Asincronía

Un poco más de información

Con una postura recta y un rostro amable tocó dos veces la puerta de la habitación en frente. Cuando el casi inaudible "pase" fue su respuesta de confirmación inmediatamente se adentró al lugar para empezar el primer día de sus labores.

—Buenos días Mito-sama ¿Quisiera que le prepare su baño? ¿O empezamos por un desayuno pequeño?

Mito que aún se encontraba aun algo adormilaba esperando la entrada de su padre o alguna de las sirvientas de la casa familiar despertó al instante al reconocer la figura frente a ella abriendo sus ojos de inmediato.

—Hinata-chan, pero ¿Qué haces aquí?

Su cabello rojo siempre perfectamente peinado se encontraba desparramado sobre sus hombros dándole una imagen mundana como cualquier otra señorita. Limpio la baba que se había quedado pegada en la comisura de su boca y casi se cae de su cama de la impresión cuando Hinata decidió hablar al hacer una reverencia perfecta.

—Soy su nueva sierva, Uzumaki-sama

—Pero Oto-sama

—No

—Per-

—No —negó nuevamente. —Tal vez ya no tienes la edad para una institutriz, pero una criada no te vendría nada mal Mito.

Hinata que se mantenía dos pasos por detrás de ella posa su mirada fija en el suelo en señal de que no intervendría. Estaba desarreglada, sin sus moños, con lagañas, mal aliento y un poco ofendida de tener que recibir una sierva para sus actividades

¡Ella podía sola! ¡Era una kunoichi!

No la malentiendan, le agrada Hinata es muy tierna y parece un pequeño conejo asustado siempre que sus ojos captan algo nuevo. Incluso Akamaru se ha vuelto cercano a ella. Pero solo eso, son solo cercanos.

Como futura heredera tiene diferentes responsabilidades que cumplir ya sea en la central de abastos, en la zona de enfermería, en clases de fūinjutsu y sellado o entrenando. Las damas de compañía que no pueden seguir su ritmo no le sirven, es simple.

—Lo siento, pero no puedo aceptarla. No tengo tiempo para defender a una civil.

—Entonces no tenemos ningún problema aquí. Hinata-san también es una kunoichi

—¿Lo soy? / ¿Lo es? — interrumpen al unísono.

Ninguna de las dos entendió con claridad las palabras del patriarca Uzumaki

—Nunca pondría obstáculos en tu camino hija. Si seleccione a Hinata-san como tú dama personal y exclusiva es porque está altamente calificada para el puesto. ¿No es así señorita?

Gira su rostro en busca de una respuesta de la joven detrás de ella. Hinata alza el rostro y sus mejillas se pintan rápidamente de rojo al ser el centro de atención de todos en la sala y sin más asiente dándole la razón a su padre.