Tomatoe (Robert smith) shortfic

Flores de verbena I

Me quedé sin aliento por posiblemente muchos segundos. Casi podía pensar que tenía miedo de como esos ojos tan azul persa pudieran ser un azul zenith. Después simplemente pude ver cómo Robert caminaba a mí y antes de que yo dijera algo o pudiera encontrar mi voz, Simon me alejó de él tomando mis hombros. Se interpuso.

-Rob creo que deberías volver adentro.

-Creo que debo escucharlo.

-Ya lo hiciste.

Me quedé viendoles, ambos parecían mirarse demasiado, quizá estaba siendo una tonta porque parecía haber algo de ojos agresivos.

Algo pasivo agresivo.

Al fondo oí a PreCog en please stand by. 

-Desde cuando están juntos ustedes dos? -esta vez Rob se dirigió a mí aún frente a Simon.

Abrí la boca.

-Perdon?

-No finjas demencia, Bri...

-Ni siquiera la tratas bien, maldita sea, ella no es tu perra personal a la que puedas acudir siempre que estás caliente.

-Ese bebé podría ser mío.

-Pues no es así, -parpadee tratando de entender toda la bulla frente a mí. -haznos un favor y déjame hablar con ella.

-No tengo por qué hacer nada, Bri -esta vez volvió a verme Robert, le dirigí la mirada claramente aturdida, que carajos estaba pasando? -dime desde cuándo te acuestas con él?

Su voz parecía extraña ahora, y yo simplemente estaba tratando de entender. Aparte jamás creí ver a Robert a la defensiva.

-de qué carajos hablas? -mi voz fue suave y hasta cierto modo con duda. Él me vio un instante como soportando la molestia antes de suspirar.

-no lo recuerdas?

Negué.

-acerca de qué? Simon que pasa? -decidi irme por Simon ya que quizá el sería la voz de la razón esta vez.

Él me vio girando su cuello y separó los labios, un rubor sobre su nariz.

-Maravilloso -musitó Robert y entonces tocándose el cabello suspiró. 

-Acerca de nuestro...

-No puede ser tuyo, cierto Bri?

De nuevo la discusión.

-Oigan -iba a explicar que no recordaba nada de anoche después de tener sexo con Robert cuando él se dió la vuelta.

-De todos modos no importa, pensé que éramos sólo tú y yo...

-Al diablo Rob, crees que eres su dueño o algo por el estilo? Tienes a Mary.

-No te metas, esto lo debo hablar con Bri yo solo.

-Bien, sólo si ella quiere, eh?

-No tengo problema.

-Solo recuerda, eh, Rob, Bri no es tu zorra, ella no es tu amante, no la mereces y ahora que tiene un hijo mío mucho menos tienes derecho a tocarla...

Dejé de oírlos cuando Simon dijo aquello como si fuera algo normal, abrí la boca y entonces tomé del bíceps a Simon que seguía frente a mi como un escudo.

-De qué rayos hablas, cómo sabes de Rue? -en el momento en que lo dije me quise tapar la boca en gesto infantil pero no lo hice.

-Asi que así se llama -Simon dijo en voz suave después de procesar unos segundos mis palabras, le ví con cierto pánico y vergüenza, mis manos empezaron a temblar no sé si por la resaca o el miedo, o porque este secreto ya no lo era más. Me tomé el cuello con mi mano izquierda, palpando en busca de mi corazón sobre mis clavículas.