Cap 4

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Los días pasaban, Touya siempre visitaba a Tobirama, para que no se sintiera solo, pero está vez, el no fue, su padre lo llevo con sus hermanos menores y a Touya no le dio tiempo para avisarle a Tobirama

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Los días pasaban, Touya siempre visitaba
a Tobirama, para que no se sintiera solo, pero está vez, el no fue, su padre lo llevo con sus hermanos menores y a Touya no le dio tiempo para avisarle a Tobirama.

El anterior mencionado, estuvo esperando a su único amigo, tenía marcas de golpes y también una que otra venda. En efecto, en ese orfanato, maltrataban a los niños que se portaban mal, los castigaban sin comer, los encerraban en un sótano oscuro unos días, dependiendo que fue el mal que hicieron. Tobirama no era que se portaba mal, el solo se defendía de los niños que se metían con el, pero nunca le creían.

Tobirama ya estaba cansado de ese sitio, se quería largar de ahí. Hoy por la noche, se escaparía, pero se lo quería decir a Touya para que no perdiera el tiempo llendo al orfanato. Pero, lamentablemente el nunca llegó.

La campana tocó, lo cual daba aviso de que era hora de entrar, Tobirama con una expresión triste, se levantó de su sitio y camino hacia dentro del lugar.
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Luego de tres días, Touya iba de camino hacia el orfanato a ver a su amigo, al llegar, preguntó por el. Solo le dijeron que el no estaba, que lo había adoptado otra familia.

Touya sin creerlo todavía, se fue de ahí no muy convencido. Estuvo el resto de la semana buscando a su amigo, pero no lo encontraba. No importa cuando tiempo le tomara,  pero no pararía de buscarlo.

Habían pasado dos años desde la última vez que nuestro protagonista vio a su amigo, aún así, el lo seguía buscando

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Habían pasado dos años desde la última vez que nuestro protagonista vio a su amigo, aún así, el lo seguía buscando.

El peliazul se encontraba caminando hacia una tienda de mascotas, no hace mucho, encontró a un gatito en la calle con una patita lastimada. Su padre, le dejo quedarse con el animalito, de nombre le puso Lucky. Estaba en la tienda para comprarle un collar y poner la dirección cuando se perdiera.

Nuestro adolescente de catorce años, estaba en la sesión de collares, se encontró con una chica pelinegra intentando alcanzar un collar morado con toques oscuros y dorados que estaba en lo más alto del estante.

Se acercó y agarró el collar, la chica lo quedo viendo y el le extendió el collar.

Toma... – dijo con una expresión calmada en su rostro y una leve sonrisa, la chica sonrió y agarró el collar de sus manos.

¡Mucha gracias! – agradeció con una gran sonrisa en el rostro e inclinándose un poco, normalmente es algo tímida cuando recién conoce a alguien, pero sentía mucha confianza con Touya.

Eh..no hace falta que te inclines.. – dijo Touya algo nervioso con una gota en la cien.

Está bien. – dijo enderezando se. – Mi nombre es Akiro Satō. – dijo ella.

Soy Touya Kawata, un gusto. – hablo tranquilo.

El gusto es mío. – dijo ella, derepente una vos sonó detrás de la Akiro.

¡Hermana! ¿Porque tardas tanto? – se acercó un chico de ojos grises oscuros, tez morena y pelo gris con dos mechas negras.

Ahora voy Ryusei, se paciente. – le respondió Akiro que luego miro a Touya. – Disculpa, una pregunta. – le dijo viendo a Touya quién ya tenía elegido el collar de su gatito.

¿Si? – respondió viéndolos.

Mi hermanito y yo venimos a Roppongi por trabajo de nuestra madre, no conocemos mucho el sitio, aunque muy pronto volveremos a Shibuya. Se que nos acabamos de conocer pero..¿Podrías darnos un recorrido del lugar? – preguntó la chica.

Mm, claro, no tengo problema con eso. – le respondió.

¡De verdad, muchas gracias! – le volvió a agradecer Akiro, Touya solo asintió con la cabeza.

Ellos habían intercambiado números y quedaron en un parque mañana.

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A la mañana siguiente, Touya ya estaba sentado en una banca esperando a Akiro y su hermano menor. Pasaron unos cinco minutos y a lo lejos a las dos personas que esperaba.

Lamento mucho si te hicimos esperar. – se disculpó avergonzada Akiro.

...No te preocupes, acabo de llegar, vamos. – dijo Touya y ellos asintieron.

Touya les día un recorrido por casi todo Roppongi, la miradas ilusionadas la chica y su hermano se notaba desde lejos, se la habían pasado muy bien. El y Akiro empezaron a quedar más seguido en unas de esas salidas, Akiro conoció a los hermanos Haitani, se llevaron muy bien a decir verdad.

Los días pasaban, Akiro y Touya se hicieron muy buenos amigos en ese transcurso de tiempo, pero lastimosamente, Akiro y su hermano tenian que volver a Shibuya. Touya se despidió de ella y prometieron volver a quedar cuando el fuera a Shibuya, cuando Akiro se fue, aún así, no perdían el contacto.

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Nuestro protagonista estaba en clases cuando de repente, tocaron la puerta. La puerta fue abierta dejando ver a un chico de cabellos negros y ojos azules.

Oh, cierto..mocosos, se me olvidó decirles que hoy tienen un nuevo compañero –, hablo el profesor y luego miro al chico. – presente. – el chico cerró la puerta detrás de si, camino hacia el frente de la pizarra y miró a todos.

Buenos días, soy Hiroshi Ishigawa.

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Hola a todos! Se que el cap es corto, pero no los quería dejar sin un nuevo cap.

No tengo nada realmente que decir así que, espero que estén bien y nos vemos en el próximo capítulo!

Sprig fuera (⁠。⁠•́⁠︿⁠•̀⁠。⁠)

Narcolepsia | Izana Kurokawa x M!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora