Capítulo 8

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-No me busques por las noches en la lumbre de tu fragua, que estoy en los altos pinos cantando alabanzas.

~Felix~

En medio del bosque estaba esa alma en pena, un amor que jamás encontraría, el cielo estaba en guerra con el infierno, el Ángel del cielo miraba como los truenos caían en la punta de los pinos, de ellos desprendía un olor magnífico. Los pájaros cantaban su melodioso canto, todo era paz excepto para ese Ángel quien decidio abandonar su reino para encontrar a su amado, pasó un siglo buscando ese corazón que sólo a el le pertenecía, su furia se hizo presente al darse cuenta que el hilo que lo unía a él ya no estába, se había extinguido por tantos años en soledad, se reprimió tanto que le dolia.

- ¡¿Dios porque me haces esto?!- Reprimió un grito.- ¡Lo amo!.... ¡Amo a Jungkook!- Respiró tratando de tranquilizarse.- ¡No me hagas esto!

El cielo se puso triste al ver a este Ángel sufriendo, el dolor llegó por todo el mundo haciendo una tormenta llena de relámpagos, uno tras otro eran mandados por el, al no poder ser rescatado de tanta soledad, el hueco en su corazón se hacía cada vez más grande, necesitaba a ese hombre. Lo necesitaba tanto.

Sus Alas se expandieron y una luz provino de ellas, era su mayor fuerza, la luz. Esas Alas blancas y hermosas cautivaron a ese Demonio de nombre Jungkook, el hombre de su vida, al que siempre amara. Respiró profundamente al notar que tal vez todo había acabado, el estaba ligado a otro Ángel, un ser de su mismo reino.
De pronto unos brazos lo ayudaron a levantarse, otro Ángel del cielo le dio palabras de consuelo y entendió que solo tenía que hacer algo, lo último que no podía echar a perder.

- Debemos mandarlo al infierno.- Miré a ese Ángel.- Mejor no, debemos destruirlo, debemos hacerlo polvo.

- ¡Haré lo que sea por Jungkook!- El tomó mis manos y deposito un beso en cada una de ellas.- ¡Ayúdame!

-Querido hermano.- Me miró con preocupación.- No te debes preocupar por nada, yo haré el trabajo, pero tendrás esa felicidad que te pertenece.

- DongMin no permitas que me separen de él.- Me tomó en brazos dando consuelo a mi dolor.- No lo permitas.

....

~Jm~

El cielo gritaba por tanto dolor de Felix.

Suspiré al ver caer las gotas en la ventana, los truenos se hicieron más evidentes, el dolor que el sentía era desagradable.

-¿Por que estará lloviendo tanto?- Jungkook estaba al lado de mi observando por la ventana.- ¿Por que llueve así?- Me miró.

- Un Ángel esta triste.- Me miró confundido.- Solo los Angeles más puros pueden provocar esto.

-¿A que te refieres con puros?- Miré sus ojos y desprendían un brillo muy peculiar.- Dime.

- Entre más grandes sean tus Alas más pureza tienes en el alma.- Sonrió y se sonrojo.- ¿Por que te pones así?

-¿Te refieres al amor?- Asentí.- ¿Tu me amas?

- Si Jungkook, estoy enamorado de ti.- Se acercó y beso mis labios, al separase lo miré.- Se que harás lo correcto.

- ¿Puedes darte a conocer entre nosotros?- Pregunto y sonreí.- ¿Podrías?

-Si, pero no quiero.- Suspiré y me levante.- Me gusta ser así, discreto.- abrí mis Alas dejando ver su tamaño, era hermoso y estaba tan orgulloso.

- Están hermosas.- Asentí con una sonrisa.- Quiero estar junto a ti.- Estaba confundido.- Por eso pregunto si puedes darte a conocer, para ser una pareja normal.

-¿Pareja normal?- Se levanto acercándose a mi.

- Salir a citas, tomarnos de las manos, demostrar nuestro amor a todo el mundo.

-¿Eso quieres?- asintió con una enorme sonrisa.- Tengo que pensar en todo, puede haber peligros.

- Piénsalo, porque a mi me encantaría.- Asentí.

....

