Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de Ms. Videl Son
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Tercera parte: Primer paso
—B-Buenos días, Sasuke-san.
Al escuchar su nombre, Sasuke se giró para identificar a su interlocutor. Era Hinata, su compañera en el Proyecto del Jutsu de Transformación, chica que estaba desafortunadamente enamorada de su otro compañero, el idiota. Ella estaba de pie bajo un árbol, justo al otro lado de las puertas de la Academia, y parecía contenta de verlo como el resto de la clase estaba feliz por ver a Naruto.
No es que él se alegrara de verla, ni nada por el estilo, pero Sasuke se sentía ofendido por ello.
—¿Qué? —preguntó, frunciendo el ceño.
Hinata, haciendo uso de esa tonta costumbre suya, bajó la mirada y comenzó a jugar con sus dedos mientras luchaba por decirle lo que tenía planeado.
—Um... Yo... Yo m-me preguntaba... D-Desde que nosotros... Y... Y luego...
—¿Qué? —Sasuke preguntó de nuevo. Hinata se apartó de él como si esperara ser golpeada. El Uchiha ignoró la pequeña punzada de culpabilidad; pero ella se merecía un poco de rudeza por lo que había pasado el día anterior.
Hinata respiró hondo, se tranquilizó y volvió a intentarlo.
—Iba a p-preguntarte si querías hacer el pr-proyecto hoy en mi casa.
—¿En tu casa? —repitió Sasuke, dándole vueltas a la idea.
Tenía que admitir que le gustaba, considerando que habría una mayor probabilidad de progreso al mantener a Naruto lo suficientemente lejos de Sakura. Además, aunque admitía no tener ninguna base real para esa suposición, la privacidad del dormitorio de Hinata sería más propicia para la concentración que, por ejemplo, la mesa que habían utilizado durante su primera reunión de grupo.
Sin embargo, Sasuke no estaba dispuesto a explicarle nada de eso a Hinata, así que optó por responder con uno de sus monosílabos habituales.
—Sí.
Los hombros de Hinata, que habían estado extrañamente tensos a lo largo de su breve conversación, se desplomaron con evidente alivio.
—Bien, ¿entonces deberíamos c-caminar juntos a mi casa?
La segunda sugerencia de Hinata resonó en la mente de Sasuke igual a como si alguien hubiera hecho sonar una gigantesca campana dentro de su cabeza.
—Eh... Sí, claro.
Radiante por su éxito, Hinata dijo una última cosa antes de salir corriendo hacia el edificio, dando pequeños rebotes de alegría con cada paso.
—¡Voy a decírselo a Naruto-kun!
La brisa que generó al pasar corriendo junto a él, agitó su largo flequillo, y Sasuke sintió que la campana de la felicidad que llevaba dentro se partía por la mitad.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Aquella tarde, mientras Sasuke y Hinata caminaban juntos al recinto de los Hyūga, la conversación era mínima e incómoda. Era como si el silencio hablara por sí mismo y a nadie le gustara lo que decía.
—¿A q-qué hora dijo Naruto-kun que terminaría su detención...? —preguntó finalmente Hinata, atreviéndose a ser la primera en conversar.
Desafortunadamente, como atestiguaba la vena palpitante en la sien de Sasuke y su mandíbula apretada, Naruto era posiblemente el peor tema que ella pudo haber elegido ese día. Después de todo, se estaba cansando de oír hablar del dobe.

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Sexy no Jutsu
Fanfiction-El propósito de la tarea de esta semana -comenzó Iruka, de pie ante su clase y una expresión de suficiencia-. Es aprender a disfrazarse del sexo opuesto.