𝐖𝐞 𝐚𝐫𝐞 𝐉𝐚𝐮𝐧𝐞 [𝐋.𝐒]

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟒: 𝐒𝐮𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚 𝐮𝐧 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨

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Al llegar a casa Louis se encontró a las dos personas que se habían adueñado de su corazón, ambos estaban en el suelo con varias hojas y crayones, podía observar como Harry sostenía la pequeña mano de Gus para guiarlo en los trazos, enseñándole así a dibujar o escribir tal vez, el pequeño azabache se veía concentrado en su actividad con su ceño fruncido y sus labios entreabiertos que formaban sonrisas cuando el rizado lo felicitaba. Louis no podía agradecer más, presenciar la parte paternal de Harry sin duda era una memoria bañada en oro que guardaría toda su vida, se veían como un enorme felino cuidando de un pequeño conejito que apenas descubría la pradera.

ㅡCariño, estás en casa ㅡCuando se sentó junto a ellos el mayor notó su presencia, recibiendo un beso en su mejilla, llamando la atención del menor que dejó sus actividades.

ㅡ¡Lou Lou! ㅡEn poco tiempo los brazos del menor tenían aprisionado a Louis que por poco y caía al suelo, Gus pasaba su nariz en su mejilla, demostrándole con ese pequeño acto su cariñoㅡ Ya estás con Gus.

ㅡHola bonito, por supuesto que ahora estoy con Gus para llenarlo de abrazos porque lo extrañe mucho ¿tú me extrañaste?

Rápidamente el azabache asintió con un mohínㅡ Mucho mucho, cuando Gus despertaba no vio a Lou Lou.

ㅡPero tenías a Hazzie, él te dio comida deliciosa, juegos divertidos, y abrazos.

ㅡSí pero ㅡSus grandes ojos se cubrieron con su flequillo al inclinar su rostro, su mirada entonces viajó a ambos adultosㅡ Gus quería a los dos.

Al soltar esas palabras Louis lo abrazó con más fuerza sin lastimarlo, besando su coronilla, Harry por otro lado sentía una gran felicidad y por ello soltó una risa que llamó la atención de los dos menores, logrando ser jalado para formar parte del abrazo. Gus estaba al medio recibiendo la calidez de ambos, recordando que era similar a cuando después de caminar al medio día bajo el sol, encontraba la sombra de un árbol para apoyarse en el.

En poco tiempo el menor había descubierto muchas cosas, estaba aprendiendo sobre algunos sentimientos y emociones, estar con las personas que lo rodeaban lo hacían sentir seguro y en alto sobre cualquier dolor, sus pies por ejemplo ya no dolían, tampoco su espalda al dormir o su estómago, había dejado de contraerse durante días.

ㅡNosotros también te queremos, haremos lo posible para que siempre estemos juntos.

ㅡ¡Bien! Haremos la cena, ¿me quieres ayudar Gus?

ㅡ¡Sí sí!

ㅡVamos entonces, cuando tomes un baño y estés listo podrás venir a la mesa, seguramente nosotros te vamos a sorprender.

Entrecerrando los ojos el castaño se puso de pie, dudando por las sonrisas cómplices de ambos. 

ㅡVoy a confiar en ustedes, permiso.

Un enorme mandil de bananas cubría el torso del pequeño Gus, estaba doblado para que tuviera el tamaño adecuado, él estaba sobre un pequeño banco haciendo lo que Harry le indicaba, nada que fuera peligroso como lavar los vegetales, destapar bolsas y usar sus dedos índice y pulgar para esparcir sal y pimienta.

ㅡPrueba esto Gus ㅡTomando una cucharita se la acercó al menor.

ㅡBuena sopa ㅡDijo al probar la salsa que preparó él mismo.

ㅡMuy buena, podrías hasta cocinar mejor que yo en un futuro, ah, te estoy transmitiendo todos mis conocimientos y mis poderes gastronómicos.

El menor sonrió orgulloso. Por supuesto que él sería un super chef como Harry en el futuro, pero no tan genial como el mayor.

ㅡAhh, huele delicioso.

Al medio de ambos se asomó la cabeza de Louis, así como su mano que traviesamente se robó un pedazo de carne ya cocido. 

ㅡY sabe delicioso, ustedes dos son profesionales ㅡAlentó besando la mejilla del menor y los labios del rizado, luego de ello intentó tomar algo más pero estaba demasiado calienteㅡ Ay...

ㅡ¡Bien! ㅡLa mano izquierda del menor se alzó con jabón, mostrando su dedo pulgar, la azabache sonrió y terminó de pasar agua sobre sus manos y al secarlas con un trapo se dio cuenta que en uno de los deditos del niño había una pequeña cortada.

ㅡOh no, te lastimaste tu dedito, espera aquí ㅡDándole la espalda unos segundos, rebuscó en una canasta similar a una caja de galletas hasta que tuvo en sus manos una bandita, llevándola al pequeño que estaba sentado sobre la mesa.

ㅡ¿Mentó?

ㅡSí, es medicamento, ahora dame tu dedito para ponerlo ㅡEl menor hizo caso, viendo atentamente como ponía la bandita alrededor de su dedo, y al final soplaba un poco junto a un besitoㅡ Sanará rápido con este besito mágico.

Los ojos de Gus se abrieron grandemente, Louis atendía su dedo quemado con su mohín por la burla que le estaba haciendo el rizado, llamándolo desesperado.

ㅡPude haber muerto, Harry Styles, te quedarías viudo.

ㅡTu muerte sería famosa, solo imagínate "Hombre muere por quemadura al intentar tomar un trozo de carne recién cocida"

ㅡSigue, sigue burlándote, cuando mi alma en pena te persiga no dirás lo mismo ㅡLouis solo pudo observar los hombros de Harry subir y bajar, probablemente el hombre estaba riéndose mientras lo escuchaba. Estaba por lanzarle un zapato cuando el menor apareció frente a élㅡ ¿Qué sucede bonito?

ㅡTu dedo duele.

ㅡEstoy bien, no es nada grave, Hazzie solo está exagerando.

El menor negó y le pidió su mano, Louis no entendió así que solo la extendió, su rostro confundido cambió a uno conmovido cuando el azabache puso con cuidado una bandita de gato alrededor de su dedo, después sopló un poquito para darle un beso, el broche de oro.

ㅡEs magia, para que no duela.

ㅡMuchas gracias Gus, ya no me duele.

Con una sonrisa de satisfacción recibió un abrazo de recompensa, eso era suficiente, había sanado el dolor de Lou Lou como recordaba.

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El peliblanco caminaba dentro de una habitación con poca luz, donde abundaba el polvo y los insectos, a cada paso que daba se topaba con más de una torre de documentos y algunas latas de bebidas energéticas, su muecas de disgusto lograban darle expresiones a su rostro. Finalmente había llegado al escritorio, no menos decente que el cuarto pero con espacio suficiente.

Sus ágiles dedos encontraron la computadora y sin dudarlo entró con la contraseña que se sabía de memoria, sus anteojos bajaban lentamente del puente de su nariz, brillando por la luz de la pantalla.

ㅡ¿Quién anda ahí?

Toda inspección se detuvo al escuchar la reconocida y ronca voz.

ㅡDebes averiguarlo.

Pronto una risa volvió a aparecer, mostrando debajo de la lámpara del techo la silueta de un hombre que sonreía de lado, sus ojos viendo de arriba hacia abajo su persona. 

ㅡVaya, cuánto tiempo.

El olor a cigarro llegó a sus fosas nasales, detestaba ese olor.

ㅡLo mismo digo. Vengo porque necesito tu ayuda con un caso, este es especial y legalmente eres policía ¿no?

ㅡLo soy, pero me voy a retirar pronto.

ㅡVeo que sigues con el trauma ㅡEl hombre que estaba de pie rodó los ojos, su pecho sintiéndose pesado cada vez que recordaba.

ㅡ¿Cuál es el caso?

Liam sonrió. Dentro de su traje tenía una carpeta, misma que dejó sobre el escritorio antes de ponerse de pie, dejando que el más alto tomará asiento. 

ㅡLéelo.

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