Mi vida es tan monótona, siento que cada día se exactamente lo que pasará en cada segundo y momento.
Estaba acostada en mi cama mientras miraba el techo. Mi papá y yo escribimos nuestros nombres cuando estábamos pintando mi cuarto.
Lo extraño. Lo extraño mucho.
Al pensar en él mis ojos se vuelven llorosos y pequeños intentos de lágrimas intentaban brotar de ellos.
Tomé un pañuelo que estaba en mi mesita de noche me sequé las lágrimas.
No he superado su muerte y nunca lo haré, es algo con lo que debo vivir.
Miré el reloj, eran las 6:30 am,dentro de 30 minutos debía llegar a la escuela sino quería ganarme un regaño de la señora Camille.
Fui hacia el armario y busqué mi uniforme, me lo puse y bajé las escaleras para desayunar.
-Buenos días. -dije con una sonrisa de oreja a oreja mientras le daba un beso a mi mamá.
-¿Cómo has amanecido?-preguntó.
-Bien, ojalá pudiera haberme quedado en la cama. -dije sonriendo y agarrando el café.
-Cariño, no sabes cuanto te entiendo.
-dijo mi madre mientras me daba una tostada con mermelada.Mi mamá es del tipo de personas que aparenta todo lo contrario a lo que verdaderamente es.
Ella es risueña,entusiasta y cariñosa.Es como las princesas de los libros.
Y yo bueno tengo serias dudas sobre si ella me adoptó.
Prácticamente soy todo lo contrario a ella.
Pocas cosas son las que tenemos en común, una de las más sobresalinetes es que ambas somos mujeres y las dos amamos leer, todo lo demás tanto fisico como moral lo heredé de mi papá. Además de leer mi mamá escribe y bueno, ella es una escritora famosa.
Tiene diez libros y una editorial. Nuestra situación económica es bastante buena y gozamos de muchos lujos.
Aunque si soy sincera debo decir que nunca me he leído uno de sus libros.
Ella prefiere escribir sobre cosas reales y yo prefiero leer temas que se asemejan a la fantasía.
La realidad ya es demasiado dura en la vida como para tener que leerla.¿Por qué no podemos imaginar que volamos, qué somos hechiceros, qué vivimos en Marte o qué somos vampiros?Que podemos tocar el sol o construir un cohete que nos lleve a Mercurio.
Me dirigí al garage para buscar al objeto que más amo en mi vida: mi moto.
Tomé la chaqueta y las llaves para ir hacia la cárcel, o sea la escuela.
Estaba a medio camino de la escuela, mientras observaba todo lo que estaba en el camino.
¡Amo conducir!
Me relaja sentir el viento en mi rostro mientras detallo el paisaje y siento la adrenalina en mis venas. Siempre tomo el mismo camino para ir a la escuela podría conducir con los ojos cerrados y llegar a mi destino.
Miro hacia el lado y siento como otra moto se interpone en mi camino.
-Idiota. ¡Quítate! -grité mientras aumentaba la velocidad.
El imbécil estira la mano derecha y me saca el dedo corazón.
Estoy acostumbrada a lidiar con este tipo de situaciones,siendo la hija menor de mi mamá, no es sorprendente que mis otros dos hermanos me tengan como blanco para las burlas y bromas.
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Nieve en el verano
Teen FictionArlet Miller nunca pensó que su vida iría a cambiar, ella era una chica increíblemente calculadora y fría que conoció a un chico que era como un rayo de luz, producía un aura cálido a todo aquel que lo conociera. Este chico se enamoró de la chica hi...