18. LARGA DISTANCIA

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Adaptaciones autorizada 💙

Taemin se encontraba recostado en su cama, su mirada se perdía en el techo. Un sábado más había llegado. No hablar con Minho había sido muy difícil, tanto que había dejado el loft y se había llevado a kkong a su propia casa. El gato había mirado la sala y contoneándose como un divo había pasado de ella, encontrando sumamente cómoda la habitación de Ten. El felino parecía sentir aprecio por el infante y Taemin jamás discutiría eso.
Los exámenes finales en la Universidad habían atrapado a Taemin, y puesto trabajaba a tiempo parcial en la empresa de Minho, Charlotte solía permitirle desligarse de la empresa por unos días.
Taemin sentía confusión. No por sus sentimientos hacia Minho, esos se mantenían frescos en su corazón. El mayor conflicto de Taemin había sido el suceso con Nam-joon, que ahora los había alejado terriblemente. Al día siguiente de la fiesta había sentido el cuello dolorido, muy lastimado, pero puesto que ni Jinki ni Nam-joon le hubiesen hecho daño, tomo aquel detalle con desinterés.
Los días después de aquel incomodo momento habían fluctuado entre la evasión de Nam-joon y el completo silencio de Jinki. El joven de cabello negro recordaba vagamente abrazar y besar a Minho, pero no era Minho aquel hombre, era Nam-joon. También recordaba vagamente sentir curvas nada masculinas contra su cuerpo, pero también desestimó esos recuerdos.
La puerta se abrió con un golpe y Taemin se incorporó frunciendo el ceño. Normalmente nadie entraba en su habitación, no era común. Pero al ver a Sulli allí, algo tuvo un poco de luz.

Sulli se hallaba vestida con ropa ligeramente holgada, lo que denotaba que había estado en su clase de boxeo. Sujetaba del brazo a Jinki, lo que implicaba que llevaba a su mejor amigo para convencerlo de algo, y parecía sumamente enojada, lo que podía atribuirse a casi cualquier cosa.
- Tenemos que hablar.- dijo Sulli con autoridad mientras se dejaba caer en la cama, justo a la derecha de Taemin. Jinki miro hacia la puerta, la cerró y se sentó justo a la izquierda de su mejor amigo.
- ¿Sobre la fiesta de Taeyon a la cual asistí en una noche de completa locura?.- cuestionó Taemin.
- ¡¿Qué hiciste qué?!.- Sulli gritó dándole un ligero golpe en el brazo a su hermano mayor.- Eso no… era de mi conocimiento.- añadió dirigiéndole una cruenta mirada hacia Jinki, este se encogió de hombros.- No. No quería hablar de ello.- agregó con un resoplido.- Necesito tu ayuda.
- ¿Qué quieres que haga?.- Taemin se mostró rígido, como si a cualquier orden de su pequeña hermana, este saltase.- ¿Es sobre la banda de Ren?.
- Algo así.- murmuró Jinki antes de desviar la mirada hacia la muy interesante repisa de la esquina.
- El dueño de un salón de eventos, de una cadena hotelera temática, hará una reinauguración.- por la suave voz de Sulli, parecía que intentaba decir cada palabra muy cuidadosamente.
- ¿Y han invitado a “Millenium Lillium” como espectáculo de reinauguración?.- cuestionó Taemin.
- No exactamente.- volvió a susurrar Jinki, ahora sumamente intrigado por la pintura de las paredes.
- Necesitan algo intenso y explosivo para la reinauguración de los Salones principales de sus hoteles, veinte en dieciocho estados.- Sulli se detuvo, giró los ojos y después continuó.- Jonghyun y yo queremos esa inauguración, así que nos colamos para intentar agradar al dueño, y sucedió que el dueño nos conocía muy bien.- añadió lentamente. Resaltaba las palabras finales inclinando un poco la cabeza, como si aquello fuese una clave.- Sucede que Kim Heechul, el dueño de los hoteles, conoció a nuestro padre… y nos conocía  a nosotros.- Sulli se detuvo y suspiro profundamente.

Sulli había querido a Son Man, nunca había sido una relación tan tensa como la que tenía con Taemin, y ella parecía reacia a expresar que a pesar de todo, a pesar de lo que Son Man hizo en un momento de locura, ella repelía recordar buenos momentos en los que Son Man no era despreciable para ella.
Taemin también tenía problemas para unificar al padre cariñoso que lo llevaba a las playas de California para aprender a nadar, y el hombre que lo ataco violentamente, el hombre que casi lo asesinó. En algún punto de la vida Lee Son Man se convirtió en alguien irreconocible.

Mi hermoso Taemin(adaptacion 2min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora