❝ One-shots Nijiro Murakami ❞ [𝐈]

✴「039」✴

Título: 【Poem】
Créditos del poema: ChinthiaSantoro
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Observó su casillero y miró hacía los lados tratando de encontrar quién era el que había puesto aquella carta en su taquilla, se encogió de hombros y soltó un suspiro para tomar la carta y guardarla en su mochila para leerla después.

―¡Hola, hola, mi amigo del alma!― El chico cerró los ojos al escuchar como una voz que conocía perfectamente se acercaba a él.

―Hola, Kento.― Respondió el chico con tranquilidad.

―Uuh, que aburrido saludo.― Se quejó el chico, haciendo que su amigo soltara una risa.

Caminaron por un rato, el chico le contaba animadamente cómo había pasado el día de ayer con la persona que le gustaba, la cuál, casualmente era parte de su círculo de amigos. Nijiro no hacía más que escucharlo con una sonrisa, le gustaba ver a su amigo feliz, así que solo lo escuchaba con una sonrisa.

―Aquí nos separamos, Kento.― El chico hizo una mueca de tristeza.

―Odio no ir a tu mismo salón.― Nijiro negó divertido.

Se despidió de chico antes de entrar al salón y dirigirse hacía su asiento. Sacó la carta que estaba en su mochila y comenzó a leerla, pero, no era una carta, era un poema.

El chico parpadeó un poco antes de que sus mejillas comenzaran a tomar un color rosa, realmente le era un tanto vergonzoso que le dijeran aquello, no estaba acostumbrado a recibir confesiones como esas, pero, había un problema.

―No está firmado.― Habló el chico al buscar alguna firma, letra, algo.

Soltó un suspiro de enojo en cuanto no encontró nada, la campana sonó así que guardó el papel, le contaría a su amigo para que le ayudara a saber quién era.

―...

―...

―... Tú...

―...

―... ¡¿No le pusiste firma?!

―¡No me grites, soy sensible!

―¡Quiero pegarte, necesito pegarte!

La chica se tapó la cara con sus manos debido a la vergüenza que le había ocasionado contarle a su amiga que se le había olvidado poner la inicial de su nombre para que el chico se diera una idea de quién se lo había enviado. Agradecía internamente que sus amigos estuvieran ahí, si no fuera por ellos su amiga ya le había pegado por tremenda estupidez que había hecho.

―¡Es que como se te ocurre! Fue lo primero que te dije, que no te olvidarás de firmarlo.― La chica fingió llorar.

―¡Es mi fin!― Soltó un grito ahogado.

―¡Lo es, mensa!

Meh, algo corto pq sí :b