¿Lo haría a pesar de no sentirme seguro con ello? Miré a Jungkook el cual dormía profundamente, me tomé el tiempo de analizar toda la situación, suspiré y baje a la planta baja donde se encontraba Lina sentada en la sala.

- Felix cada vez está más cerca.- Me acerqué a ella.- Me tranquiliza que Jungkook este enamorado de ti.

- ¿Algo la tiene preocupada?- Me miró y asintió.- ¿Que es?

- DongMin esta con el.- Una rivalidad de años me unía con ese Ángel, suspiré y miré preocupado a Lina.- Esto se está complicando más, mi cabeza no puede más.

-Solo me enfocare en Jungkook, me preocúpare solo por el.- Esto lo comente para mi.- Tengo que hablar con nuestro Dios.

- No escuchara.- Exclamó triste.- Es tan egoísta con mi amado hijo.

- Solo el puede ayudar a esto.- Suspiré melancolíco.- daré mis Alas para que lo ayude.- Lina se acercó a mí preocupada.

- No puedes hacer eso.- Observe las escaleras.- Jungkook te necesitará.

- Estoy enamorado de su amado hijo.- Lo miré sin expresión.- Haré lo que sea necesario para mantenerlo a salvo.

......

Frente a mi Dios me encontraba, no era digno de mirarlo a la cara, su semblante era duro y egoísta, sin en cambio su corazón estaba lleno de bondad con un toque de frialdad. Suspiré al no recibir ningún tipo de recibimiento, me parecía una pérdida de tiempo pero valía la pena.

- ¡Deberías estar en la tierra cuidando a mi amado hijo!- Su grito estremeció todo el lugar, murmullos se escucharon por todo el pueblo.- ¡Lárgate y has tu trabajo!

- DongMin esta con Felix- Ahora si me digne en mirar su rostro.- Necesito que me ayude Señor.

- ¿DongMin?- Su risa me hizo cerrar mis ojos ante la burla.- Tu más grande oponente, la pelea se aproxima.- Mi cara se lleno de confusión.- Tendrás que luchar contra dos.

Mi corazón se lleno de coraje y mucha desilusión, jamás debí venir a pedir ayuda, Lina tenía razón era una perdida de tiempo, me di la vuelta para regresar a la tierra pero me detuve al escuchar su ronca y despiadada voz.

-Tu tienes una arma muy poderosa.- Me giré para mirarlo.- Tienes algo que ellos jamás tendrán.- Su semblante se volvió rígido y molesto.- Tienes el amor de mi amado hijo, es inevitable lo que es su destino, pero en el estas tu Jimin.

- Entré Felix y yo, sabemos a quién cuidara.- El sonrio y asintió.

- Confía en ello ya que todo está escrito.- Me señaló el libro de la vida.- No temas y confía más en la bondad y amor de un Demonio, porque mi amado hijo no te soltara, jamás lo hará.

Regresé a la tierra y escuche mi nombre por toda la casa de Lina, en la sala se encontraba Jungkook quién decía mi nombre desesperado.

-¿Que haces?- Se giró para mirar que en sus ojos se veía la desesperación, se acercó para abrazarme.- ¿Que te sucede?

-No te encontraba, pensé que te habías ido.- envolví mis brazos en el haciendo el abrazo más fuerte.- Pensé que me dejarías.

- Tranquilo, solo tenía que ir a visitar a alguien.- Me soltó mirándome.- Pero ya no te dejare ni un segundo.

- ¿A quien fuiste a ver?- Suspiré.- ¿Ah quien?

- A mi Dios.- Tome asiento en uno de los sillones.- Tenía que ir por varios asuntos pero ya estoy de regreso.

-¿Cómo es el?- Me reí por su pregunta.- Cuéntame.- Tomó asiento a mi lado.

-Es un ser poderoso, lleno de bondad, amor y mucha paciencia para los humanos.- Sonreí.- Es algo testarudo pero siempre escucha.

- ¿El se encuentra en el cielo?- Negué.- ¿Cómo?

- El está en lo más recóndito de otro lugar.- confundido me miró este.- Jamás lo comprenderás.

Las Leyes Del Diablo -🪷Kookmin🪷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora