☯︎ ғɪɴᴀʟ ☯︎

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Tae, Día de Navidad...

—Mira, papi —grita Beom con su linda voz, agitando una caja de Legos desde el suelo—. ¡Santa sabía que quería esto!

Me quito el sueño de los ojos y bostezo.

—Santa lo sabe todo.

Beom se ríe y luego se prepara para abrir otro regalo. SooBin se apoya contra mí. Es un dormilón como yo. Beom y Jin son los madrugadores en nuestra casa.

—¿Vas a abrir tus regalos? —Le pregunto a mi hijo mayor.

—Mmm... la verdad es que quiero sentarme contigo papá y ver a Beom abrir los suyo —dice en voz baja.

Le doy un pequeño apretón y beso la parte superior de su cabeza.

—Está bien, compañero.

Con uno de mis hijos en mis brazos y el otro sonriendo de oreja a oreja en el suelo, no puedo evitar darme cuenta de que la vida tiene un plan.

Incluso los niños tristes con padres de mierda a veces obtienen sus finales felices. Y estos muchachos lo hicieron. Al igual que YeonJun. Demonios, incluso yo. Fue un poco más difícil encontrar uno para Kai y Hiyyih, pero incluso esos ángeles encontraron el amor en un lugar inesperado. Aunque, esa es una historia para otro día...

Jin sale de la cocina con dos tazas de café. Se gana una sonrisa por ser mi salvador esta mañana, y esta mañana, se ve muy bien en el modo papá completo. Lleva pantalones de pijama de franela y sus zapatillas de abuelo favoritas. Pero es la camiseta que los chicos le dieron anoche lo que me hace feliz. La misma que yo llevo puesta: Super papá.

Me entrega una taza y luego se sienta en el suelo junto a Beom. Hablan sobre sus regalos y sobre cómo iremos a ver a YeonJun más tarde. Ambos muchachos piensan que es hilarante ser los tíos de su amigo. Y YeonJun se niega a llamarlos tío SooBin y tío BeomGyu pero en cambio insiste en que ellos lo llamen tío YeonJun.

Eventualmente, SooBin se anima y se une a su hermano en el piso. Jin se pone de pie y se estira antes de sentarse en el sofá a mi lado. Toma mi mano y la aprieta. Si hubiera sabido que la noche en que miraba al hombre mayor que estaba en el otro lado del bar conduciría a esto, lo habría besado en ese momento y propuesto matrimonio. Sin embargo, no estoy seguro de que hubiera aceptado. Tuve que convencerlo de que se metiera en mi cama y entonces, él nunca quiso irse.

Como si me leyera el pensamiento, se da vuelta y me lanza una sonrisa diabólica.

—¿Por qué estás sonriendo?

Me encojo de hombros.

—Solo pensando en la noche que nos conocimos.

—Me alegra que me hayas encontrado —dice, sus ojos grises parpadean.

—Yo también. Sin embargo, fue algo convincente.

—Mmm, valí la pena —bromea. Pero él no tiene idea.

Inclinándome hacia delante, apoyo mi frente contra la suya.

—Todavía vales la pena.

Él planta un beso en mi mejilla y luego su boca encuentra mi oído.

—¿Estás coqueteando conmigo, Sr. Kim?

—Quizás.

Compartimos una larga mirada llena de calor, emoción y amor. Hasta que nos atacan dos pequeños mocosos.

Nuestros muchachos son tan cariñosos como sus padres. Se enamoraron de esta familia de la misma manera que Jin y yo nos enamoramos. Con rapidez y perfección como si siempre hubiera sido así.

Los chicos balbucean sobre sus medias, galletas y nieve. Hablan sobre las películas de Star Wars y Legos y XBOX. Hay risas, bufidos y bromas. Sonrisas y abrazos. Y amor. Un amor que sigue creciendo. Puede que solo tenga dos brazos... pero son grandes y fuertes, y mis tres chicos caben dentro. Y quién sabe... tal vez algún día, habrá espacio para algunos más.

Jin me guiña un ojo. Él espera que sí. Y yo tambien lo espero.

ғɪɴ.


















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Muchas gracias por leer. Nos vemos en la siguiente historia.✌️❤️

진태 - ᴍᴀʟᴅɪᴛᴏ ᴀʙᴏɢᴀᴅᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora