𝐋𝐚 𝐎𝐫𝐝𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐅é𝐧𝐢𝐱 | 𝐌'𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫

Resolver

Losas. Miles de pequeños azulejos no muy diferentes a los que se encuentran en un baño muggle común, yacían en una estructura estampada más adelante. No había muchos colores. Sólo una variedad de grises, negros y rojos. De cerca, solo parecía un desastre, los mosaicos formaban una mancha de color deforme.

Pero a lo lejos, como un Jpeg pixelado en una computadora muggle, los mosaicos formaban un mosaico, una imagen colosal, casi de iglesia, bordeada con tablones de madera que la mantenían apoyada en la pared de ladrillos de piedra detrás de ella.

Una figura oscura y amenazante se alzaba por encima de los árboles del Bosque Prohibido, con el Gran castillo de Hogwarts ominosamente detrás. La figura estaba de pie sobre lo que parecía ser una monstruosa pila de cuerpos, cuerpos destrozados y desplomados en posiciones grotescamente imposibles. Aunque los detalles habían sido borrosos debido al número limitado de fichas de colores, fue suficiente para que 𝐓/𝐍 se sintiera enfermo.

Y viniendo de un chico que se había apuñalado tanto en un ojo como en una rodilla la semana pasada, eso era decir algo.

La figura tenía las manos separadas de él a la altura de los codos, como si se lanzara a una oración enfermiza. En cada mano sostenía dos cabezas, una calva con brillantes ojos rojos y la otra pálida con una mata de pelo negro azabache.

no puede ser...

¿Podría?

Y aunque la imagen era tan grotesca, tenía cierta sensación de impresionante. Una sensación de gloria no muy diferente a las imágenes de las vidrieras de una iglesia. Había algo muy espiritual al respecto.

𝐓/𝐍 extendió una mano para tocar los azulejos de la pared. Estaban fríos al tacto, y aunque seguramente habían estado aquí por algún tiempo, no había ni una pizca de suciedad.

"Ejem."

𝐓/𝐍 retrajo su mano e inmediatamente sacó su varita de su funda, girando en el lugar para mirar a la persona que no había sentido acercándose sigilosamente detrás de él.

El rostro del orador estaba medio envuelto en la oscuridad natural de la cámara. Era un hombre de piel negra con barba de chivo y una cabeza ligeramente calva que miraba directamente a 𝐓/𝐍, con las manos sobre las muñecas y alrededor del estómago de manera respetuosa. Llevaba túnicas de un azul marino intenso.

"¿Quién eres?" exigió 𝐓/𝐍, sin bajar su varita.

"El que responde a tus preguntas". el hombre respondió con calma.

"¿Qué preguntas?"

"Ya me has preguntado dos de ellas, ¿no es así?"

𝐓/𝐍 frunció el ceño. "Deja de decir estupideces".

"Por supuesto. Pero por favor, no dudes en preguntarme cualquier cosa".

"¿Cómo te llamas?"

"Cualquier cosa aparte de eso".

"Así que no responderás a mis preguntas, entonces".

"Mis disculpas. Pero un Innombrable no puede dar libremente su nombre mientras trabaja."

"¿Qué es un Innombrable, entonces?"

"No puedo decirte eso tampoco".

"Estás resultando ser un contestador bastante inútil, amigo".

"Supuse que estarías haciendo preguntas sobre el mosaico". el Inefable tenía las cejas arqueadas. "No esperaba la pregunta que elegiste hacer".

𝐓/𝐍 frunció el ceño y bajó su varita ligeramente, pero no del todo. "Entonces, ¿qué es esta -" hizo un gesto a la gran imagen detrás de él "- cosa?"