Capítulo 4 - Gian, el mono falopero 2/2

391 49 31
                                    


Durante la noche, la chica no podía dormir, le daba inquietud que un extraño estuviera en su casa, sentía que debía estar alerta a cualquier ruidito o movimiento extraño. Aunque bueno, hasta ahora no había venido nadie a su casa.

"¿Qué hago si pasa algo malo?"

"¿Debería atacar o dejar que se vaya con lo que quiera sin que me lastime?"

Esas y otras preguntas más pasaban por la mente de la chica, eso era mucha ansiedad, desconfianza o miedo para ser la primera visita que recibe. Talves solo haya que... Dejar de pensar tanto y solo confiar un poco, si pasa algo entonces ya se tomarán las medidas necesarias para resolverlo.

Por el contrario, Gian estaba más que muerto y en el quinto sueño, ya llevaba días sin poder descansar así de tranquilo y se reflejó en sus ronquidos.

Las paredes eran algo gruesas así que la chica mientras se la pasaba pensando e imaginando que hacer, el mono estaba roncando y descansando en el mundo de los sueños, casi totalmente inconciente por el cansancio de días anteriores.

Después de tanto pensamiento intrusivo en la mente de la chica cayó rendida al sueño cuando vio la luz del día esclareciendo poco a poco el cielo por la ventana de esta.

Unas horas después despertó y no tuvo más remedio que empezar a cocinar el desayuno, pero antes fue a alimentar a los animales y arreglar su cama.

El mono estaba dormido todavía así que pudo seguir con las actividades del diario sin ningún problema.

_____: Ronca, al menos no es muy fuerte, si que estaba cansado... Bueno, sigamos con el cuidado de las vacas, talves pueda ordeñarlas y hacer un pastel para más tarde.

La chica procedió a ir a la parte trasera de la casa y comenzó a alimentar a sus animalitos, vacas, cerdos y pollos.

_____: Quién sabe cuántos días se quede el tipo, espero que no mucho, o quién sabe, a la mejor y me cae bien, ayer parecía ebrio con esa voz que tiene.

Pensaba mientras terminaba sus actividades y siguió con la cocina, era la hora de una buena sopa de conejo y algo de pan recién horneado.

Justo ese mismo olor de suculenta comida despertó al mono y saludó con alegría a la chica.

Gian: Que tal pa, buenos días, ¿Qué cocinás?

Se acercó mientras se tallaba los ojos y se arreglaba un poco su cabello.

_____: Hola, dormiste bien? Disculpa si te despertó algún ruido, estoy cocinando una sopa de conejo y en el horno hay pan.

Gian: Huele riquísimo, sos chef profesional o algo así?

La chica rió un poco por las palabras de su acompañante, además de que todavía sonaba ebrio, le parecía curioso ya que no se veía borracho y tampoco olía a alcohol.

Gian: Ojalá estuvieran mis amigos aquí para disfrutar de esto, el único que le sabe bien a la cocina es Farfa, por cierto... ¡Dios!, es verdad, debo volver con ellos, seguramente cuando regrese me van a putear por irme tanto tiempo, más Amilcar porque lo deje solo.

El mono rió y se fue a sentar al comedor repasando algunas cosas de la cocina de la ajena y ella se quedó pensando un momento.

_____: Farfa? Amilcar? No los conozco, de hecho ahora que lo pienso no he visto a mucha gente estos días, a nadie realmente, solo a ti, creo que necesito socializar más jajaja.

Rió nerviosa por qué si por ella fuera ni si quiera saldría de casa, pero el fin de estar ahí era convivir con los demás y... "Crear lazos de amistad o cosas así".

Gian: Si si, luego te llevo con ellos o los traigo si querés, son medio barderos pero no hacen tanto quilombo como otros... Creo.

_____: Está bien suena interesante, podríamos hacer una fiesta o algo así.

Después de hablar un rato y desayunar, la chica le propuso ir a su acompañante ir a minar algo de experiencia o minerales ya que quería tener una nueva armadura y comenzar a encantar las piezas de la misma. Él aceptó y se prepararon para ir y encontrar una mina o cueva algo lejos de la casa, mientras iban recorriendo una cueva encontraron algo de carbón y hierro, avanzaron con su camino después de colectar lo antes mencionado y encontraron un hoyo para una cueva aún más grande.

_____: ¡Gian, mira hay una cueva más grande allá abajo!

Gian: ¿Qué? ¿Dónde?

Sé acercó a ella mientras sostenía una antorcha y su pico, miró y era verdad, había muchos resplandores leves de colores, rojo, azul, plata y amarillo, eran muchos minerales para recoger y ellos no dudaron en bajar con la vía clásica, un waterdrop.
En cuanto bajen debían iluminar todo lo que puedan para ver mejor a qué se enfrentaban.

______: Ok, yo bajo primero y cuando el agua se expanda bajas y me ayudas a iluminar para ver qué más hay allá abajo, ¿Va?

Gian: Dale, me gritás y bajo más rápido que flash con diarrea.

_____: JAJAJA qué asco, pero si, allá voy.

La chica se fijó un poco mejor en la superficie en la que caería y sin dudarlo más tiempo saltó, hizo un giro 360 por mero impulso y llegó a salvo al piso después de poner el agua, la dejó ahí y le habló a su compañero, él bajó y comenzaron a alumbrar todo, había zombies y uno que otro esqueleto y slime pasando por ahí así que tuvieron que eliminarlos para poder comenzar a minar.

______: No son tantos pero mantente en alerta por si aparece otro zombie o esqueleto, dejaré un cofre aquí por si quieres algo de comida o herramientas para minar, voy a ir hacia allá y si pasa algo te aviso y vos si ocupas algo me avisas.

Gian: Claro claro, gracias.

Pasaron ahí poco más de 3 horas minando y quedando con el inventario y las mochilas llenas, se volvieron a encontrar ya que se habían separado y subieron para salir por el mismo lugar donde llegaron.

Una vez en casa.

Gian se dispuso a arreglar y acomodar lo que había recolectado, ahora que lo recordaba debía irse con sus amigos, ya eran poco más de tres días de que se había ido y debía regresar, así que una vez terminó de organizar se fue a despedir.

Gian: _____, gracias por dejarme quedar en tu casa, prometo volver para joderte más rato, por ahora me tengo que ir, seguramente cuando llegue con los chicos me van a querer matar pero con lo que traigo talves y no sé molesten tanto, en fin, si tú no me ves por aquí entonces esperaré a verte en el pueblo, debemos hacer más cosas así.

_____: Gracias a ti por venir, me divertí mucho hoy, trataré de ir al pueblo, si nos vemos ahí entonces te invito una cerveza en el bar.

La chica guiñó el ojo aunque le dió un tic en el mismo y Gian solo se burló de ella, después de esa despedida partió del lugar y fue desvaneciéndose en el horizonte, un día corto pero divertido.

La chica esa noche fue a ver si debía arreglar el cuarto donde se hospedaba su acompañante y a la hora de revisar el cofre notó que había una nota encima de este.
La nota decía "Te dejé esto para que puedas hacer aunque sea un casco de diamante, sos re fachera, me gustó mucho estar contigo, volveré cuando menos te los esperes.
Pd: casi me hago pija con un esqueleto pero no quise asustarte, te dejo el arco que me soltó cuando lo rematé a trompadas. Atte- Gian"

La chica sonrió ante la nota y había algunos diamantes y el arco dicho en el cofre, algunos otros materiales como piedra y tierra ya que eso no se lo pido llevar el mono.

_____: Es muy divertido ese mono, aunque siempre suena ebrio o como si fuera falopero, aunque eso lo hace más divertido jajajaja.

Ojalá y pasen más tiempo juntos, parece que serán buenos amigos.

Por otro lado, los amigos de Gian estaban más que estresados por qué ya iban más de dos veces en esos días que llevaban entrando al nether y trayendo materiales sin descanso, pero bueno, como saben todo era estrés un poco a lo tonto ya que no había prisas por hacer nada más, Amilcar y Cris quedaban como flojos por no andar tan al tiro como Conter, Farfa y Shadoune, pero eso es tema para otro capítulo.

No serás por siempre "El único caballero de netherite"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora