Capitulo 5

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Desierto y me ducho antes de bajar. Cuando bajo me encuentro con mi padre y mi hermana esperando para el desayuno.

― ¿Este listo hijo? ―Pregunta mi padre ―Necesito que vayamos temor año y tener todo listo para la llegada de los caballos.

Mi padre adquirido unos nuevos sementales para sacarles cría y perderlos.

―Sí.

Laura sirve el desayuno en silencio y regresa a la cocina. Cuando terminamos de desayunar subo a lavar mis dientes y bajar antes de que mi padre lo hago y me encuentro a mi hermana susurrándole algo a Laura que no logro escuchar, pero logro ver el pánico en su rostro.

― ¿Está todo bien?

Mi hermana se sobresalta y se da la vuelta sonriéndome.

―Claro hermanito ¿Por qué no lo estaría?

Mi padre llega a mi lado.

― ¿Nos vamos? ―Asiento sin despegar la mirada de Laura.

― ¿Se van? ― Su mirada es de terror.

―Sí, pero no demoraremos―Le digo para tranquilizarla.

―Lo siento hermanito, las vacunas no llegaron al pueblo y deben ir a la ciudad.

­― ¿Qué?

―Sí, hijo. Por eso te digo que vamos temprano para llegar antes del anochecer.

Mi padre palmea mi hombro y me doy la vuelta para caminar hacia la camioneta. Ir a la ciudad y volver va a ser de horas, puesto que mi padre aprovecha que está allá para hacer otras compras.

Miro sobre mi hombro y los ojos de Laura están llenas de lágrimas.

―Vayan con cuidado―Mi hermana cierra la puerta de copiloto y le da un beso a mi padre ―Te quiero hermanito.

―Yo igual.

Un sabor amargo se instala en mí esto gamo y un mal presentimiento. No sé por qué algo me dice que no debería irme.

Enciendo el auto dándole revesa antes de tomar el camino dejando la nube de polvo detrás de nosotros.


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