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Ese mismo día cuando Ghost estaba ocupado, su rango como teniente no solo era para sus misiones sino también para el trabajo de oficina, le desesperaba en cierta manera, pero era parte de, intentaba no quejarse demasiado.

Hacia y revisaba reportes, juntaba información y analizaba detalles, un lastre de cosas qué nadie piensa que un militar de su calibre tendría que hacer, soltó un largo suspiro mientras soltaba los papeles un momento intentando relajarse un poco para mantenerse cuerdo y soportar el trabajo que le faltaba, en eso escucho como tocaban la puerta.

Con cierta molestia contestó pase poniendo su mano en su frente, no estaba de ánimos para recibir visitas o más trabajo.

—Uy, no te ves para nada bien.

Al escuchar tu voz levantó su rostro, sus ojos se relajaron y brillaron bajo su máscara, s

—Odiaría ser tu justo ahora.

— ¿Vienes a burlarte o a decir algo importante?

—Gaz dijo que seguías trabajando y como no te vi a la hora de la comida pensé que tendrías hambre, te traje algo.

Te acercaste a su escritorio y le pusiste un plato de comida mientras te sentabas en aquella silla frente a él. Era un poco de carne con verduras, puré de papas.

—Esto no dan en la cafetería—fue su primera impresión al ver el plato.

—No, hasta que les mencionas que es para el teniente Ghost.

—Desapruebo la idea de tener un trato especial.

—Es lo mínimo que pueden darte por todo lo que haces, tus esfuerzos deben ser recompensados.

—No estoy buscando que me den una estrella en la frente.

—Por supuesto que no, sería algo impensable para el teniente Ghost—te quedaste en silencio mientras le dabas miradas traviesas.

—Deja de imaginarlo.

— ¡No eres dueño de mis pensamientos! —te había descubierto imaginando ponerle un montón de stickers sobre su máscara.

Continuaron más conversación después de eso en lo que Ghost comía y se tomaba un pequeño descanso que de otra forma no se hubiera dado, siempre era agradable estar junto al otro, quizá porque se enteró junto a ti qué te engañaban y verte llorar ni siquiera al día de conocerse, una experiencia que de alguna forma les obligó a ser cercanos.

— ¿Y qué tanto haces? Creí qué sólo Price era el que tenía papeleo que hacer, debe ser muy aburrido—te acercaste un poco a ver aquellos papeles para verlos curiosa.

—Las responsabilidades por lo general no son divertidas.

—Pero pueden serlo ¿No lo crees?

—Tal vez si me ayudas lo sería.

Tu corazón pegó un brinco que podía darte un paro cardíaco, intentaste controlarte para no mostrar un obvio sonrojo qué estaba a punto de convertirse en un incendio forestal en tu rostro hasta que el teniente te puso una pila de papeles frente a ti.

—Por el momento, ordenalos—dijo continuando su trabajo.

Quedaste en blanco, suspiraste entristecida pensando en sí ese sentimiento de enamoramiento era unilateral, no podías llegar a una clara conclusión de lo que quizá podría estar pensando y la máscara que impedía ver sus expresiones te negaba algun indicio de su lenguaje corporal, era un experto en saber controlarse así mismo y ser un verdadero fantasma, de esa forma no sabías si arriesgarte más o no, pero bien dicen que el qué no arriesga no gana, sin tomar en cuenta lo que podrías perder.

Cada oveja con su pareja | Ghost/tú | Comisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora