𝗢𝗟𝗗 | RENMIN

luvsold 3/9

Hay un silencio extraño cuando Mark deja a Renjun en su dormitorio, casi demasiado espeluznante mientras se quita los zapatos y continúa, deslizándose hacia su propia habitación para ver si Jaemin ya está escondido entre sus sábanas, roncando levemente con las extremidades extendidas de su cuerpo sobre la cama.

Renjun siempre ha estado asombrado de cómo duerme Jaemin. A veces ocupa toda la cama y separa los labios mientras descansa profundamente, luego otras noches simplemente se envuelve alrededor de una almohada y tararea antes de quedarse quieto y dormido, con la voz y el cuerpo en silencio durante la mayor parte de la noche.

Tener un compañero de cuarto como Jaemin significa mucha observación.

Está ocupado consigo mismo, moviéndose constantemente y encontrando algo que hacer, pidiéndole a Renjun que se una cuando puede o cuando Jaemin puede sentir que Renjun quiere hacerlo. También pasará casualmente gran parte de su tiempo en la cama de Renjun, sentado en el borde, con las manos debajo de la manta de Renjun mientras trata de mantenerse caliente. Rogar por calor es una de las cosas favoritas de Jaemin.

Si Renjun pudiera pensar en ello para siempre, lo haría. Se pregunta si Jaemin realmente se mantiene ocupado con pensamientos similares sobre ser tocado y amado de la misma manera en que piensa Renjun- con manos cálidas en la parte inferior de la espalda y en el pecho, con alguien sentado en su cintura y besando la piel de su cuello, riendo mientras su lengua se encuentra juguetonamente con las palpitaciones que laten allí.

—¿Estás en casa? —escucha a Jisung preguntarle mientras se frota los ojos.

—¿Por qué no estás en la cama? Es tarde. —Renjun se pone de puntillas para agarrar su vaso favorito, volteándose para llenarlo con agua.

Jisung simplemente se encoge de hombros y se encorva contra la encimera, manteniendo los ojos fijos en Renjun mientras un silencio vacío se mueve a través de ellos. Parece un poco preocupado, como si quisiera decir más, o como si supiera algo que no debería y por eso... Renjun se vuelve hacia él.

—Sólo pensé que vendrías a casa con Jaemin.

Los oídos de Renjun se animan cuando escucha el nombre.

—¿Él no está aquí?

Jisung niega con la cabeza.

—No. Le envié un mensaje de texto antes, pero no respondió.

Renjun sólo camina hacia adelante y le susurra buenas noches al más joven, diciéndole que se vaya a la cama y que no se preocupe, prometiéndole que Jaemin regresará pronto a casa. Odia preocupar a los demás.

Pero, tan pronto como llega a su habitación, Renjun marca el número de Jaemin con el corazón latiendo más fuerte que cualquier cosa que haya sentido antes. El ritmo es inquietante y desearía que Jaemin estuviera a su lado, riéndose y siendo irritante en lugar de estar lejos y preocupar al resto de ellos en el dormitorio, pero aquí está Renjun, de pie con la mano en la cadera mientras golpea el suelo con los dedos de los pies. , esperando desesperadamente a que Jaemin conteste.

No consigue nada.

—Maldita sea.

Lo intenta de nuevo. Nada.

Luego, la puerta se abre y Jaemin entra con el cabello desordenado y la camisa estirada. Los hombros de Renjun caen de alivio.

—¿Dónde diablos has estado? ¿Por qué no has respondido el maldito teléfono?

Jaemin frunce el ceño mientras busca en su bolsillo trasero, sus propios hombros se desinflan mientras trata de desplazarse por sus notificaciones. Las ve por unos momentos y luego mira a Renjun con un par de ojos tristes.