La gota que derramó el vaso

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Poco faltaba para el gran día, todos están nervioso al mismo tiempo que atentos, saben lo prometedor que es Asriel para ocupar la corona, saben que al estar casado tendrán que ahorrarse varios pasos tardados, fue una gran elección casarlo siendo aún el jóven heredero al trono, pero, lamentablemente su matrimonio no ha salido como todos esperaron, causando el terrible descontento a todos los que se habían enterado de que no pasó nada en su noche de bodas, la peor pesadilla de toda dama, a excepción de Undyne por supuesto

-¡¿Cómo es que te fuiste?! -gritó nerviosa la sirena- Undyne, es lo peor que puedes hacer, debes asegurar a un heredro al trono

-¡Me niego a hacerlo! -estaba sentada en su tocador mientras se veía al espejo- ¡No se porqué se hacen esas cosas tan desagradables!

-No es desagradable, es lo más natural en un matrimonio, deben tener hijos como todos, yo por ejemplo llevo al heredero de tu hermano y estamos muy felices por el bebé que viene en camino

-¡¿Quién les dijo que yo quería ser madre o esposa en primer lugar?! -se tapó la cara soltando un grito ahogado de frustración-

-Es...es lo que todas debemos hacer, si queremos o no es nuestra obligación, todas lo saben -tomó asiento en la cama de Undyne- Estás asustada por esta nueva vida, te entiendo...pero tu situación es difícil, pueden despojarte de la corona si no ven a un heredero pronto

-Asriel ni siquiera es rey aún, ¿porqué la prisa?, además una amante puede darles a todos un heredero

-¿Piensas humillarte de esa forma?, una amante es lo peor que le puede pasar a una reina, aquí en Ebott y Snowdin es raro ver reyes con amantes, pero no imposible, los actuales reyes son grandiosos hombres al serles fieles solo a una mujer, sus esposas, así deberían ser las cosas pero lamentablemente no es el caso, sabes que cada cabeza es un mundo

-Se que es humillante...perdón por decir semejante estupidez -se levantó de la silla y empezó a dar vueltas por la habitación- Me asusté, por tantas cosas que me han pasado últimamente...dejé de ser yo misma hace mucho tiempo

-Siempre habrán cambios, así es la vida...pero debes enfrentarlos de la mejor manera, nunca te des por vencida Undyne

-No quiero darme por vencida, ¿pero qué me espera siendo la reina consorte de Ebott?, saludar, ser una cara bonita, un adorno que tiene menos poder que su maridos y lo peor criar hijos sin descanso, esa no es vida...Shyren

-Muchas mujeres se ven felices con sus hijos, es natural ser madre

-¿Segura de que son felices?, dices eso porque a ti si te gusta la idea de ser mamá y no te juzgaré, pero te aseguro que hay mujeres que no son felices...nadie es completamente feliz, menos las mujeres

-Me asusta la forma en la que piensas, es rara para mi, pero para los demás será un gran desperfecto, no vayas a hablar de esto en público o te irá bastante mal, lo sabes bien

-Si si, otra vez seré una "enferma mental", ¿por pensar diferente a todos?, es horrible ser tachada de tantas cosas, estoy cansada de que todos me vean y esperen demasiado de mi

-Es de esperar...eres la princesa y futura reina, la coronación de Asriel está muy cerca, apenas faltan días para eso, por favor piensa muy bien las cosas...a veces no hay espacio para pensar en si mismos, es triste

Dejando sola a Undyne para que pudiera tranquilizarse. Asriel no ha hablado con ella, es más, ni para comer la ha visto porque desde la boda no sale de esta habitación ya adaptada para ella, muy posiblemente de manera temporal, tarde o temprano el cato debe llevarse acabo

¿Y de dónde sacará valor para tener hijos con alguien a quien siempre ha considerado un amigo?, es incómodo y triste, pues una hermosa amistad de años se ha arruinando ya, no hay marcha atrás ahora, por más que no se quiere dejar pisotear demuestra todo lo contrario a su personalidad e ideales, ya dejó de reconocerse a sí misma desde hacer mucho tiempo atrás, o al menos eso es lo que siente

En la guerra y el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora