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⚠️Aviso: Contiene contenido explícito, si no te gusta, te recomiendo que no leas.⚠️

Después de comprar el regalo y de haber comido, ya faltaba poco para la hora del cumpleaños, por lo que Miri y sus papás estaban yendo hacia el coche para ir al lugar.

Cuando llegaron al cumpleaños lo primero que hicieron fue saludar a los demás padres y felicitar a la cumpleañera, después dejaron el regalo en una mesa llena de bolsas y cajas envueltas en papel de princesas.

Kazuki estaba pasando por una crisis sexual, necesitaba urgentemente hacer algo para tranquilizarse, obviamente, ese algo era Rei.

Pero estaban en un cumpleaños, no podía cometer esa falta de respeto, por muchas ganas que tuviera.

Para intentar despejar su mente un rato le dijo a Miri que fuera a jugar con sus amigos y se fue a coger una lata de cerveza de la nevera del lugar, necesitaba distraerse de sus pensamientos.

Se sentó en una silla para tomarse la bebida, hasta que algo le distrajo del sabor de esta.

Pudo observar como Rei hablaba con algunos padres de los amigos de Miri, se ve que estaba esforzándose al máximo para poder seguir bien la conversación, todo correcto hasta ahí, pero de un momento a otro uno de esos padres pasó su brazo por encima de los hombros del pelinegro.

Kazuki estrujó su lata.

Ya no podía aguantarlo más.

Aprovechó el momento en el que su mirada se cruzó con la de su pareja, puso un rostro adolorido, y le llamó con la mano.

Vió como Rei se disculpaba con aquel hombre y se alejaba de él rápidamente, bien, su plan "Cogerse a Rei en un cumpleaños infantil de una forma en la que nadie se de cuenta porque estás muy urgido" iba a la perfección.

— ¿Pasa algo, Kazuki?— Lo miró confuso, inclinando un poco su cabeza, ante eso, el rubio aumentó el dolor obviamente verdadero y para nada falso de su rostro.

— ¿Puedes acompañarme un momento al baño? Creo que la cerveza me ha sentado mal.— Señaló la lata de cerveza que había dejado en la mesa. El pelinegro asintió, y caminaron juntos hasta el baño, Kazuki sonrió para sus adentros.

Mientras iban hacia el baño, Kurusu vió un cartel de "Fuera de servicio" encima de un armario, el baño estaba en buenas condiciones, pero el establecimiento tenía ese cartel por si acaso, sin que Rei se diera cuenta, lo cogió.

— Entra tu primero al baño, Rei.— El otro le miró extrañado ante esa petición, pero la dejó pasar e hizo caso, cuando Suwa antró al baño Kazuki aprovechó para colgar el cartel en el pomo de la puerta, después, entró al baño junto a su querido novio, y cerró el pestillo.

— ¿Qué haces Kazuki?— Cuando Rei vió que el otro cerraba el pestillo ya se imaginó lo que estaba tramando, pero no podía permitirlo, estaban en un lugar público.

— ¿Cómo que qué hago, Rei?— Empujó al de ojos azules contra la puerta, y puso sus manos encima de su cabeza, acercándose a su rostro. — Pues mira, te voy a contar que estoy haciendo, cariñito.— Puso uno de sus dedos debajo de la barbilla del contrario e hizo que lo mirara a los ojos. — Llevas desde ayer provocándome, Rei, y sinceramente no me puedo aguantar más las ganas de follarte.

— ¿P-provocandote? ¿De que hablas? ¡Yo no he hecho nada!— Se quejó, hizo fuerza con sus manos para intentar soltarse del agarre de Kazuki, pero no pudo hacer nada en contra de la fuerza del rubio.

— No cariño, no te vas a ir.— Se fue acercando poco a poco a los labios del más bajo y lo atrapó en un beso apasionado, metiendo su lengua en la cavidad del otro, explorando su boca.

Una fiesta algo picante | KazureiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora