el nuevo amigo de mei lee ( lector x ming lee)

cap 3

Lector.
Era casi la hora de salida solo faltaba 1 minuto. Y acompañaría a mei a su casa donde empezaría a trabajar pero lo más importante donde estaba la señora mig y por fin podría hablar con ella de algo más. Aunque no lo demostrará por dentro estaba algo ansioso.

Sonó la campana y el día escolar había acabado. Así que salí del salón junto con las chicas y tayler. Caminamos por el pasillo hasta la salida. Estuvimos caminado en grupo hasta la esquina de la casa de mei, fue donde nos separamos así que yo seguí a mei detrás de ella.

Al entrar por la puerta el señor lee estaba otra vez barriendo y mei lo saludo con un abrazo y yo simplemente con un apretón de manos.

Mei pregunto donde estaba su madre. El señor Jin que así se llamaba. Mei me había dicho el nombre de su padre en la escuela.

El señor Jin dijo que su madre estaba atrás en el mismo salon de ayer.

Asi que mei y yo caminamos hacia el salón. Y al llegar la vi estaba sentada revisando unos papeles era hermosa.

Mei camino hacia ella y la abrazo, mientras que yo solo me quede en la entrada de la puerta. Cuando terminaron de abrazarse mei dijo que se irá a cambiar para ayudar a su padre a barrer. Cuando mei se fue la señora ming se fijo en mi aun con una cara de desconfianza que alcanze a notar. Así que hable.

X- hola señora ming aquí estoy para empezar. Dijame que quiere haga primero.- dije al acercarme un poco

Ming- ok mira lo primero que quiero que hagas es llevar esta estatua al patio principal.- dijo señalando a una estatua de panda parecía un panda rojo.

X- ok- dije caminando hacia la estatua que aunque no era muy grande si estaba algo pesada. Hice fuerza para levantar la estatua. Sabía que tenía que hacer todo lo que la señora ming pidiera para haci ganarme su confianza y poder hablar con ella más amistosamente.

Logre levantar la estatua y camine lo más despacio hacia el patio de la entrada. El problema fueron los escalones pero con mucho cuidado logré bajarlos. La señora ming me siguió de tras. Po lo que parece estria detras de mi supervisandome. Al llegar al centro la señora ming me dijo que colocará la estatua de panda hay así que obedecí y lo puse en el centro.

Aunque no fui tan pesado como creí. Si me fue difícilmas por tratar los escalones.

X- a quí esta señora ming- dije poniéndome aun lado de la estatua y mirando a la señora ming.

Ming- bien gracias. La verdad no creí que la podrías levantar, mi esposo y yo no pudimos- dijo

X- bueno si estuvo algo difícil. Pero estoy muy interesado en trabajar con usted y su familia y voy a poner todo de mi-dije dándole una sonrisa.

Ming- de acuerdo eso es pero- dijo mirándome fijamente.

X- ha pero me gustaria saber una cosa porque hay muchas cosas de panda rojo - dije para alfin sacarme esta curiosidad.

Ming- a bueno creo que si vas a trabajar aquí deberías saberlo- dijo dándose la vuelta

Ming- sígueme- dijo caminado hacia lo que parecía el salón principal.

Así que la segui por detrás y otra ves mis ojos se fueron directo a su trasero.
Al llegar a lo que eran una puertas geandes de color rojo. La señora ming las abrio y vi un altar.

Al acercarnos al altar note que se veía una pintura de unos pandas rojos gigantes peleando contra un ejército y unas estatuillas de pandas. Acompañandos con velas chinas al rededor.

Ming- verás en mi famiala hay una leyenda que dice que durante la época los emperadores. Hubo guerras que hacia que los hombres fueran a la guerra. Y las mujeres se quedaban en casa. Pero el enemigo era muy superior y fue avanzando hasta llegar a nuestro territorio. Todo el pueblo perdía la esperanza esperando a ser asesinados. Pero una mujer no se rindió y rezo a una deidad que no era muy conocida. Le pido que los ayudara a proteger a su familia y a su pueblo, rezo tanto que fue escuchada dándole un don o una maldición. La mujer se transformó en un panda rojo gigante y acabo con el ejército enemigo. Esa mujer era la ancestra de nuestra familia. Y desde eso mi famila a honrado a la deidad del panda rojo por generaciones.- dijo mientras encendía las velas y rezaba. Yo por respeto hice lo mismo.