El rey de los kanji

capitulo 1.

Todos los personajes de One Punch-Man son de sus respectivos creadores y productores.

Un hombre peleaba contra un hombre disfrazado de lobo sus patadas y movimientos eran rápidos fue por qué uno de ellos quería un hot dog para su mala suerte solo había uno.

Ambos intentaron arrebatarle al otro después cada movimiento que hicieron con mayor fuerza fue cuando el solo dió un respiro antes de poder darle una patada para enviarlo al azabache a las bolsas de basura pero logró soportarlo y sujeto su pie para después rechazar su ataque.

Los dos se miraron dieron un respiro uno de ellos era un gran maestro marcial entrenado por un hombre que es una leyenda en las artes marciales, y el otro solo parecía hacer un entrenamiento normal.

Los dos empezaron a correr en la ciudad intentando quitar aquél hot dog fue cuando se puso serio el artista marcial sus movimientos fueron aumentado pero quedó sorprendido cuando aquel simplemente hombre de alguna manera logro igualar sus movimientos.

Lo que no sabían era que ambos estaban haciendo un desastre por toda la ciudad sus movimientos sus movimientos rompían las ventanas y estructuras del lugar.

Fue cuando entraron a una zona restringida corriendo y dando patadas rápidas para poder eliminar a su oponente.

En las cámaras se veía a dos personas una con un disfraz de lobo y otro era un azabache.

Largo de aquí abuelo. — el artista marcial había enviado a los guardias de seguridad a volar por el techo estaba concentrado en aquel hombre fue cuando logro darle una patada fuerte fue cuando entró en una habitación.

Dentro una pequeña niña de pelo verde se puso tensa desde que escucho el alboroto miraba por los barrotes fue cuando vio a los moustros correr en un intento de detener a los intrusos.

Fue cuando dió un salto atrás y lo vió un hombre de complexión delgada y de pelo azabache tenía algunos rasguños y sangre por algunas partes detrás de el entró un hombre fornido y traía una máscara de lobo sus movimientos rápidos era imposible escapar por la única salida que había.

El azabache la vio quiso detener la pelea pero su oponente estaba tan concentrado en su pelea que olvidó todo a su alrededor solo eran ellos así que se puso enfrente como si fuera un escudo humano.

El recibió un terrible castigo de aquel hombre el miraba a la pequeña no quería que estuviera en medio de su pelea, dió un respiro profundo antes de dar un salto atrás ella sujeto a la niña.

Dió saltos rápidos atrás esquivando rápido ella solo se sujetó con sus dos manos fue cuando serró sus ojos para luego sentir un poco de aire fresco al abrir sus ojos vio como corrían rápido para perder a ese sujeto.

Demonios debo de detenerlo con un golpe. — el hombre lentamente ponía a la pequeña en el suelo. Oye estás bien. — el se agachó para estar a su altura vió que hacía frio el se quitó su chaqueta azul se la puso antes de acariciar su cabellera verde.

Gracias. — ella sujeto fuerte aquella chaqueta azul como si su vida dependiera de está.

Aún no me lo agradezcas aún no perdemos a ese tipo. — el subió a la niña a un pequeño hueco donde ella podía entrar sin ningún problema.

El hombre dió un salto rápido quería saber porque siempre se metía en ese tipo de problemas siempre ayudando a niños dió un respiro es lo que haría un héroe o no?.

El escucho las pisadas de aquel hombre tenía que detenerlo con un golpe por eso entreno este año aún le dolía su cuerpo dió un respiro profundo antes de ponerse serio, aquel hombre cada paso que daba corría con una postura de su estilo también quería terminar con esta tonta persecución.

El hombre hizo algo que jamás olvidará en toda su vida sintió como de su cuerpo salía una fuerza brutal antes de que su enemigo viera como Miles de puños se le aproximaron fue demasiado tarde salió volando por los aires antes de desaparecer en el cielo oscuro.

El azabache solo tenía una sonrisa la niña peliverde  bajo con cuidado si no lo hubiera visto jamás lo habría creido estaba viendo a un dios en todo su resplandor y dónde alguna vez estaba aquel lugar desapareció y dejó un enorme agujero.

El azabache solo se limitó en caminar a su dirección el sólo la vió antes de sonreír y caer por lo exahusto que estaba ella solo rodó sus ojos tenían que irse de aquel lugar no quería saber de ese lugar o de los humanos por algún rato.

Ella vio el cielo oscuro no había ni una estrella pero por algunos segundos o fue por su imaginación vio un haz de luz ella cargo al pobre muñeco de carne y se fué levitando del lugar a una altura considerable.

Después de unas horas el hombre despertó sólo para ver a la pequeña dormir en su regazo dió un suspiro sabía que no la podía dejar a su suerte con mucho cuidado la cargo para poder irse del lugar.

Ella vio como aquel hombre solo pasaba las protecciones de peligro incluso se adentro en la zona más peligrosa de toda la ciudad Z era donde había más kanjin peligrosos ella no tenía fuerzas solo se quedó dormida en sus brazos.

Las sombras cubrían aquellas siluetas sin saber que en algún futuro serían temidos por igual tanto por sus congéneres y por los kanjin.

Del otro lado un hombre estaba incrustado en un edificio desocupado el intento mover un dedo fue el peor dolor que sintió recorrer su cuerpo ni su antiguo sensei lo había dejado como un puré de tomate.