Final Alternativo

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Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de Ms. Videl Son.

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Final Alternativo

Suspendido durante un mes, Sasuke se quejó interiormente. Todo por culpa de ese estúpido dobe... Y de sus irrefrenables ganas de matarlo, no admitiría eso ante nadie más que sí mismo.

El prodigio Uchiha inclinó la cabeza hacia atrás hasta apoyarla en la puerta de su casa, cavilando en silencio sobre su pésimo día. Últimamente, su vida había entrado en una espiral descendente y todo por culpa de una chica. Una princesita boba y patética que ni siquiera podía, o quería, librar sus propias batallas. Alguien a quien tenía que cuidar, por quien preocuparse y angustiarse...

Bueno, se acabaron esas tonterías. A partir de ahora, Sasuke cuidaría de sí mismo y de nadie más. Sería el número uno. Nombre un. Number one. Nummer ein...

Toc, toc, toc...

Sasuke se puso en marcha y se alejó de un salto de la puerta cuando el suave golpeteo se inmiscuyó en sus pensamientos. ¿Una visita? Rara vez recibía visitas... La gente, incluso las fangirls, solía dejarlo en paz cuando estaba en su diminuto apartamento, sobre todo por miedo a que los echara violentamente a la calle si lo molestaban.

Toc, toc, toc...

Quienquiera que fuese, era condenadamente persistente. Bueno, tendría que esforzarse más en ignorarlos, eso era todo. Apoyándose en la puerta con los ojos cerrados, Sasuke se acomodó para escuchar el rítmico golpeteo hasta que el idiota al otro lado decidiera rendirse e irse.

Toc, toc, toc...

—¿Sasuke-san? —llamó una familiar vocecita desde detrás de la barrera de madera. Sasuke abrió los párpados rápidamente, su corazón se lanzó repentinamente a su garganta, donde chocó con su manzana de Adán—. ¿Sasuke-san? Estás... ¿Estás ahí...?

Antes de que ella pudiera llamar de nuevo, Sasuke se puso de pie de un salto y abrió la puerta, esperaba que no hubiera hecho muy apresuradamente. Allí mismo, de pie en su umbral, estaba la raíz de sus problemas.

—Hyūga —saludó amargamente.

La heredera tragó saliva y bajó el puño que tenía levantado.

—Y-yo... Vine a v-ver si estabas bien —explicó, dejando caer la mirada hacia la casi impoluta alfombra de "BIENVENIDO" que tenía bajo sus pies. Parecía que nadie la había utilizado. Nunca.

—Estoy bien —entonó Sasuke con dulzura, usando su propio cuerpo como barrera entre ella y el interior de su dominio. Tenía la intención de acabar con... Lo que sea que fuera esto—. ¿Qué quieres?

—Oh... Solo... Um... Yo... Yo... Yo...

El Uchiha miró con frialdad a la torpe muchacha, muy consciente de lo que estaba intentando, aún con su impedimento para hablar.

—¿Y bien? Escúpelo.

Hinata respiró profundamente y pareció estabilizarse.

—Y-yo... Siento que te hayan suspendido —dijo finalmente, soltando el aire en un suspiro de alivio.

Sasuke la miró incrédulo.

—¿Por qué?

—P-Porque fue mi culpa —respondió Hinata, comenzando a jugar con sus dedos nerviosamente—. Estabas... Um... Defendiéndome. Lo s-siento.

Al darse cuenta de que su pétrea tapadera había sido descubierta, Sasuke empezó a sentir pánico. Como resultado, su humor se volvió más oscuro y sus palabras más duras.

—¿Qué te hace pensar eso? —le espetó.

Hinata apenas se inmutó; quizá se estaba acostumbrando a su temperamento.

—Porque... lo hiciste, ¿verdad? —ella levantó los ojos para mirarlo directamente, todavía juntando los dedos con inquietud.

—No —negó el Uchiha, moviéndose para cerrarle la puerta en el rostro.

Hinata, por una vez, fue demasiado rápida para él. Apoyando la palma de la mano en la puerta y la mantuvo abierta. Como Sasuke opuso poca resistencia, el intento de mantenerla abierta tuvo éxito.

—Has sido muy... Muy amable conmigo —dijo la heredera, apresurando sus palabras mientras el rosa se extendía por su rostro—. Y-yo... sé que no te gustan las bromas de Naruto-kun y que te gusta proteger a las personas, incluso cuando no saben que lo necesitan...

«—No a todo el mundo... —pensó, sabiendo que nunca se lo diría a ella

—¿Y?

—Y... Y solo quería decirte... —se interrumpió, mirándolo casi con desesperación—. Gracias.

—Yo... Tú... —Sasuke se detuvo en seco en medio de lo que había pretendido ser una frase coherente, absolutamente desconcertado por lo que estaba oyendo—. ¿Qué?

—Gracias —reiteró Hinata, intentando darle una sonrisa.

—Tú... —el Uchiha volvió a hacer una pausa, con el corazón latiendo tan erráticamente en su garganta que le resultaba difícil hablar. Tragó saliva y, antes de que pudiera hacer algo estúpido, murmuró rápidamente—. De nada —y cerró la puerta de golpe. Con mucha fuerza.

Una vez que la barrera volvió a interponerse entre él y la balbuceante heredera Hyūga, Sasuke puso el cerrojo y aseguró todo con la cadena. Luego retomó su posición anterior y se desplomó contra la puerta, deslizándose hasta que chocó con el sucio tatami.

—Chica estúpida... —murmuró, llevándose una mano a la frente. Estaba caliente al tacto, ardiendo y su húmeda palma alivió su piel febril. Sin embargo, nada ayudó a las náuseas que habían surgido; cerró los ojos y luchó contra las ganas de vomitar mariposas en su entrada.

Decidiendo que estaba definitivamente enfermo, Sasuke se levantó y se dirigió a su dormitorio, con la intención de dormir hasta que terminara su suspensión. Dependiendo de cómo se sintiera, tal vez volvería...

FIN

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Notas: Mi chiquito se enamoró. Bien, aquí está el final de esta pequeña historia, espero les gustara.

Naoko Ichigo

Sexy no JutsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora