❝ One-shots Nijiro Murakami ❞ [𝐈]

✴「041」✴

Título: 【¿Me odias?】
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¿Alguna vez pensaste que Nijiro Murakami podía odiar a alguien?

Quiero decir, aquella persona que es un ser de luz y que tiene la sonrisa más linda del mundo, pareciera el tipo de persona que es incapaz de odiar a alguien, es como si fuera un terroncito de azúcar incapaz de hacer cosas como odiar a una persona.

Pero, las apariencias engañan.

Nijiro Murakami odia con todo su ser a (N) (A), le repugna siquiera verla en una pintura.

―Oh vamos, ¿que te hice para que me vieras así?― Por sexta vez en el día, estaban teniendo una discusión.

―Sí, hazte la que no sabes.― La chica rodó los ojos.

―Literalmente empezaste a odiarme de la nada.― Habló.

―No, no fue de la nada.― Contradijo.

―Sí, ajá.

Sus amigos los observaron con extrañes, ellos tampoco entendían porque se llevaban tan mal, o bueno, porque el chico odiaba tanto a la chica.

―Sin duda son la peor pareja que puedes imaginar.― Habló la chica. Ni siquiera eran pareja, pero sus amigos siempre les hacían bromas con que parecían ese cliché de enemies to lovers.

―No entiendo cómo es que cambian por completo cuando están frente a la pantalla.― Observaron cómo los chicos comenzaban a hablar de la manera más alegre posible, pues habían comenzado a rodar.

En cuanto la escena terminó, la chica se levantó de su asiento, ignorando por completo al chico que estaba sentado frente suya, y de igual forma, el chico hizo lo mismo.

Tao se despidió de Kento en cuanto la chica comenzó a recoger sus cosas, pues tenía que llevarla a su casa debido a que ella no tenia licencia de conducir. En cuanto las dos chicas se fueron, Nijiro se acercó a Kento y se sentó a un lado de él, comenzando a tomar el líquido de la botella que había tomado.

―¿Por qué es tan irritante?― Llamó la atención el chico.

―¿A quién te refieres?― Preguntó el chico con una sonrisa.

―A (N), ¿a quién más?― Kento soltó una risa.

―¿Por qué comenzaste a odiarla?― Preguntó su amigo. ―Siempre me dió curiosidad.― Nijiro soltó una sonrisa de lado.

―Después de esto, Nijiro.― Comenzó. ―Ahora mismo te pregunto...― Hizo una pausa. ―¿Me odias?

El mencionado rió ante aquella pregunta, haciendo que la chica soltara una sonrisa. Ella sabía la respuesta, pero le encantaba escucharla de la misma boca del chico.

―Sí, te odio, (N) (A).― Se acercó aún más a ella. ―Te odio por provocar este sentimiento en mí.― La chica soltó una risa.

―A mí me encanta provocar eso en tí.

La chica juntó sus labios con los del contrario, comenzando a besarlo de manera tranquila y tierna, sus labios encajaban a la perfección, cómo si piezas de rompecabezas se trataran; el chico aceptó el beso, llevando una de sus manos hacia la mejilla de la chica y otra hacia su nuca, haciendo que el beso sea más profundo.

Se separaron por la falta de aire que el beso les había arrebatado, se vieron a los ojos y con la respiración agitada sonrieron.

―Dime que esto es una ilusión, Tao...― Susurró el chico, tratando de que las personas dentro de la habitación no le escucharan.

―Yo también quiero saberlo, Kento.

Wiwiwiwi