Capítulo 5

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La chica apretó sus puños y miro a la recepcionista con ira, está tenía miedo solo por como la miro

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La chica apretó sus puños y miro a la recepcionista con ira, está tenía miedo solo por como la miro.

— Señorita ___ por favor cálmese —pidió levantándose de su asiento. Miro como ella caminaba hasta su maleta y no comprendió.

— ¿Donde está Scaramouche? —pregunto alzando la voz para que se la escuchará. 

— No lo se —murmuro la recepcionista con sus manos temblando, movía su cabeza en un tonto intento para ver si lograba apreciar que hacía la menor. Tenía mucho miedo, su mente se nublaba por el terror.

¿Por qué? ___ es una buena adolescente, muy amable y sobretodo es encantadora, ¿No?

Abrió su maleta y de ella saco un objeto cubierto por telas. Las quito mostrando un hacha con preciosas figuras elegantes en su filo, el mango era de una madera oscura y robusta muy bien cuidada manteniendo una forma perfectamente rectangular.

— ¡Te dije que me digas donde demonios esta Scaramouche! ¡Es mi amigo! —camino hasta la puerta de la pequeña cabina en la que estaba la chica y empezó a cortar la puerta, su ceño fruncido mostraba que estaba todo menos feliz con la desaparición de su querido y precioso muñeco.

— ¡Qué no lo se! —lloraba agarrando una campana y haciéndola llorar— ¡Auxilio!

La puerta estaba rota y la más joven pudo entrar, levanto el hacha a la altura de su cabeza y se preparo para dar un golpe certero mientras ella se removía del miedo. El golpe nunca llego, la protagonista se quedo quieta escuchando la campanita que un peliverde hacía sonar al otro lado del cristal, su sonrisa era inquietante.

El señor empezó a reír y mostró el muñeco aumentando sus carcajadas.

— Oh querida princesa, este es tu lugar. Scaramouche solo me ayudo a confirmarlo —su voz era ronca y tenía unos ojos rojos horribles, tenía una bata de médico extraña y blanca aunque ligeramente teñida de un rojo fuerte.

— Scaramouche me tenías tan preocupada —tiro el hacha al suelo y abrazo el muñeco con su actitud habitual.

— Señor Doctor no puedo estar más aquí, no soporto tener todos los días que soportar el miedo —lloriqueaba la recepcionista en el suelo intentando quitar las lágrimas que no dejaban de salir de sus ojos. Su cuerpo seguía tembloroso por el shock, la puerta estaba destrozada y desde luego no tenía arreglo.

La sonrisa desapareció de su rostro mientras se ajustaba sus guantes a sus manos con elegancia.

— ¿Reniega de su trabajo señorita? Es muy asustadiza, creo que una revisión no iría mal —su tono no era juguetón con ella, era frío como el lugar en general.

Todo estaba perfectamente decorado pero era inevitable que todo se viera ciertamente oscuro, tenían cuadros de varios adolescentes con sonrisas escalofriantes.

Más lágrimas salieron por los ojos de la recepcionista.

— ¡No! ¡Prometo no rechistar, lo juro! —hizo una reverencia tocando el suelo con su cabeza mirando al suelo, su rostro estaba más pálido que un cadáver por el terror y sudor resbalaba por su frente.

— Y pide que pongan una puerta de metal a la próxima, las de madera... no sirven. Siempre lo digo y me ignora, informaré a mi señora pero antes, debo llevarte a tu respectiva habitación —extendió su brazo insinuando que tomase su mano— no se preocupe por su maleta y su juguete, se la traerán enseguida.

___ asintió y tomo su mano con plena confianza, por fin alguien servicial y divertido. Se había sentido tan desesperada por su adorado amigo que estaba agotada, la puerta era resistente y tuvo que utilizar su fuerza para un trabajo tan vulgar.

Caminaron y todos los pasillos tenían cuadros de diferentes personas menos una mujer, ella estaba en todas las paredes con distintos cuadros destacando por su natural y atractiva sonrisa pintada de un rojo sangre. En el suelo resonaban sus zapatos, no decían nada pero sus sonrisas mostraban su conformidad con el otro, quizás tenían mucho en común.

Scaramouche no esta muy feliz, no le gusta el Doctor que es como se hacía llamar. No le gusta en general ese reformatorio.

El dañaba la piel de su querida dueña por la presión que hacía en su brazo y ella lo ignoraba porque significaba que el estaba a su lado, no importa el dolor si estaba a su lado.

— Scaramouche no estés molesto por este sitio, ¡A lo mejor hacemos amigos! Aunque te prometo que tu siempre seras mi favorito —susurro riendo por la marca roja aparecía en su piel poco a poco.

— Scaramouche no estés molesto por este sitio, ¡A lo mejor hacemos amigos! Aunque te prometo que tu siempre seras mi favorito —susurro riendo por la marca roja aparecía en su piel poco a poco

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Pretty doll ❚𝗬𝗮𝗻𝗱𝗲𝗿𝗲 UADonde viven las historias. Descúbrelo ahora