El viento soplaba con fuerza y el sol era mínimo, justo con cualquier día nublado en Amateurs, la brisa se confundía con neblina de vez en cuando como siempre y los autos pasaban por la calle salpicando agua de los charcos aún en los baches de las calles.
Pero aún seguíamos adentro, solo salimos a despedir a Oliver y volvimos adentro. Con una sonrisa me acerque a Kian y me colgué de su cuello haciendo que un color rojizo se apareciera en sus mejillas.
Que lindo.
— vamos al bosque — solté sin más.
— ¿ahora? — fruncio el ceño.
— si, sabes que soy curiosa y tuve un sueño hace rato.
— bien vamos — dijo sin cuestionarme.
Entrelaze nuestras manos, la de el estaba calentita pero la mía helada, supongo que por acercarme a la puerta, tome mi abrigo para después salir afuera donde el viento golpeó mi car al instante.
Me estremesco ante el contacto que tuve con el fío viento que me paralizó la cara pero aún así sonreí. Al llegar a el final de la calle, casi cercas de la colina para entregar al cementerio me encontré con la señora Lockwood.
— buen día señora Lockwood.
Oh mejor dicho, mal día.
— hola querida, tu eres... — dudo un segundo — ¿eres Rebeca, una compañera de Clara en el instituto cierto? — sonrió al acertar.
— si, es un gusto — extendio mi mano. No espere a que aceptara el saludo pero me sorprendió ver la confianza con la que estrecho mi mano.
— oh querida eres igual de hermosa como cuando de pequeña — sonrió y paso una mano por mi mejilla como una madre.
No me aleje por qué estaba en shock pero aún así se sentía muy extraño.
— ¿usted me conoció de pequeña?
— claro, eras muy cercana a...
La frase floto en el viento unos segundos y la señora Lockwood dejo de sonreír, escondió su rostro entre sus cabellos teñidos de rubio y sonrió nerviosa.
— solo te vi por ahí con tu papá — completo.
Su mirada se dirigió a Kian que como siempre se había quedado en silencio detrás de mi aún sujetando mi mano.
La cara de la señora Lockwood era confusa, parecía feliz, pero también enojada o quizás triste; no lo se, era indescifrable.
— em...el es Kian, mi...un amigo — sonreí.
— eh...ah sí, un gusto querido; disculpa si te incomode es solo que te pares mucho a alguien que conocí hace un tiempo — bajo la mirada.
— señora, ¿está bien? No parece estar concentrada, ¿necesita ir a un médico?
Quizás era la mala de la historia pero aún así no merecía estar así, se lo que se siente estar perdida en tu propia mente; tantas cosas pasando por tu cabeza que no sabes en cuál concentrarte.
— no querida, estoy... — su vos se cortó — no quiero mentir — comenzó a llorar.
— oh, señora no llore ¿Quiere hablar sobre lo que le pasa? — solté a Kian y con ambas manos tome las de la señora Lockwood.
Apenas y pudo asentir sin dejar caer alguna lágrima así que la lleve a una parada de autobuses muy cercas de ahí para sentarnos.
— ¿segura que no prefiere ir a algún café?
ESTÁS LEYENDO
EL MISTERIO DE LOS LOCKWOOD
RandomRebeca Walker una chica solitaria se aventura en descubrir el misterio de la familia más poderosa del pueblo de Amateurs «los Lockwood».Se topara con algo que jamás imagino conocer algo que nadie más sabe. ¿Marcus Lockwood?...¿Quien es esa persona t...