Felina Máxima.
Un hombre pelinegro, el cual llevaba una túnica de Akatsuki, y una máscara anaranjada, pronto se presentó ante una estatua de una cobra con alas. Los ojos de la serpiente eran de un tono rojo granate, pero, cuando la voz salía de los labios de la serpiente, sus ojos se iluminaron de un color rojo.
—Mi lord, Zetsu, Hidan y Kakuzu, aparecieron ante Namikaze Naruto, Uchiha Mikoto y Uzumaki Kushina —dijo el enmascarado, la estatua permanecía en silencio... como se suponía que debía estar. —Por otra parte... Deidara y Sasori aparecieron a manos de Godaime Kazekage.
— Esto es malo — respondió la serpiente — Son poderosos y son muy listos. Tenemos que engrosar nuestro ejército —el enmascarado asintió. — Viaja a Hi no Kuni, a Hanzai.—El ojo del enmascarado se abrió. Hanzai era una ciudad edificada ante las narices del mismísimo Daimyō de Hi no Kuni. A causa de ser perseguidos por las aldeas, cientos de Nukennin habían fundado y fortificado una ciudad, ningún Kage, ni siquiera Minato, era tan idiota como para tratar de mandar a atacar Hanzai, pues era una muerte asegurada de sus fuerzas, era como un paraíso para los Nukennin y Rōnnin, era allí a donde los grandes señores del Crimen Organizado, se dirigían, cuando necesitaban algún trabajo especial. Fue un lugar visitado en muchas ocasiones por el mismísimo Onoki, durante algunos años, después de la III Guerra Mundial Shinobi. — Sabrás a quienes debes de traer ante mí. Sabrás quiénes son los tres que desean reunir para Akatsuki... tienes seis horas para entrar, contactar, contratary volver, pero esta será una única visita, nadie debe de verte, nadie debe de volver a ver tu máscara o escuchar tu voz. Ya sea la original, la voz de Tobi o la de Madara.
Se quedó en silencio, era muy peligroso, o así lo hacía parecer su amo. —Entiendo. Volveré pronto, con aquellos que usted me ha mandado a llamar.
— Por cierto, Obito. ¿Cómo va el entrenamiento de Sasuke? — preguntó la criatura.
—Le he enseñado lo que usted me ha ordenado enseñarle. —Fue todo lo que dijo el enmascarado, mientras desaparecía en el vórtice del Kamui. Únicamente Obito, conocía a Dioco: La Serpiente de la Noche. Una creación de Anu, el máximo dios de Mesopotamia, fue creado para representar la noche total, mientras que Nannar era la luna. Al tiempo Shamash era el dios de la justicia y el sol.
Luego de varias horas, y por órdenes de Pein, todos se familiarizaron y conocieron a los tres nuevos miembros de Akatsuki, detrás suyo, estaba Tobi, mirando fijamente a los sobrevivientes de la organización.
Pein, Konan, Itachi, Kisame y Tobi, vieron a los tres nuevos miembros, eran Nukennin que contaban con historia en el mundo Shinobi.
El primero era un hombre, de cabello blanco y ojos rojos, piel extremadamente pálida. Se llamó Hiruko y era el creador del Kimera no Jutsu, con el cual supuestamente robó cuatro Kekkei Genkai: Meiton (E. Oscuridad) , Ranton (E. Tormenta) , Kōton (E. Acero) y Jinton (E. Velocidad) .
El segundo era un hombre de cabello azul verdoso, ojos amarillos, su piel era caucasica, llevaba una túnica gris y pantalones verdes, se llamaba Fūshin, había sido miembro de Yu no Kuni y era un genio con el Fūton, se entrenó a fondo, copio Jutsus a Sunagakure y desarrollado a tal punto su elemento que le llamó Taiton (E. Tifón) tras un tiempo.
Y el último nuevo miembro, era de hecho una Kunoichi de Gin no Kuni, su piel era oscura (pues nació en Kumo no Kuni), tenía el cabello purpura en una larga trenza, sus ojos eran grises, llevaba un kimono blanco con flores rojas , que casi y parecía un traje de novia, llevaba una Katana en su costado y también tenía una Ōdachi, pero en su espalda. Su nombre era desconocido, se había hecho llamar Ōmisoka (Noche Vieja).
―Gracias por haber aceptado unirse a nuestra organización ―dijo Pein, para luego fijarse en Ōmisoka, la cual le guiñó un ojo, cosa que provocó que Konan frunciera el ceño, pero le bastó con recibir una mirada de su líder de cabello anaranjado y de ojos, para que la de cabello azul se detuviera ―Ōmisoka-San, necesitamos de tu ayuda violeta, con un proyecto experimental, el cual ninguno de nosotros podría desarrollarse adecuadamente.