-Hola.-dije mientras saludaba a mamá que estaba sentada en la mesa escribiendo su nuevo proyecto.
-¿Qué tal, cariño?-dijo a lo que yo le respondí un " bien".
Subí a mi cuarto y me puse a hacer las tareas que habían dejado en la escuela.
Como era de esperarse me quedé dormida sobre las libretas y los libros
El sonido del celular vibrando en mi cara me despertó.
-Si.-dije mientras frotaba mis ojos para poder mantenerlos abiertos.
-Hola, soy yo, Liam. Estoy en al puerta de tu casa.-dijo él muy tranquilo.
En cuestión de segundos mi pequeño cerebro captó rápido la información.
Después de pensar en muchísimas soluciones y darme cuenta de que sea como sea en todas mi final era un castigo en manos de mi madre o un regaño de su parte.Y no eran para nada agradables.
Decidí hacer lo que haría cualquier persona normal: salir por la ventana.
La ventana tampoco es tan alta son unos ocho metros.
¡Vamos que tú puedes!
Puse un pie en el borde de la ventana que se encontraba en el exterior de la casa y comencé a caminar sobre él.
-Idiota, bajate de ahí. Tú no eres El hombre Araña.-dijo entre risas.
-¡Cállate que me voy a matar por tu culpa!-dije a lo que él respondió con un "vale".
Después de media hora había conseguido bajar.
¡Pobre Hombre Araña! Ahora entiendo todo lo que ha pasado.
-Ya puedes hablar.-dije irritada.
-¿Pero en tú casa no hay puertas? ¿Por qué bajaste por ahí?-dijo serio.
-Es que es es mi costumbre bajar por allí todos los miércoles.-dije sarcásticamente.
-¿Quieres ir a una fiesta conmigo?-dijo en un tono de voz algo nervioso.
-No sé. ¿Y si me pierdo en la fiesta?-dije haciéndome la víctima.
-Simpre te encontraré, eso no lo dudes.-dijo mirándome fijamente a los ojos.
Me mordí el labio inferior y me dirigí a la puerta de mi casa- ya ni loca volvería a subir por la ventana, no puedo arriesgar de esa forma mi joven vida- Le conté a Liam sobre que no quería que mi madre los vieran y él dijo que estaba bien.
Subí a mi cuarto para buscar la ropa.
¿Dónde será la fiesta?
Me decidí por una pantalón negro ajustado, una blusa negra y blanca y unas botas.
Me recogí el cabello en una coleta y me maquillé un poco.
Le dije a mamá que iba a ver a Mónica- una compañera de clases que vive cerca de aquí. -y que íbamos a salir, así que llegaría un poco tarde.
-¡Guao!-exclamó Liam mientras me repasaba de arriba hacia abajo.
-Dame el casco imbécil.-dije con las mejillas coloradas ante rl evidente piropo.
Liam se subió primero y después yo.
-¿A dónde vamos?-pregunté bastante curiosa.
-Ya lo verás cuando lleguemos.-dijo.
-No me gustan las sorpresas.-dije mirando hacia él.
-Esta te gustará te lo aseguro.-dije entre risitas.
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Nieve en el verano
Teen FictionArlet Miller nunca pensó que su vida iría a cambiar, ella era una chica increíblemente calculadora y fría que conoció a un chico que era como un rayo de luz, producía un aura cálido a todo aquel que lo conociera. Este chico se enamoró de la chica hi...