Chaperones

721 129 38
                                        


¡Es un bárbaro, un bruto, un animal y un completo idiota!

Había miles de palabras dentro de su vocabulario para definir como se sentía respecto a Tobirama Senju, pero sería inapropiado incluso pensarlas.

A mí tampoco me agrada —ladra Akamaru a su lado ahora con una de sus patas vendadas. El hueso tardaría en recuperarse algunas semanas por lo que el ninken debería estar en reposo todo este tiempo.

Mito-sama se había disculpado muchas veces con ella antes de que pudiera trasladar a Akamaru de la central médica a su cabaña, Hashirama Senju intentó también hacerlo, pero ella decidió que lo mejor era evitar a los hermanos Senju antes de que su actitud siempre pasiva y mansa se viera agotada.

¡Ni siquiera se disculpó! —piensa refiriéndose al menor de los hermanos Senju.  ¡Él en verdad creía que era lo mejor sacrificar a Akamaru antes de creer en su palabra!

Ella podía entender la desconfianza debido al contexto de la época, pero no podía creer que Tobirama Senju fuera tan cruel que incluso cuando ella le suplicó que no lo hiciera, él casi sacrificara a Akamaru frente a sus ojos. Hasta donde sabia el clan Inuzuka nunca fue una amenaza para ningún otro clan a lo largo de su historia, los perros ninja solo eran buenas herramientas para rastreo y las técnicas de los Inuzuka, fuera de eso ¡Akamaru no podía hacerle daño a nadie sin Kiba!

El corazón de Hinata dolía al pensar que casi pierde a su único compañero de equipo que le quedaba, al mejor amigo de Kiba, y el recuerdo de lo que alguna vez fue el equipo 8. No podría soportarlo, el olor a muerte aún seguía muy fresca en su nariz, no podía concebir pasar nuevamente por los funerales, el llanto y la perdida.

Tanto ella como Akamaru sienten las firmas chakra a unos metros de su cabaña, por lo cual no se muestran sorprendidos cuando son interrumpidos por alguien tocando a su puerta. Lo que no espero para nada, incluso en los más raros escenarios posibles, fue encontrarse con la pareja Uzumaki-Senju mirando reprobatoriamente al menor de los dos hermanos frente a ella.

—Lo siento —fue lo primero que el Senju menor dijo entre dientes.

—Ella no te entendió, habla más claro Tobirama.

—Lo siento.

—No te escuchamos —apoya Mito cruzada de brazos y con el ceño fruncido— Creo que puedes hacerlo mejor que eso Tobi, tu voz es mil veces más fuerte que eso.

—¡LO SIENTO! ¡Ya, lo dije! ¿Eso fue suficiente para ustedes dos? —Grita exasperado a las personas detrás de él.

Pero Hinata sabe cuándo alguien no se arrepiente en absoluto, y ese es el caso del joven Segundo Hokage frente a sus narices. No le sorprende que el Tercer Hokage y sus consejeros hubieran sido ancianos con el juicio completamente nublado si tuvieron al Senju como sensei. 

Ah pesar de que sus visitantes siguen discutiendo entre sí, Hinata no tiene duda ni pena cuando decide tocar el hombro de Tobirama interrumpiendo su conversación. Él la mira con el ceño fruncido y antes de que pueda preguntarle que se le ofrece, ella apunta hacia el interior de su cabaña, específicamente el lugar donde Akamaru se encontraba reposando.

—No es conmigo con quien debería disculparse Tobirama-sama, es con Akamaru.

—¿Akamaru? —preguntan al mismo tiempo ambos hermanos Senjus.

—El ninken —aclara Mito.

—¿Qué? No me disculpare con un perro que tiene el mismo potencial de ninja que alguno de mis subordinados.

Hinata estaba a punto de cerrar la puerta en su cara sin importarle lo irrespetuosa que hubiera sido, pero solo falta que Hashirama Senju alce su dedo meñique para que la onda de chakra que destila logre atemorizar al ninja más valiente, incluido a su hermano.

Asincronía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora