capítulo 39

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TOM RIDDLE.

Me sentía decepcionado, traicionado porque la mujer que me vio crecer desde chiquito me estaba jugando en contra, matarme a mi para que no sea el heredero para que no reciba nada. Sabia que no me iba a matar de una, me iba a llevar a la muerte.

Me encuentro atado en una silla con mis manos atrás del respaldo ajustada con un precinto en la sala. T/n todavía seguía dormida en su silla de espalda mía, pero a ella las manos se la ataron con esposas. Cometí un error en no creerle, si le creería me hubiera evitado todo esto y hubiera creado un plan para atacar primero.

Estábamos los dos solos en completo silencio, sabia que Bellatrix no volvería hasta la noche tenia que hacer algo antes de que volviera, sabia que había una persona en la casa para vigilar que todo valla bien. Siento la cabeza de t/n en mi hombro, gire mi cabeza para ver que se estaba despertando.

-T/n- la llame en voz baja, ella abrió los ojos y me miró de reojo.

-Sos un idiota- dijo con su voz ronca.

-A la cuenta de tres nos vamos a mover con la silla para quedar frente a frente- dije

-¿Por que espera hasta tres?- se empezó a mover, ella por lo general nunca me hacía caso, empecé hacer lo mismo que ella dando saltos con la silla hasta quedar frente a ella.

-Hay que apurarse a salir de aca antes que nos maten- dije, y ella formo sus labios en una línea negando con la cabeza -¿Que?-

-Tres semanas intente escapar de esta mierda...-

-T/n no hay tiempo- la interrumpí, empecé a tratar de mover mis manos para que mis dedos toquen el plástico y así cortarlo.

-¿Vos estas queriendo cortar precinto con los dedos, inutil?- la mire con mi peor cara al escuchar como me dijo -No se puede ¿No ves que es plástico?- levantó la voz.

-Te podes callar que hay alguien- dije apretando mis dientes.

-Si tan solo me hubieras creído no estarías aca- me reclamó, dirigí mi mirada a las esposas de t/n y me acordé de que yo las abría con algo muy finito.

Los aretes de t/n.

-T/n, tus aretes-

-¿Que tienen con ellos?- preguntó frustrada.

-Acercate, dame tu oreja- ella soltó una risa y no se movió, ni me miraba -T/n tenemos que salir de aca- no se movió -¡T/n!- levante la voz lo cual ella se asustó. Ella me miró con los labios apretados y no le quedó que otra que acercarse. Quedó a unos centímetros mio de espalda pero aun así no llegaba a su oreja, me acerqué yo arrastrando mi silla.

Me acerqué a ella corriendo su pelo con mi cara, acerqué mi boca a su lóbulo para tocar el acero con mis dientes, no podía sacarlo.

-Dame la otra- ella dudo un momento, pero luego tiro su cabeza hacia atrás dejándome ver el largo de su cuello tan expuesto a mi me quede observándo por unos segundos, para después apoyar mis labios sobre su lóbulo, logre desatar el arete y meterlo a mi boca, aproveche que ella estaba así para bajar a su cuello y dejar unos besos húmedos. No podía resistirme mucho al tenerla así, la extrañe más que a nadie aunque estuve al pendiente de ella, apoye mi cara entre su cuello y hombro lo cual ella se separó rápido, me miró ¿Enojada?.

-¿Que?- le pregunté tratando de no reírme.

-Sos un idiota ¿Te parece momento?- me preguntó enojada, le mostré el arete sobre mis labios, ella negó porque sabía que lo tenia que agarrar con sus labios porque las manos la tenía atadas, le insistí con la mirada, ella puso los ojos en blanco para acercarse y apoyar sus labios sobre los míos, agarro el arito y se separo.

DOLOR- Tom Riddle- t/n Donde viven las historias. Descúbrelo ahora