MATRIMONIO ARREGLADO ─ Aizawa x Reader

2. Primer Encuentro.

ㅡTengan cuidado regresando a sus casas ㅡme despedí de los alumnos que caminaban hacia la salida con la mano, muchos de ellos agitaron sus manos también.

ㅡ¡Y tengan cuidado con los villanos sueltos! ㅡgritó Taiga haciendo que algunos soltaran uma carcajada y otros chillaran del pánico.

Normalmente, al final de la jornada estudiantil, Taiga y yo nos parábamos en la entrada de la escuela para ver a los estudiantes irse a sus casas y cuidarlos. Aunque también era el momento perfecto en el que usar nuestras horas de trabajo para hablar no era mal visto por los otros profesores.

ㅡHoy me pasó algo vergonzoso, y es tu culpa ㅡgruñí llevándome ambas manos a la cadera, el recuerdo hizo que las mejillas se me sonrojaran ㅡYa no quiero llevar tu maldito libro...

ㅡ¿Qué? ¿Algún profesor lo leyó? ㅡse burló Taiga evitando que su carcajada fuera demasiado ruidosa para llamar la atención de los alumnos.

ㅡUn alumno casi lo ve, estaba leyendo y apareció ㅡme golpeé la frente con la palma de la mano, ahogando un gemido de cansancio, pero no pude controlar una pequeña risa ㅡ. Le dije que era un libro de filosofía, mierda, no se me ocurrió nada mejor.

ㅡ¡Filosofia, buena esa! ㅡmordió su labio y un sonido extraño salió de su garganta al reprimir una risa ㅡA la próxima, reserva tu lectura para lugares más tranquilos.

ㅡMe lo dice la persona que lee desde su teléfono esas porquerías en las reuniones de profesores ㅡla acusé bajando la voz, ninguna de las dos quería que algún alumno nos escuchara y difundiera rumores de algún tipo.

ㅡYo tengo experiencia, mi cara ha evolucionado para no mostrar nada, pero tengo gritos internos ㅡme dio un pequeño codazo en las costillas que me hizo sonreír ㅡ. ¿Y bien? ¿Te está gustando?

ㅡNunca opino de un libro hasta terminarlo ㅡcorté tratando de evitar pensar en la imagen mental que me había hecho del héroe y la tensión que había con aquella periodista.

Un grupo de estudiantes pasó por nuestro lado y la mayoría se despidió de Taiga, eran chicos del club de baseball a los que ella entrenada. Cuando se fueron ella volvió a girarse hacia mi para seguir hablando.

ㅡToda esta charla que tuvimos sobre tu matrimonio arreglado, me hizo pensar en que también me gustaria casarme ㅡconfesó suspirando, aquello había sido extraño, pues nunca imaginé que Taiga quería casarse ㅡAunque sigo prefiriendo a los hombres ficticios, ugh.

ㅡ¿En serio quieres casarte? ㅡmi tartamudeo delató mi sorpresa por lo que había dicho, vi como sonrió mostrando sus colmillos.

ㅡBueno, no pierdo nada intentando, así que... ㅡse encogió de hombros y se relamió los labios con nerviosismo ㅡAcepté una cita, de un hombre que veo seguido en el gimnasio.

Abrí la boca y luego sonreí, mis cejas también se elevaron, mi expresión le pareció graciosa y ambas reímos. Antes de que pudiera responder otro grupo de alumnos pasó a nuestro lado despidiéndose, correspondidos y volví a ella.

ㅡ¿Es el que dijiste? ¿Ese que siempre quiere usar la máquina que esté a tu lado? ㅡle di un par de codazos en las costillas como ella lo había hecho conmigo y ambas reímos como tontas ㅡ¡Oh, mi querida Taiga tendrá una cita!

ㅡYa basta, te recuerdo que tu vas a casarte, eso es más avanzado ㅡpuso los ojos en blanco, pero sus labios seguían curvados en una sonrisa.

ㅡNo es seguro que vaya a casarme, aunque... ㅡmiré hacia ambos lados antes de acercarme a ella y confesarme en un susurro ㅡAcepté verme con el hombre del arreglo, iremos a almorzar mañana.