Sexy no Jutsu

Tercer paso

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de Ms. Videl Son

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Quinta parte: Tercer paso

El lunes siguiente, Sasuke camino arrastrando los pies hasta la Academia mientras contemplaba la posibilidad de reportarse enfermo. No sería una mentira del todo, racionalizó; el insomnio que había estado experimentando desde el... Accidente del sábado seguramente le impediría estar en plena forma. Por lo menos, Sasuke estaba seguro de que tenía un aspecto lamentable, lo que debería ser prueba suficiente para la excusa de "enfermo como el infierno".

Eso, o sus fangirls se encargarían de molestarlo y darle una verdadera razón para quedarse en casa.

Lo único que impulsaba a Sasuke hacia la Academia era su obligación con el proyecto o, más precisamente, con su compañera de equipo. Saber lo petrificada que estaría Hinata al exponer delante de la clase hacía que Sasuke sintiera, a falta de otro término más adecuado o más cool, simpatía por ella.

Ah, y no quería que Naruto arruinara sus posibilidades de obtener una buena calificación. También estaba eso.

En definitiva, Sasuke no podía permitirse faltar ese día, por mucho que sintiera que se lo merecía. Por lo tanto, atravesó las puertas de la escuela con un aspecto más sombrío y melancólico de lo habitual, lo cual, hipotéticamente hablando, debiese ser todo un espectáculo.

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Al entrar en el aula, Sasuke se dio cuenta de que tanto las chicas como los chicos se apartaban para dejarle el paso libre hacia su pupitre. Nadie le dio saludos matutinos, ni proclamas de amor eterno, ni siquiera ofrecimientos para tener a sus hijos. Todos estaban sorprendidos con su mal humor. "Que bien", fue la única impresión de Sasuke ante este fenómeno.

La nube de disgusto se cernía sobre él mientras ascendía por las escaleras y buscaba su asiento en piloto automático.

—B-buenos días, Sasuke-kun... —saludó Sakura, mansamente, desde una distancia relativamente segura. Su homóloga rubia se situó ligeramente detrás de ella, como si estuviera dispuesta a sacrificar a la chica de cabello rosa en cualquier momento y emprender la huida.

Ino movió la boca como si tuviera algún tipo de problema, pero finalmente no salió ninguna palabra. Dándose por vencida, forzó una sonrisa e imitó el saludo poco entusiasta de Sakura.

Sasuke le devolvió la mirada y ambas chicas se marchitaron.

Se quitó de encima a sus más acérrimas admiradoras y logró llegar a su asiento. Sasuke se detuvo y miró hacia adelante. Sus manos comenzaron a temblar ligeramente dentro de sus bolsillos.

—B-Buenos días, Sasuke-san... —le dijo Hinata, puntuando sus saludos con una sonrisa. No era falsa, pero ciertamente fue débil.

Bajando la mirada al escritorio que tenía delante, Sasuke murmuró.

—Buenos días.

Permaneció ahí torpemente durante unos momentos, limpiando discretamente las palmas de sus manos contra la tela de sus pantalones. Se sentía como un idiota.

Su rostro tenía un aspecto avergonzado y tímido.

—Te sientes... ¿B-bien, Sasuke-san?

Sasuke dio un largo y rápido paso para alejarse de ella, sus mejillas se calentaron incómodamente.

—Esto bien. ¿Por qué no habría de estarlo?

Era ligeramente tranquilizador ver que Hinata también se sonrojaba, pero eso no era algo raro. También se dio cuenta de que ella estaba jugueteando con los dedos.