Reencarnación: 7 Constituciones elementales

#3 Bosque celeste

Al día siguiente me tocó pasar el tiempo con mí padre, a quien finalmente le pregunté por su nombre el cual era "Baroh", tanto él como yo tenemos nombres bastante simples y fáciles de recordar, me alegro un poco esto.

De paso aproveché para preguntarle cómo es el tema académico, al parecer hay 3 "grados", el primero sería infante que es a partir de los 6 hasta los 8 años, el segundo es en desarrollo que abarca los 8 hasta los 10 años, era a donde me iban a mandar en un principio saltandome uno de esos grados pero por el simple hecho de haber conocido a alguien de mí edad, madre decidió que me mandara a la escuela antes de lo que tenían previsto.. gracias Aluceno, y por último estaría concluyente que abarca desde los 10 hasta los 15 años, edad donde uno se vuelve un adulto.

Por cierto, el entrenamiento con padre fue un poco más entretenido esta vez, me enseñó algunas posturas de principiante a la hora de recibir ataques de espadas, es algo fácil de aprender y Baroh hace que sea mucho más fácil de comprender, ¡sus explicaciones son grandiosas! me gustaría decir eso de madre..

A la hora de practicar con ella, pareciera que sus explicaciones iban perdiendo cada vez más detalles, lo que hacía cada vez más complicado comprenderla, dando así como resultado que mí brazo este día haya recibido quemaduras de primer grado, a este ritmo iba a llegar a las de tercer grado en una semana.

Lo bueno es que una vez la práctica finalizó, Dariale me dio el permiso de poder salir a caminar acompañado de Aluceno.. aunque él nunca llego, por lo que aproveche a salir solo.

En medio de mí caminata pude ver lo grande que era el pueblo, no era en absoluto enorme, las casas estaban muy separadas pero podrían llegar a ser contadas desde un sitio relativamente alto, eso me tranquiliza, es imposible que me pierda en un lugar así.

. . .

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-Estoy perdido..

Si, a pesar de que creí que era imposible perderse, no tuve en cuenta la densidad del bosque cuando uno se adentra lo suficiente.. que ¿por qué me adentre? simple, había escuchado una voz que me llamó la suficiente atención como para meterme en un bosque, no sabía de quién era, pero sonaba como la agradable voz de una mujer, demasiado dulce y cálida, me hacía sentir bienvenido y atraído, quizás es de las peores formas de pensar, escuchar algo misterioso y atrayente, y terminar llendo hacia donde eso.

-Pensandolo así.. soy un idiota.

Lo bueno es que aquí no parece haber nadie, absolutamente nadie, por lo que puedo hablar en voz alta sin que crean que tengo algún desorden o enfermedad mental, ¿qué puedo decir? me gusta hablar para mi mismo.

-Fiii-uuuuhh~

-¿Uhm?

... Extraño, juraría que he escuchado algo parecido a un silbido.. mientras más tiempo pasaba por aquí, más oscuro se tornaba el ambiente, ya con algo de desesperación empecé a caminar algo rápido, quería encontrar una salida, teniendo esa idea en mente, pude volver a escucharlo.

-Fiiii-uuuhhh~

Esta vez mucho más fuerte, ¿me estaba acercando o me estaba alejando? no lo tenía claro, pero por alguna razón.. un camino se armó en mi mente, instinto quizás, no lo dude ningún instante y empecé a seguir ese camino hasta que..

-Hasta luego..

-Kavy, te dije que salieras con Aluceno así evitas esto.

Cruzando unos arbustos y escuchando una débil voz como un susurro diciendo algo, me encontré con Dariale con el ceño fruncido y una mirada amenazante, detrás suyo estaba el pueblo y más arriba se podía ver el cielo estrellado, ¿las 11 pm? sería una hora aproximada..