donuts || Ian Gallagher

eleven

—¡Abre la puta puerta Ian Gallagher, o te juro que entraré y te mataré yo mismo!— Cody escupió, con los ojos llenos de rabia.

Oh, me había metido en un buen aprieto, ya ves, los Gallagher y yo hemos tenido algunos problemas, y por supuesto, teniendo los hermanos sobreprotectores que tengo, las cosas no necesariamente funcionan a mi favor.

Elliot y Cody se encontraban actualmente en el porche de la casa de los Gallagher, la rabia se acumulaba a medida que cada puño golpeaba la maltrecha puerta de malla.

La puerta se abrió lentamente, revelando a una Fiona Gallagher ligeramente molesta y confundida.

—¿Eliot? ¿Cuál es el problema?

—El problema es que tus hermanos han estado jugando con mi hermana, y no lo aprecio precisamente.— Elliot hablo, mirando a Fiona con disgusto.

—Bueno, lo que sea que tengas contra Lip e Ian es actualmente irrelevante considerando que ninguno de ellos está en casa, así que deberías irte.— dijo Fiona rápidamente, comenzando a cerrar la puerta.

Cody empujó su pie en la puerta principal, su rabia sacando lo mejor de él.

—Respeto tu privacidad Fiona-

—Eso es difícil de creer.— murmuró la mujer.

—Pero...—comenzó de nuevo Cody—..casualmente vi al pelirrojo con cabeza de zanahoria bajar las escaleras y entrar en tu cocina, así que si me disculpas un momento...— Cody empujó al acalorado Gallagher y corrió hacia la cocina, siendo inmediatamente seguido por Fiona, Elliot y yo.

Hice un gesto de dolor al ver cómo Cody inmovilizaba a Ian y le lanzaba un puñetazo directo a la mandíbula. Siguió golpeándolo hasta que Ian lo empujó, lanzándole también un puñetazo. Elliot finalmente entró en razón y apartó al chico rubio de Ian, empujando el suyo ligeramente por detrás de mí.

—¿En qué estabas pensando?— murmuró Elliot, golpeando ligeramente a Cody en la cabeza.

—Sé que todos deben estar confundidos, pero ¿podemos Ian y yo tener un segundo a solas?— pregunté en voz baja.

Miré a mis hermanos con una mirada suplicante, y Elliot arrastró a un molesto Cody fuera de la puerta trasera, una curiosa Fiona los siguió.

Por fin me armé de valor y miré a Ian, que sorprendentemente, parecía más disgustado que otra cosa.

Me apresuré a ir a la nevera y cogí una bolsa de la primera verdura congelada que encontré antes de acercarme para dársela.

Ian miró mi mano y volvió a mirarme lentamente, antes de coger los guisantes congelados y dedicarme una suave sonrisa.

—Ian....yo...—e quedé en blanco, sin saber cómo continuar la conversación.

Él sabía que les había visto besarse a él y a Mickey, y estoy segura de que al final se enterará de que Lip y yo también habíamos pasado una noche juntos.

—Lo siento.— murmuramos los dos al mismo tiempo.

Miré a Ian y decidí que empezaría mi explicación, pero él ya había empezado a hablar.

—Siento haber besado a Mickey, me arrepiento, de verdad. Me importas mucho, y no quería hacerte daño... así que besé a Mickey porque tenía que averiguar... tenía que averiguar si aún sentía algo por él. Realmente me estaba empezando a gustar, y no quería que nada interfiriera.—dijo Ian, sus ojos verdes no se apartaron ni una sola vez de mis ojos azules.

—Entonces, ¿Tienes sentimientos?

—¿Sentimientos de qué?

—¿Sigues sintiendo algo por él?

—No.—murmuró Ian. De repente se acercó a mí, su alta figura se imponía a la mía. Agarró mis dos manos, mirándome con una mirada suplicante.—Todavía me gustas, de verdad. Y no sé de qué otra manera decirte lo mucho que me importas.

De repente me sentí horrible, por supuesto él no sabía que Lip y yo nos habíamos besado. Tiene que saberlo, no es justo que no lo sepa.

—Ian yo...—mpecé, pero pronto fui interrumpida.

—Alissa por favor no digas lo que creo que vas a decir.— Ian respondió, su agarre en mis manos vaciló ligeramente.

—Ian-

—No—Interrumpió una vez más.

—He besado a Lip.

Las manos de Ian se separaron de las mías, con una expresión de dolor y sorpresa en su rostro.

—Eso no es lo que esperaba oír.— Ian habló, su voz se volvió repentinamente monótona. —Pero es igual de malo.

Pasó por delante de mí, saliendo por la puerta trasera, cerrando de golpe tras él.

Suspiré, las lágrimas se formaron en mis ojos azules brillantes.

Oí el crujido de un escalón y levanté la vista, viendo a otro Gallagher confundido y dolido.

Lip.