Advertencias: fluff, smut y drama.
Yoongi despertó debido a que sintió un ligero empujón contra su mejilla.
Cerró los ojos brevemente antes de abrirlos, tratando de orientarse. Movió su mano, con sus dedos acariciando una suave piel, y fue cuando se encontró con el rostro de Hoseok. Parpadeó y sonrió, y su novio volvió a presionarle el moflete con el ceño ligeramente fruncido.
―¿Ocurre algo, Hoba? ―preguntó, con la voz ronca por el sueño, y se movió a abrazarlo para seguir durmiendo un poco más.
―Es tarde ―dijo Hoseok, dejándose abrazar y acomodando su cabeza contra el cuello de Yoongi―, más de las diez.
―¿Sí? ―el mayor le besó la frente―. No importa. Es sábado. Ya avisé que llegaría más tarde a la empresa ―otro beso―. ¿Cómo te sientes, bebé? ¿Te duele algo?
―Mmmhn ―el ceño de Hoseok pareció relajarse―. No... No mucho. La cadera un poco.
―Es normal ―aseguró Yoongi―. No debes preocuparte.
―Bien ―el menor hizo un ruido con su garganta―. ¿Podemos tener sexo otra vez?
Yoongi, que cerró los párpados y comenzó a relajarse, los abrió de pronto y se enderezó levemente. Hoseok lo observaba con esos grandes ojos oscuros, las mejillas ligeramente arreboladas y los labios entreabiertos.
―¿Hoba? ―preguntó, y dudó un instante―. ¿De verdad quieres?
―Sí ―se enderezó también y la sábana se deslizó hacia abajo. Yoongi trató de no mirar, pero sus ojos se quedaron en la manera en que la tela cubría el trasero de su novio―, ¿podemos?
Yoongi no le respondió. Simplemente le agarró la barbilla y le dio un beso en la boca. Hoseok emitió un gemido débil, pero levantó su mano y agarró el hombro de Yoongi para que no se alejara.
El mayor, por supuesto, no lo hizo. Cuando Hoseok despertó y miró a Yoongi, pensó mucho sobre lo raro que era el sexo, porque ahora, sin ese calor sofocante y placentero, trataba de encontrarle sentido al hecho de que su novio hubiera estado sobre él, dentro de él, y más cerca que nunca antes. Fue una sensación satisfactoria, y sin poder evitarlo, lo echó de menos casi de inmediato.
―¿Te gustaría probar algo? ―preguntó Yoongi al alejarse, aunque se inclinó a continuar besándole el cuello.
―¿Algo cómo qué?
―Bueno... No es necesario que repitamos la postura de ayer, ¿sabes?
―¿Postura? ―Hoseok arrugó las cejas, ligeramente confundido.
Yoongi levantó la cabeza. Tenía la misma mirada de la noche anterior: los ojos oscurecidos, los labios hinchados, ese aspecto depredador.
―El sexo tiene muchas posturas ―le explicó Yoongi―. La que hicimos ayer es de las más conocidas. La llaman "El misionero".
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Thunderclouds [YoonSeok]
FanfictionHoseok, en definitiva, amaba tres cosas en esa vida: primero, los dinosaurios. Luego, su mamá. Y a Yoongi. Siempre a Yoongi.