twelve (the end)

793 54 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Salí corriendo de la casa de los Gallagher, oyendo los gritos de Lips detrás de mí.

Cuando estaba a punto de abrir la puerta principal, una mano me rodeó la cintura y me empujó contra la puerta.

Levanté la vista y me encontré con los familiares ojos azules brillantes que tenía delante.

La mano derecha de Lips estaba alrededor de mi cintura, la otra colocada por encima de mi cabeza, todo su cuerpo inclinado sobre el mío.

Los dos nos miramos durante un rato, simplemente respirando.

—Lis, me importas, de verdad. Siento que hay algo especial entre nosotros. Siento que podríamos ser algo.

Interrumpí al chico, apartando su mano de mi cintura.

—No puedo hacer esto Lip. No puedo hacerle esto a Ian-

—Déjame terminar— dijo, silenciándome. —Como dije antes, me importas, pero me importa más mi hermano... por eso estoy dejando de lado mis sentimientos. Estoy dejando todo esto de lado. No intentaré besarte, no intentaré coquetear contigo, ni decirte que me gustas, ni nada. Seremos amigos. Pero para poder hacer eso, tengo que saberlo.

—¿Saber qué?— pregunté, mirando sus ojos azules.

—Dime lo que realmente piensas de mí. Si es bueno o malo. Si te gusto o no. Dímelo ahora. Porque si no lo sé... si nunca lo sé... que podría haber algo ahí... nunca me perdonaré haber dejado que te dieras la vuelta y te escurrieras entre mis dedos sin averiguar si te importo de la misma manera que me importas tú.

Miré a Lip para ver que sus ojos se habían desviado, igual que los míos. Agarré sus manos, acercándolas a mi cara, depositando un suave beso en sus nudillos.

—Lo siento, Lip.

—Ve a por él, Alissa. —susurró Lip, soltando sus manos de las mías.

Al instante me di la vuelta y salí corriendo por la puerta y luego por la acera, con lágrimas en los ojos.

Pasé por mi casa, escuchando los gritos de mis hermanos. Pasé por la casa de Vals, viendo a Kevin con sus hijos en brazos y sonriéndome.

Pasé por delante del colegio, recordando todos los recuerdos que Ian, Mandy, Lip y yo habíamos compartido en los pasillos.

Pasé por delante de Kash n' Grab, todavía corriendo. Pasé por el Alibi, con los pies todavía acelerados. No estaba cansada.

Nunca dejé de correr.

Ni cuando empezó a llover, ni cuando empecé a llorar...

Nunca paré.

Hasta que llegué a él.

El chico con cabeza de zanahoria que una vez había llamado mío. El chico que me importaba tanto que si no estuviera conmigo mi corazón explotaría.

—Ian

Se dio la vuelta, con los ojos rojos.
Para cuando nos hemos alcanzado, nuestros cuerpos estaban empapados de lluvia y gotas de lágrimas.

Mi pelo, antes liso, se desvanecía por todos lados, mi cara sin maquillaje revelaba cada imperfección, mi pijama transparente estaba a la vista de todo el mundo.

Pero en este momento, con un chico que me importa tanto, no me importaba lo demas. A él tampoco le importaba.

Nunca lo hicimos.

—Lo siento. —dijimos al unísono.

Sonreí, los labios de Ian se curvaron también. Corrí hacia adelante, abrazando al chico que amo.

—Lo siento mucho Alissa, nada de esto debería haber ocurrido.

Asentí, mis ojos se encontraron con los suyos.

Antes de que pudiera responder, sus labios se aferraron a los míos, un beso suave que me hizo sentir calor por dentro. Tan cálido que ni siquiera la lluvia pudo hacerme temblar.

Me relajé en él, una sonrisa se formó en mis labios mientras le devolvía el beso. Cuando nos separamos, apoyé mi cabeza en la suya, respirando suavemente.

Mis ojos se encontraron con los suyos verdes una vez más, y fue como si el mundo se detuviera.

Sólo estábamos nosotros dos.

—Recuerdo el primer día que nos conocimos. Me odiabas...

—Porque eras un idiota. — interrumpí, con una risa escapando de mi boca.

—Y me gritabas todos los días por comer un donut rosa escarchado. —Ian sonrió, con su mano acariciando mi cara. —Y si nunca hubieras hecho eso... nunca hubiéramos estado aquí.

—Sí.— respondí, mirando al suelo, un rubor formándose en mis mejillas.

—Es gracioso. — dijo Ian.

—¿Qué es gracioso?

—La chica que una vez odié fue la última persona en toda la tierra de la que pensé que me enamoraría.



—La chica que una vez odié fue la última persona en toda la tierra de la que pensé que me enamoraría

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


























































































Oh, por fin el final.

Perdón por la espera, sinceramente no tenia ganas de traducir y editar cada capitulo, pero sé logrooo.

La historia en realidad no termina ahí, es más extensa, pero sinceramente no vale la pena lo que sigue, ya lo leí y decidí darle un final mas digno.

Muchas gracias por los lindos comentarios, eso me impulso a seguir.

Tantos años de espera, lo sientooo♡

Esten atentos a "La chica de la cafetería" y "Sometimes" próximamente más capítulos.



Peace out, Anii.

donuts || Ian GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora